La CVX se caracteriza:
1. Por la búsqueda de la presencia amante de Dios en todas las cosas
2. El encuentro personal y comunitario con la palabra de Dios
3. La experiencia de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola
4. La vida como servicio a los demás, con una opción preferencial por los pobres.
“Con particular urgencia sentimos la necesidad de trabajar por la justicia con una opción preferencial por los pobres y un estilo de vida sencillo que exprese nuestra libertad y nuestra solidaridad con ellos”.
(Nuestro Carisma Nº 4, Principios Generales de la Comunidad de Vida Cristiana)
Dimensiones en la formación CVX
La vida CVX se desarrolla en tres dimensiones que, desde el punto de vista del proceso de crecimiento de cada individuo y de la respuesta que va dando a su vocación, son inseparables unas de otras y que se condicionan mutuamente:
Espiritual - Comunitaria - Apostólica
1. La vivencia de diversas experiencias espirituales, tales como la liturgia, la oración comunitaria, la pausa diaria y especialmente los Ejercicios Espirituales, nos permiten desarrollar un estilo de discernimiento frente a las decisiones en la vida para encontrar y confirmar la vocación de seguimiento a Jesucristo.
2. Vocación vivida en comunidad, que se concibe a su misma como comunidad apostólica, en la medida que ella anima, discierne, envía y evalúa la misión apostólica de sus miembros. Es un modo de estar en la Iglesia como declaramos en nuestros Principios Generales: “cada una de nuestras comunidades es una reunión de personas en Cristo, una célula de su Cuerpo Místico. Nuestro vínculo comunitario es nuestro compromiso común, nuestro común estilo de vida y nuestro reconocimiento y amor a María como nuestra madre. Nuestra responsabilidad por desarrollar los lazos comunitarios no termina en nuestra comunidad particular, sino que se extiende a la Comunidad de Vida Cristiana Nacional y Mundial, a las comunidades eclesiales (parroquias, diócesis) de las que somos parte, a toda la Iglesia y a todas las personas de buena voluntad”.
(Nuestro Carisma Nº 7, Principios Generales de la Comunidad de Vida Cristiana)
3. El sentido último de nuestra asociación es la misión, estar allí donde mas se necesite, donde podamos hacer un mayor servicio, con especial atención a la pobreza y sus diversas expresiones según la cultura en que estamos. La experiencia apostólica debe marcar todas las etapas de CVX, desde las iniciales experiencias de servicio en lugares o momentos acotados, al discernimiento de un estilo de vida apostólico y misionero, poniendo en juego nuestras destrezas, habilidades profesionales y redes apostólicas.
Tomado de: http://www.cvx.cl/modulos.php?mod=phtml&fn=b447fa4594d4f5a662031715e0d25767
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