P. Mark Link, jesuita.
Día tres
“Pidan y se les dará; busquen y hallarán; llamen a la puerta y se les abrirá” Mateo 7,7
Cuando Glenn Cunningham tenía 7 años, sus piernas estaban tan quemadas que
los doctores consideraron amputarlas; pero en los últimos minutos decidieron,
sin embargo, no hacerlo. Uno de ellos dijo a Glenn: Cuando el sol esté
caliente, te pondremos en una silla en el garaje. Glen replicó sin dudar: No
quiero sentarme, quiero caminar y correr, y estoy seguro que lo lograré”. El
doctor se marchó.
Dos años después, Glenn ya estaba corriendo; no rápido, pero corriendo.
Finalmente, Glenn fue a la universidad. Su actividad extracurricular y
deportiva era correr. Ya no lo hacía para demostrar a los médicos que podía,
sino porque era bueno. Luego, se hizo muy conocido por su habilidad y destreza.
Tiempo después, Glenn se clasificó para las olimpiadas de Berlín, y rompió el
récord en la prueba de los 1500 metros planos.
El siguiente año Glenn rompió otro récord mundial. El niño que nunca
caminaría, se convirtió en el hombre más veloz del mundo.
¿Cuáles son algunos de los obstáculos en tu vida? ¿Tienes fe en que Dios te
ayudará a superarlos? Habla con Dios sobre por qué tu fe se puede estar
perdiendo.
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Referencia bibliográfica: Desafío. P. Mark Link, jesuita. Ejercicios Espirituales de San Ignacio
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