Contemplemos la imagen y dejémonos impactar por ella, en silencio meditemos qué nos dice y qué sentimientos despierta en nosotros...
Lo seguían muchos del pueblo y un buen número de mujeres, que se golpeaban el pecho y se lamentaban por Él.
Pero Jesús, volviéndose hacia ellas, les dijo: «¡Hijas de Jerusalén!, no lloren por mí; lloren más bien por ustedes y por sus hijos.
Porque se acerca el tiempo en que se dirá: "¡Felices las estériles, felices los senos que no concibieron y los pechos que no amamantaron!"
Entonces se dirá a las montañas: "¡Caigan sobre nosotros!", y a los cerros: "Sepúltennos!" Porque si así tratan a la leña verde, ¿qué será de la leña seca?»
Lucas 23, 27-31
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