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La Imagen de la Divina Misericordia


Imagen

La imagen de Jesús Misericordioso, que también se conoce como la imagen de la Divina Misericordia, es una de las imágenes de Cristo crucificado y resucitado más famosas en la historia de la Iglesia y del mundo. Es una imagen extraordinaria, no sólo por ser tan conocida en tantos países, sino sobre todo porque su co-autor es Jesús mismo, quien se apareció a santa Faustina mostrándose según aparece en la imagen cuando ella se encontraba en su celda, en el convento de la Congregación las Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia, en Plock, el 22 de febrero de 1931. Allí Jesús le pidió que pintara esta imagen. Al anochecer, estando en mi celda – narraba en su Diario santa Faustina – vi al Señor Jesús vestido con una túnica blanca. Tenía una mano levantada para bendecir y con la otra tocaba la túnica sobre el pecho. De la abertura de la túnica en el pecho, salían dos grandes rayos: uno rojo y otro pálido (…). Después de un momento, Jesús me dijo: Pinta una imagen según el modelo que ves, y firma: Jesús, en Ti confío. Deseo que esta imagen sea venerada primero en su capilla y luego en el mundo entero (Diario 47).

La imagen, pues, fue pintada por voluntad expresa del mismo Jesús. Es un signo y también una síntesis visual de todo el mensaje de la misericordia de Dios, tal como el Señor trasmitió a través de santa Faustina: por un lado, nos recuerda el misterio revelado en la Sagrada Escritura sobre el amor misericordioso de Dios hacia hombre, y por otro, exhorta al hombre a formarse en el espíritu de una auténtica actitud cristiana de confianza en Dios y de misericordia hacia los demás; también es como un recipiente que sirve para obtener las gracias que Jesús nos aseguró mediante sus promesas. Jesús prometió conceder todas las gracias y bendiciones temporales (si son conformes a la voluntad de Dios), siempre y cuando se rece ante la imagen de Jesús Misericordioso con una oración confiada, y que esta oración vaya acompañada de la práctica de actos y obras de misericordia para con el prójimo; pero el Señor también asoció a esta oración confiada unas promesas particulares: la gracia de la salvación, el progreso decidido en el camino de la perfección cristiana y la gracia de una muerte feliz.

La primera imagen de la Divina Misericordia fue pintada por el pintor Eugeniusz Kazimirowski en su estudio de Vilna, bajo la supervisión y la atenta mirada de Sor Faustina, en 1934. Desde entonces, se han pintado varias versiones diferentes de la imagen del Cristo Misericordioso, todas ellas basadas en la visión que tuvo Sor Faustina en Plock, las cuales se encuentran en iglesias y capillas del mundo entero. De entre todas ellas, la imagen milagrosa que hay en la capilla del convento de las Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia en el Santuario de la Divina Misericordia en Cracovia-Łagiewniki ocupa un lugar especial en la iconografía y en el culto de la Divina Misericordia. Con esta imagen su cumplieron las palabras de Jesús, cuando dijo: Deseo que esta imagen sea venerada primero en su capilla y luego en el mundo entero (Diario 47), aunque éste no era el primero cuadro pintado bajo la supervisión de Sor Faustina, ni la primera imagen de Jesús Misericordioso que decora alguna de las capillas de la Congregación. Esta imagen de Cristo es muy venerada por los fieles, y es famosa por las numerosas gracias que se reciben, y cuyas copias y reproducciones se pueden encontrar en todas partes de los cinco continentes del Mundo.




Esbozo de la imagen

Un esbozo de la imagen fue mostrado por Jesús mismo en la visión que Sor Faustina tuvo cuando se encontraba en Plock el 22 de febrero de 1931 (Cf. Diario 47). En la visión, Jesús aparecía vestido con una túnica blanca. Tenía la mano derecha levantada para bendecir y con la izquierda tocaba la túnica sobre el pecho. De la abertura de la túnica en el pecho, salían dos grandes rayos: uno rojo y otro pálido. En la parte inferior de la imagen aparecen las palabras: “Jesús, confío en ti”.

En la imagen, Cristo resucitado está vestido con una túnica blanca. Tiene su mano derecha levantada en un gesto de bendición. Al describir la visión, nada se dijo respecto a la altura exacta a la que debía estar la mano levantada para bendecir. En la imagen que pintó Eugeniusz Kazimirowski, para quien posó el Padre Miguel Sopoćko, Jesús mantiene su brazo derecho levantado hasta la altura del hombro, porque tal era el rito de dar la bendición en aquel tiempo. Según el „Diario”, no es relevante si la mano está levantada hasta la altura del hombro o no. Lo importante es que la mano derecha haga el gesto de dar la bendición (Diario 47).

Algunos elementos del esbozo de esta imagen de Cristo Misericordioso fueron esclarecidos más tarde por Jesús mismo, durante varias visiones sucesivas que tuvieron lugar en Vilna, en 1934, tiempo durante el cual el pintor Eugeniusz Kazimirowski realizaba su obra bajo la atenta mirada de Sor Faustina que sería, como ya se ha dicho, la primera imagen pintada según la visión de Plock. Cuando Sor Faustina le preguntó al Señor sobre la importancia de los rayos, dijo: Los dos rayos significan la Sangre y el Agua. El rayo pálido simboliza el Agua que justifica a las almas. El rayo rojo simboliza la Sangre que es la vida de las almas… Ambos rayos brotaron de las entrañas mas profundas de Mi misericordia cuando Mi Corazón agonizante fue abierto en la cruz por la lanza (Diario 299). Así pues, no parece correcto pintar esos rayos de tal forma como si se extendieran por todas partes, tanto hacia abajo como hacia arriba. Estos rayos salen de la abertura de la túnica en el pecho, de donde está el corazón, sin embargo en la imagen el Sagrado Corazón de Jesús no debería verse.

Otro detalle del esbozo se refiere a la mirada de Jesús. Mi mirada en esta imagen es igual a la mirada en la cruz (Diario 326), estas son palabras de Jesús tal como quedaron escritas en el „Diario” de Sor Faustina. Algunas personas, entre las cuales se encuentra el Padre Miguel Sopoćko, las han interpretado literalmente: como en la cruz, es decir, de arriba a abajo. Otros sostienen que estas palabras deben ser interpretadas con un sentido espiritual, no deben ser tomadas al pie de la letra. Las palabras: Mi mirada en esta imagen es igual a la mirada en la cruz significan que se trata de la mirada misericordiosa de Dios, una mirada llena de compasión y solicitud por el hombre, porque Dios le busca incesantemente, tal como fue revelado del modo más pleno posible en la cruz de Cristo.

Uno de los elementos esenciales de la imagen, elemento que está estrictamente relacionado con lo que transmite la imagen, son las palabras: „Jesús, en Ti confío” que el Señor pidió que se escribieran en la parte inferior. El confesor de Sor Faustina en Vilna, el padre Miguel Sopoćko, que fue quien se ocupó de hacer pintar el primer cuadro de la imagen, le preguntó a Sor Faustina, si debajo de la figura de Jesús podían escribirse otras palabras, „Cristo, Rey de Misericordia” (Diario 88). Jesús me recordó – escribía Sor Faustina en su Diario – lo que me había dicho la primera vez, es decir, que estas tres palabras debían ser puestas en evidencia. Las palabras son éstas: Jesús, en Ti confío. Entendí que Jesús deseaba que fuera colocada esa frase, pero además de estas palabras no daba otras órdenes precisas (Diario 327).

Lo más esencial para el mensaje de la Misericordia trasmitido por Jesús a Sor Faustina, incluido el esbozo para la realización de la imagen de la Divina Misericordia, quedó escrito en el „Diario”. En lo que a eso se refiere, nos lo confirman las palabras que Jesús dijo a Sor Faustina hacia el final de su vida: Quédate tranquila, hija Mía, esta obra de la misericordia es Mía, no hay nada tuyo en ella. Me agrada que estés cumpliendo fielmente lo que te he recomendado, no has agregado ni has quitado una sola palabra (Diario 1667).

Al tener instrucciones tan precisas, debería saberse cómo pintar la imagen de Jesús Misericordioso, sin embargo se han hecho muchas imágenes incorrectas. Con frecuencia se omiten las palabras „Jesús, en Ti confío”. A veces aparece el Sagrado Corazón añadido a la imagen o una corona en la cabeza del Señor, para enfatizar que los rayos salieron del Corazón y de ese modo se presenta al Señor como Rey de la Misericordia. También se suele reproducir sólo el rostro de Jesús, bajo el cual se inscriben las palabras „Jesús, en Ti confío”. , Además de las imágenes pintadas de Jesús Misericordioso, también se suelen hacer esculturas, relieves, o imágenes hechas mediantes diversas técnicas modernas. No obstante, para el culto correcto deben usarse las imágenes, siendo fieles al encargo que hizo Jesús cuando dijo: Pinta una imagen según el modelo que ves, y firma: Jesús, en Ti confío (Diario 47).


Significado teológico de la imagen

El Padre M. Sopoćko vincula el significado teológico de esta imagen con la voluntad del Señor por la cual el quería que fuera bendecida y que fuera venerada públicamente el primer domingo después de Pascua. Justamente este domingo, también llamado Domingo in Albis, desde el Concilio de Trento, se lee el Evangelio de San Juan, que habla de la aparición de Jesús a los Apóstoles en el Cenáculo y de la institución del sacramento de la penitencia. La imagen muestra a Cristo resucitado, que nos ofrece la paz, el perdón de los pecados y todas las gracias que nos ha conseguido por su Pasión y muerte en la cruz. Muestra a los discípulos también sus llagas como huellas de la Pasión y como signo de identidad. Ríos de sangre y agua que brotan de su Corazón traspasado (aunque no se ve en la imagen) y las llagas en las manos y los pies que nos hacen recordar los acontecimientos del Viernes Santo. Algo característico de esta imagen son los dos rayos: uno rojo y otro pálido. Cuando Sor Faustina le preguntó a Jesús acerca de su significado, respondió: Los dos rayos significan la Sangre y el Agua. El rayo pálido simboliza el Agua que justifica a las almas. El rayo rojo simboliza la Sangre que es la vida de las almas (Diario 299). Estos dos rayos simbolizan pues los sacramentos, la Iglesia que nace del costado traspasado de Cristo y los dones del Espíritu Santo, cuyo símbolo bíblico es el agua. Bienaventurado quien viva a la sombra de ellos, porque no le alcanzara la justa mano de Dios (Diario 299).

La imagen, según el director espiritual de santa Faustina en Cracovia, tiene una interpretación más amplia, pues no se refiere sólo a los acontecimientos pascuales de la vida de Cristo, sino que son, en general, un signo del amor misericordioso de Dios para toda la humanidad. Este amor de Dios ha sido plenamente revelado por el estilo de vida, los milagros y las enseñanzas de Jesús, pero especialmente en su Pasión, Muerte y Resurrección. La imagen, como subraya el Padre Prof. I. Rozycki, muestra la misericordia de toda la Santísima Trinidad; es por eso que se conoce también como la imagen de la Divina Misericordia o la imagen de Jesús Misericordioso, porque ha sido Él quien ha revelado al hombre este misterio del modo más pleno.

La imagen constituye una síntesis visual de la devoción a la Divina Misericordia, pues no sólo nos muestra el misterio de la Misericordia de Dios, que nos ha sido revelado más plenamente en la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor, sino que también nos indica cuál debe ser la respuesta del hombre a Dios, al conocer dicho misterio de nuestra fe. En las palabras que hay bajo la imagen, Jesús, en Ti confío (Diario 47), se nos indica la respuesta primordial que el hombre debería tener ante este amor misericordioso de Dios que nos precede: se trata de la confianza.

La confianza en los escritos de santa Sor Faustina significa una actitud íntegra del hombre hacia Dios, que viene determinada por la fe, la esperanza, y la caridad; y en cuanto a las virtudes morales se refiere a la humildad y la contrición. Así que aquí se trata de la actitud del niño hacia su padre, que se fía de él sin condiciones. La actitud de confianza en Dios a la cual nos referimos en la devoción a la Divina Misericordia no consiste en un sentimiento piadoso o en un asentimiento intelectual de las verdades de la fe, sino que más bien se trata de una actitud muy concreta, que hacia el exterior se expresa por el cumplimiento de la voluntad de Dios contenida en los diez mandamientos, las obligaciones de estado y las inspiraciones que uno va discerniendo como procedentes del Espíritu Santo. La persona que confía sabe que la voluntad de Dios es para él la misericordia misma, y por eso trata de adoptarla y vivirla en su propia vida.

La imagen recuerda también el deber fundamental de todo cristiano, que es el amor activo hacia el prójimo. Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso (Lc 6, 36) – dijo Jesús a sus discípulos. Así pues, esta imagen de la misericordia de Dios al mismo tiempo nos recuerda la llamada que nos hace el Evangelio para que nos convirtamos „en una imagen de Dios”, mediante la realización de actos de caridad hacia el prójimo. Jesús dijo a Sor Faustina, y a través de ella a todos los devotos de la Divina Misericordia, que la imagen debería recordarnos las expectativas y exigencias de Su misericordia: porque la fe sin obras, por fuerte que sea, es inútil (Diario 742). Exijo de ti obras de misericordia que deben surgir del amor hacia Mi Debes mostrar misericordia al prójimo siempre y en todas partes. No puedes dejar de hacerlo ni excusarte ni justificarte. Te doy tres formas de ejercer misericordia al prójimo: la primera – la acción, la segunda – la palabra, la tercera – la oración. En estas tres formas está contenida la plenitud de la misericordia y es el testimonio irrefutable del amor hacia Mi De este modo el alma alaba y adora Mi misericordia (Diario 742). Jesús desea que sus adoradores y devotos ejerzan durante el día al menos un acto de misericordia al prójimo por amor a Él.


Promesas

La veneración de la imagen de Jesús Misericordioso, por lo tanto, consiste en la oración confiada unida a actos de caridad. Jesús asoció al culto de la imagen de Jesús Misericordioso, entendido de este modo, grandes promesas. Ya en la primera aparición, aseguró que: Prometo que el alma que venera esta imagen no perecerá (Diarios 48), es decir, daba de ese modo la promesa de la salvación eterna. Prometió también que las almas que veneren su imagen debidamente harían grandes progresos en el camino de la perfección cristiana, obtendrían la gracia de una buena muerte, y todas las gracias y beneficios temporales que las almas pidan a Dios en su misericordia con confianza. Ofrezco a los hombres – dijo Jesús a Sor Faustina – un recipiente con el que han de venir a la Fuente de la Misericordia para recoger gracias. Ese recipiente es esta imagen con la firma: Jesús, en Ti confío (Diario 327); Por medio de esta imagen colmaré a las almas con muchas gracias, por eso, que cada alma tenga acceso a ella (Diario 570).

Aún en vida de Sor Faustina, Jesús le aseguró que esta imagen atraería muchas almas a Dios, y que a través de la imagen Su misericordia actuaría en las almas. En abril de 1938 escribió en su Diario: Hoy he visto la gloria de Dios que fluye de esta imagen. Muchas almas reciben gracias aunque no lo digan abiertamente. Aunque su suerte varia, Dios recibe gloria a través de ella y los esfuerzos de Satanás y de la gente mala se estrellan y vuelven a la nada. A pesar de la maldad de Satanás, la Divina Misericordia triunfará en el mundo entero y recibirá el culto de todas las almas (Diario 1789).


Hna. M. Elżbieta Siepak ISMM

Traducción del polaco: Xavier Bordas Cornet


Tomado de:

https://www.santafaustina.es/imagen/?wide=true#more-40

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