P. Ignacio Garro, S.J.
SEMINARIO ARQUIDIOCESANO DE AREQUIPA
2. FUNDAMENTO DE LA TRINIDAD DE PERSONAS EN DIOS
Hasta aquí hemos visto la existencia de la Santísima Trinidad en la Sagrada Escritura y cómo esta verdad revelada es un misterio estrictamente dicho.
En esta sección estudiaremos siguiendo a Sto. Tomás, tres grandes temas de la Santísima Trinidad: Las “Procesiones divinas”, las “Relaciones divinas” y las “Personas divinas”.
2.1. LAS PROCESIONES DIVINAS INMANENTES EN GENERAL
TESIS 1°. “En Dios hay dos procesiones divinas inmanentes o “ad intra” (de fe)
A. Explicación
En la tesis se afirma que en Dios, además de las procesiones transeúntes, hay también dos procesiones inmanentes "ad intra", con lo que nos referimos a lo siguiente:
- El Hijo procede del Padre.
- El Espíritu Santo, procede del Padre y del Hijo.
Por ello decimos:
- El Padre es "ingénito" (no procede de nadie), no tiene origen.
- El Hijo es "engendrado" y procede del Padre.
- El Espíritu Santo es "espirado" y procede del Padre y del Hijo.
Nos vamos a valer de una imagen para entender mejor el dinamismo de la Trinidad:
B. Magisterio de la Iglesia
En todos los documentos trinitarios la Iglesia enseña que el Hijo procede del Padre y que el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo. Destaquemos tres símbolos de la fe.
Concilio IV de Letrán: "Creemos ... que hay cierta realidad suprema, incomprensible ciertamente e inefable que es verdaderamente Padre e Hijo y Espíritu Santo ... y aquel ser ni engendra, ni es engendrado, ni procede, sino que el Padre es el que engendra; el Hijo el engendrado, y el Espíritu Santo, el que procede (el espirado).
Concilio de Florencia: "Todo lo que es y tiene el Padre, no lo tiene de otro, sino de sí mismo; y es principio sin principio. Todo lo que es o tiene el Hijo, lo tiene del Padre, y es principio de principio. Todo lo que es o tiene el Espíritu Santo, lo tiene juntamente del Padre y del Hijo. Mas el Padre y el Hijo no son dos principios del Espíritu Santo, sino un solo principio".
C. Adversarios
C.1. Arrianismo
El presbítero de Alejandría Arrio (muere en 336) enseñó que el Logos (Verbo) no existe desde toda la eternidad. No fue engendrado por el Padre desde toda la eternidad sino que fue una criatura, la primera, sacada de la nada antes que todas las demás criaturas. El Hijo es, por su esencia, desigual al Padre, es mudable y capaz de perfeccionamiento. Por lo tanto, el Logos, no es Dios en sentido propio y verdadero, sino únicamente en un sentido impropio, es decir, en cuanto que Dios le adoptó como Hijo en previsión de sus méritos. Está herejía fue condenada en el primer Concilio Universal de Nicea (325). Este Concilio a raíz de esta herejía redactó un símbolo de la fe en el que se confiesa que Jesucristo es verdadero Hijo de Dios, que fue "engendrado" de la substancia del Padre, que es, por lo tanto, verdadero Dios y por lo tanto, consubstancial al Padre" Denz. 54.
C.2. Los sabelianos
Sabelio, enseñaba que en Dios hay una sola "hipóstasis" (persona) y tres "prosopa" (máscara de teatro) conforme a los tres modos distintos con que se ha manifestado la divinidad. Así, en la creación se revela el Dos uni-personal como Padre, en la redención se presenta el mismo Dios Padre como Hijo, y finalmente en la obra de la santificación se presenta el mismo Dios Padre como Espíritu Santo. Es decir, Sabelio, presenta la Trinidad de las divinas Personas como tres modos de ser de un único Dios. (Es una sola Persona divina, Dios Padre que se presenta con tres máscaras distintas: Creación, Redención, Santificación).
No hay pues, distinción real de Personas divinas, sino que Uno solo es el principio de todo, este es el Padre, que ha creado todo, que se ha encarnado, muerto y resucitado, que luego nos ha santificado. Así, para Sabelio, Dios es: o el Padre, o el Hijo, o el Espíritu Santo, según su modo de obrar es una persona u otra, reduciendo la Personas divinas a simples "modalidades" meramente transitorias, y de esta manera quedaba radicalmente eliminado el problema Trinitario. El Papa Calixto (217-222) excomulgó públicamente a Sabelio. Y su herejía fue condenada por el Papa S. Dionisio (259-268).
C.3. Los macedonianos
Hacen del Espíritu Santo una criatura, fruto de una procesión transeúnte, con lo cual el Espíritu Santo no es Dios. La secta cristiana de los "pneumatómacos" (o enemigos del Espíritu Santo), nacida del semi-arrianismo, extendió el subordinacionismo al Espíritu Santo, enseñando, en referencias a la cita de Hebreos 1,14, que era una criatura y un ser espiritual subordinado como son los ángeles.
Esta herejía macedoniana la atacaron los padres de la Iglesia S. Atanasio, S. Basilio, S. Gregorio Niseno, y Dídimo de Alejandría, defendiendo la divinidad del Espíritu Santo y su consubstancialidad con el Padre. Finalmente esta herejía fue condenada por el Sínodo de Aljandría (362) bajo la poresidencia de S. Atanasio, y también por el Concilio II de Constantinopla (381).
D. Sagrada Escritura
E. Conclusión
En Dios hay Padre, Hijo y Espíritu Santo, realmente distintos entre sí. Por otra parte el concilio de Florencia establece el axioma teológico de que: "en Dios todo es uno, donde no obsta la oposición de relación". Por tanto tiene que haber en Dios procesiones inmanentes, que terminen en el Hijo y en el Espíritu, porque la procesión es el único modo de que haya en Dios oposición de relación.
Como es lógico la razón natural sola no puede probar positivamente esta tesis. Únicamente puede mostrar que no repugna la existencia de procesiones inmanentes en Dios. En efecto, no repugna ni por parte del "origen o principio", puesto que ser origen, en general es perfección; tampoco por parte del "término originado", ya que no repugna que el originado reciba la misma naturaleza que hay en el originante. Sto. Tomás dice: No pueden concebirse procesiones (inmanentes) en Dios más que por razón de las acciones que permanecen en el propio ser agente. Pero éstas, en la naturaleza intelectual y divina, son exclusivamente dos: entender y querer. De donde resulta que no puede haber en Dios otras procesiones (inmanentes) que las del Verbo (entender) y la del Amor (querer).
En todos los documentos trinitarios la Iglesia enseña que el Hijo procede del Padre y que el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo. Destaquemos tres símbolos de la fe.
Concilio IV de Letrán: "Creemos ... que hay cierta realidad suprema, incomprensible ciertamente e inefable que es verdaderamente Padre e Hijo y Espíritu Santo ... y aquel ser ni engendra, ni es engendrado, ni procede, sino que el Padre es el que engendra; el Hijo el engendrado, y el Espíritu Santo, el que procede (el espirado).
Concilio de Florencia: "Todo lo que es y tiene el Padre, no lo tiene de otro, sino de sí mismo; y es principio sin principio. Todo lo que es o tiene el Hijo, lo tiene del Padre, y es principio de principio. Todo lo que es o tiene el Espíritu Santo, lo tiene juntamente del Padre y del Hijo. Mas el Padre y el Hijo no son dos principios del Espíritu Santo, sino un solo principio".
C. Adversarios
C.1. Arrianismo
El presbítero de Alejandría Arrio (muere en 336) enseñó que el Logos (Verbo) no existe desde toda la eternidad. No fue engendrado por el Padre desde toda la eternidad sino que fue una criatura, la primera, sacada de la nada antes que todas las demás criaturas. El Hijo es, por su esencia, desigual al Padre, es mudable y capaz de perfeccionamiento. Por lo tanto, el Logos, no es Dios en sentido propio y verdadero, sino únicamente en un sentido impropio, es decir, en cuanto que Dios le adoptó como Hijo en previsión de sus méritos. Está herejía fue condenada en el primer Concilio Universal de Nicea (325). Este Concilio a raíz de esta herejía redactó un símbolo de la fe en el que se confiesa que Jesucristo es verdadero Hijo de Dios, que fue "engendrado" de la substancia del Padre, que es, por lo tanto, verdadero Dios y por lo tanto, consubstancial al Padre" Denz. 54.
C.2. Los sabelianos
Sabelio, enseñaba que en Dios hay una sola "hipóstasis" (persona) y tres "prosopa" (máscara de teatro) conforme a los tres modos distintos con que se ha manifestado la divinidad. Así, en la creación se revela el Dos uni-personal como Padre, en la redención se presenta el mismo Dios Padre como Hijo, y finalmente en la obra de la santificación se presenta el mismo Dios Padre como Espíritu Santo. Es decir, Sabelio, presenta la Trinidad de las divinas Personas como tres modos de ser de un único Dios. (Es una sola Persona divina, Dios Padre que se presenta con tres máscaras distintas: Creación, Redención, Santificación).
No hay pues, distinción real de Personas divinas, sino que Uno solo es el principio de todo, este es el Padre, que ha creado todo, que se ha encarnado, muerto y resucitado, que luego nos ha santificado. Así, para Sabelio, Dios es: o el Padre, o el Hijo, o el Espíritu Santo, según su modo de obrar es una persona u otra, reduciendo la Personas divinas a simples "modalidades" meramente transitorias, y de esta manera quedaba radicalmente eliminado el problema Trinitario. El Papa Calixto (217-222) excomulgó públicamente a Sabelio. Y su herejía fue condenada por el Papa S. Dionisio (259-268).
C.3. Los macedonianos
Hacen del Espíritu Santo una criatura, fruto de una procesión transeúnte, con lo cual el Espíritu Santo no es Dios. La secta cristiana de los "pneumatómacos" (o enemigos del Espíritu Santo), nacida del semi-arrianismo, extendió el subordinacionismo al Espíritu Santo, enseñando, en referencias a la cita de Hebreos 1,14, que era una criatura y un ser espiritual subordinado como son los ángeles.
Esta herejía macedoniana la atacaron los padres de la Iglesia S. Atanasio, S. Basilio, S. Gregorio Niseno, y Dídimo de Alejandría, defendiendo la divinidad del Espíritu Santo y su consubstancialidad con el Padre. Finalmente esta herejía fue condenada por el Sínodo de Aljandría (362) bajo la poresidencia de S. Atanasio, y también por el Concilio II de Constantinopla (381).
D. Sagrada Escritura
- Jn 8,42: "Yo he salido y vengo de Dios".
- Jn 15, 26: "Cuando venga el Abogado (Paráclito), que yo os enviaré de parte del Padre, el Espíritu de verdad, que procede del Padre...".
E. Conclusión
En Dios hay Padre, Hijo y Espíritu Santo, realmente distintos entre sí. Por otra parte el concilio de Florencia establece el axioma teológico de que: "en Dios todo es uno, donde no obsta la oposición de relación". Por tanto tiene que haber en Dios procesiones inmanentes, que terminen en el Hijo y en el Espíritu, porque la procesión es el único modo de que haya en Dios oposición de relación.
Como es lógico la razón natural sola no puede probar positivamente esta tesis. Únicamente puede mostrar que no repugna la existencia de procesiones inmanentes en Dios. En efecto, no repugna ni por parte del "origen o principio", puesto que ser origen, en general es perfección; tampoco por parte del "término originado", ya que no repugna que el originado reciba la misma naturaleza que hay en el originante. Sto. Tomás dice: No pueden concebirse procesiones (inmanentes) en Dios más que por razón de las acciones que permanecen en el propio ser agente. Pero éstas, en la naturaleza intelectual y divina, son exclusivamente dos: entender y querer. De donde resulta que no puede haber en Dios otras procesiones (inmanentes) que las del Verbo (entender) y la del Amor (querer).
EL PADRE NO PROCEDE DE NADIE, ES EL “INGENITO”
NOTA IMPORTANTE: "La primera Persona divina, el Padre, no procede de nadie, sino que es principio sin principio"
A. Explicación
Hasta aquí nos ha enseñado la fe que en Dios hay dos procesiones divinas inmanentes y que el sujeto de esas procesiones son las Personas divinas y no la naturaleza divina. Lo que ahora resulta conveniente es preguntarse si el Padre, primera Persona, procede de alguien y si tiene origen de otra Persona. La respuesta es negativa, pues según la tesis, el Padre es principio sin principio.
Por el término "principio" se entiende: "aquello de lo cual algo procede de algún modo".
B. Magisterio de la Iglesia
C. Adversarios
Entre los verdaderos teistas nadie se opone a que el Padre no es producido en modo alguno. Que el Padre no procede de nadie con una procesión inmanente lo niegan todos los que no admiten la Trinidad.
D. Sagrada Escritura
En la Sagrada Escritura nunca se afirma que el Padre procede de otro, mientras que se dice con frecuencia que el Hijo y el Espíritu Santo sí proceden. Por otra parte, en la Escritura sólo aparecen como Dios el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Ahora bien, si según la misma Escritura, el Hijo procede del Padre y el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo, el Padre no puede proceder del Hijo ni del Espíritu Santo, pues en esta hipótesis sería principio de ellos y al mismo tiempo procedería de ellos, y eso repugna a la mente, pues es una contradicción.
E. Argumento Teológico
Sto. Tomás responde a esta dificultad diciendo: "así como en todo género de seres es necesario que haya un primero, así también es indispensable poner en la naturaleza divina un primer principio que no provenga de otro, al que llamamos "ingénito". Admitir, pues, dos ingénitos equivale a admitir dos dioses y dos naturalezas divinas, y por ello dice S. Hilario de Poitiers: "puesto que hay un solo Dios, no puede haber dos inaccesibles". Y principalmente, porque, si hubiera dos inaccesibles, ninguno de ellos procedería del otro, y por tanto, habrían de distinguirse por un adversidad de naturaleza".
NOTA IMPORTANTE: "La primera Persona divina, el Padre, no procede de nadie, sino que es principio sin principio"
A. Explicación
Hasta aquí nos ha enseñado la fe que en Dios hay dos procesiones divinas inmanentes y que el sujeto de esas procesiones son las Personas divinas y no la naturaleza divina. Lo que ahora resulta conveniente es preguntarse si el Padre, primera Persona, procede de alguien y si tiene origen de otra Persona. La respuesta es negativa, pues según la tesis, el Padre es principio sin principio.
Por el término "principio" se entiende: "aquello de lo cual algo procede de algún modo".
B. Magisterio de la Iglesia
- Símbolo Atanasiano: "El Padre no ha sido hecho por nadie, ni creado ni engendrado".
- Concilio IV de Letrán: " El Padre no viene de nadie, el Hijo del Padre solo, y el Espíritu Santo igualmente de uno y de otro: sin comienzo, siempre y sin fin".
- Concilio de Florencia: " Todo lo que es o tiene el Padre, no lo tiene de otro, sino de sí mismo; y es principio sin principio".
C. Adversarios
Entre los verdaderos teistas nadie se opone a que el Padre no es producido en modo alguno. Que el Padre no procede de nadie con una procesión inmanente lo niegan todos los que no admiten la Trinidad.
D. Sagrada Escritura
En la Sagrada Escritura nunca se afirma que el Padre procede de otro, mientras que se dice con frecuencia que el Hijo y el Espíritu Santo sí proceden. Por otra parte, en la Escritura sólo aparecen como Dios el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Ahora bien, si según la misma Escritura, el Hijo procede del Padre y el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo, el Padre no puede proceder del Hijo ni del Espíritu Santo, pues en esta hipótesis sería principio de ellos y al mismo tiempo procedería de ellos, y eso repugna a la mente, pues es una contradicción.
E. Argumento Teológico
Sto. Tomás responde a esta dificultad diciendo: "así como en todo género de seres es necesario que haya un primero, así también es indispensable poner en la naturaleza divina un primer principio que no provenga de otro, al que llamamos "ingénito". Admitir, pues, dos ingénitos equivale a admitir dos dioses y dos naturalezas divinas, y por ello dice S. Hilario de Poitiers: "puesto que hay un solo Dios, no puede haber dos inaccesibles". Y principalmente, porque, si hubiera dos inaccesibles, ninguno de ellos procedería del otro, y por tanto, habrían de distinguirse por un adversidad de naturaleza".
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Agradecemos al P. Ignacio Garro, S.J. por su colaboración.
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