Jesús de Nazaret - 6º Parte

P. Ignacio Garro, S.J.
SEMINARIO ARQUIDIOCESANO DE AREQUIPA


3. Elección de Pedro. Fundamentos del Primado


En la lectura de los Evangelios Simón Pedro fue preferido por Jesús a los demás apóstoles en distintas ocasiones. Esto es tanto más extraño cuanto que humanamente eran otros quienes estaban más cerca­nos a Jesús por parentesco humano, por otro lado Pedro no había demostrado ninguna cualidad especial para merecer la tal preferencia. El hecho de que Pedro obtuviera una duradera preferencia dentro del cír­culo de los apóstoles es un impenetrable misterio fundado en la libre sabiduría y designio de Dios, para el que no hay explicación posible.

En los evangelios Pedro aparece desde el principio como el que dirige la conversación, como el primero que habla, así: Mc 8, 29; Mt 18, 21; Lc 12, 41 En la lista de los apóstoles siempre es citado el primero Mc 3, 16-19; Mt 10, 1-4. Es Pedro quien quiere retener a Jesús cuando se escapa a la soledad. Lc 5, 1-11. Su importancia especial se expresa también en la fór­mula "Pedro y los suyos", Lc 9, 32. Junto con Santiago y Juan pertenece al círculo de los más íntimos de Jesús, Mt 5, 37; 9, 2; 14, 33.

El pasaje más claro en el que se ve que Cristo distingue a Pedro con la preferencia del Primado es Mt 16, 13-20 : "Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo a mi vez te digo que tu eres "Cephas" = piedra", y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella".

Hay otros dos textos que confirman la vocación especial de Pedro sobre el grupo de los doce. Lc 22, 31-32: "Simón, Simón, mira que Satanás ha solicitado el poder cri­baros como trigo, pero yo he rogado por ti, para que tu fe no desfallez­ca. Y tú, cuando hayas vuelto, confirma a tus hermanos". Y en Jn 21, 15-17: "Después de comer, dice Jesús a Simón Pedro: Simón, hijo de Juan ¿me amas más que éstos?. Le dice él : Sí, Señor tú sabes que te quiero, Le dice Jesús: Apacienta mis ovejas. Vuelve a decirle por segunda  vez ... y por tercera vez ... apacienta mis corderos".


3.1. Poder de Pedro y Misión

El poder de Pedro es expresado con un triple símbolo:
  • Pedro es el fundamento firme de la Iglesia (Cephas = Piedra)
  • El poder de las llaves. Símbolo de que Pedro representa en la tierra al Señor y propietario de la casa, a Cristo.
  • El poder de atar y desatar.

3.1.1. Pedro, fundamento de la Roca = Piedra: 
Volvemos, una vez más al texto de Mt 16, 13,-20. Pedro debe ser el fundamento rocoso de la Igle­sia para que la Iglesia no sea vencida por las puertas del infierno. El primer grado de interpretación de lo que Cristo dice a Pedro con­siste en atribuirle el papel de fundamento rocoso de la nueva comuni­dad querida por Cristo. Cristo usa el símbolo de edificar; quiere construir o edificar una Iglesia. Jn 2, 19; Mc 14, 58. Para que la edifica­ción hecha por Cristo tenga duración y consistencia, para que sea sus­traída a la ley de la caducidad su fundamento debe ser cimiento de "roca = piedra".

3.1.2. El poder de las llaves: 
Hemos dicho que las llaves son el símbolo de Pedro que representa en la tierra al Señor y propietario de la casa, a Cristo. Mediante la entrega de las llaves Pedro es constituido en ple­nipotenciario de Cristo. El que tiene las llaves tiene poder para disponer, tiene autoridad para permitir o prohibir la entrada. El ad­ministrador de la casa, el encargado de llaves debe decidir lo que está bien, lo que está permitido y lo que está prohibido conforme al orden establecido por Dios.

3.1.3. El poder atar y desatar: 
Lo que Cristo dice a Pedro bajo la ima­gen de atar y desatar lo dice también a todos los apóstoles en Mt 18. 18: "Yo os aseguro: todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cie­lo". Sin embargo, hay que tener en cuenta que, según Mt 16, 18: "Y yo a mi vez te digo que tú eres "Cephas = Piedra"  Y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia ...", se lo dice sólo a Pedro. Evidentemente a todos los apóstoles les compete lo que compete a Pedro, pero a Pe­dro le compete de manera especial. Tres cosas implica la expresión: "atar y desatar".
  • Excluir de la comunidad creyente o readmitir en ella.
  • Imponer una obligación o eximir de ella.
  • Declarar una cosa prohibida o permitida, según la circunstancias.

Cuando Pedro fue llamado como administrador de la casa de Dios, para ejercitar el poder disciplinar en la casa de Dios y mantener en ella el orden de vida, tenía que estar en situación de decidir lo conve­niente y lo inconveniente al orden de la casa de Dios. El poder disci­plinar tiene, por tanto, en su base el poder de enseñar. Por lo tan­to podemos decir que la Iglesia es a la vez la casa, el órgano, mani­festación e instrumento del Reino de Dios. Pedro tiene poder de ex­cluir, admitir a esta comunidad, y admitir y excluir en la Iglesia es admitir y excluir en el Reino de Dios.





Continuará.


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Agradecemos al P. Ignacio Garro, S.J. por su colaboración.

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