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Doctrina Social de la Iglesia - 41. El Mercado III


 

P. Ignacio Garro, jesuita †


7. EL MERCADO

Continúa...

7.3.- Economía de mercado

La economía de mercado es un sistema de organización económica regido por la libre iniciativa de vendedores y compradores que coordinan sus decisiones a través del mercado. Ninguna autoridad recoge información de las necesidades demandadas para después planificar suministros. Es el propio mercado el que proporciona información de las necesidades demandadas y el que motiva el suministro para satisfacerlas de modo ordenado competente y eficaz.             

 

7.4.- Ventajas y limitaciones de la economía de mercado

El mercado, y el sistema económico basado en él, respeta la libertad y la iniciativa de los agentes económicos y estimula el trabajo y la creatividad. Por el contrario, los sistemas económicos de economía planificada (sistema socialista) son opuestos en su misma estructura a la naturaleza libre y social del ser humano y a sus derechos humanos inalienables. Este sistema económica de economía planificada ha demostrado que fomenta la pereza, apatía, pasividad y la falta de creatividad y de competitividad al tiempo que produce calamitosos resultados económicos.

 

7.4.1.- Ventajas

La economía de mercado cumple tres funciones, que serán, de gran eficacia si se realizan en un contexto de razonable competencia libre:

- estimula la producción de bienes y servicios “vendibles”

- asigna personas y recursos para disminuir los costes y aumentar la calidad del producto

- orienta la distribución para usos económicamente más eficientes

 

La experiencia económica largamente experimentada y vivida lleva a la conclusión de que el  mercado de competencia libre y perfecta

- respeta la libertad en la acción económica

- estimula la iniciativa y la creatividad

- crea riqueza y distribuye riqueza de acuerdo con el sistema de precios.

 

Todo ello ha llevado a considerar el mercado libre y competente como un instrumento libre y eficaz para:

- colocar recursos

- responder eficazmente a las necesidades

- favorecer el intercambios de productos

- dar la primacía a la voluntad de las personas libres y a sus preferencias y sus necesidades

 

7.4.2.- Limitaciones

La DSI es también consciente de los riesgos que puede suponer el reconocimiento casi idolátrico de la teoría económica del mercado. Por ello, habría que tener en cuenta las siguientes limitaciones que se dan o se han dado en el mercado libre:

- que atienda solamente a la demanda “solvente”, es decir, que el mercado se preocupe, en su producción, de los demandantes con  poder adquisitivo y ofrezca nada más lo “vendible”.

- la lógica del mercado plantea también serias objeciones de tipo moral, que se refieren tanto al carácter mercantil de las necesidades como a la selección ética de lo que se produce. En el primer caso la objeción viene de que ciertos bienes no pueden ni deben venderse ni comprarse. Sería el caso de bienes de tipo humano, religioso, espiritual y cultural.

En otro caso, el mercado a veces produce cosas inmorales, como la pornografía, fomenta necesidades artificiales en vez de atender a las necesidades básicas o prioritarias.

También el mercado se encuentra limitado a la hora de establecer para quién se destinan las rentas de producción, es decir, se trata de valorar cómo incide el mercado sobre la remuneración al trabajador y las condiciones físicas del trabajo mismo.

En algunas situaciones el mercado no llega a valorar la justicia de los salarios y los derechos del trabajo. Situación que puede darse en los casos de reestructuración del trabajo en los que se tiende al criterio de la eficacia económica nada más y no se mira al mal tan grande que se produce en los trabajadores que despiden y se quedan sin trabajo y por lo tanto sin modo de vida.


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Damos gracias a Dios por la vida del P. Ignacio Garro, SJ † quien, como parte del blog, participó con mucho entusiasmo en este servicio pastoral, seguiremos publicando los materiales que nos compartió.


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