P. Mark Link, jesuita.
Día cuatro
“El que quiera venirse conmigo, que se postergue a sí mismo, cargue con su cruz y me siga” Marcos 8,34
James Du Pont, de la compañía Du Pont, recuerda un episodio que le sucedió
cuando tenía 7 años. Se despertó en la noche, luego de un sueño muy profundo.
Su mamá estaba sollozando desconsoladamente. Era la primera vez que la
escuchaba llorar. Luego oyó a su papá que le hablaba a su madre. James contó:
La voz de mi papá era suave y
trataba de que mi mamá se tranquilizara. En su angustia, ambos olvidaron que mi
cuarto estaba cerca; yo los escuché por casualidad.
Describiendo el efecto que esta experiencia tuvo en él, Du Pont dice:
Con respecto al problema en sí,
ya ha sido resuelto y olvidado; pero el gran descubrimiento de esa noche sigue
vivo para mí. Las vidas no son sólo perlas y flores; es dura y cruel en su
mayor parte.
¿Cuándo aprendiste que la vida es dura y cruel? Habla con Jesús sobre cómo
pudo Él sobrellevar la crueldad y la dureza de la vida.
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Referencia bibliográfica: Desafío. P. Mark Link, jesuita. Ejercicios Espirituales de San Ignacio
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