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Los Retos de la Familia - 8° Parte: Los retos-desafíos de la Familia




LOS RETOS DE LA FAMILIA EN EL CONTEXTO ACTUAL

Mons. Juan Antonio Reig Pla Obispo de Alcalá de Henares Vicepresidente del Pontificio Instituto Juan Pablo II para estudios sobre el matrimonio y la familia (Sección Española)

Continuación


II. LOS RETOS-DESAFÍOS DE LA FAMILIA EN EL CONTEXTO ACTUAL

Nos proponemos en esta segunda parte señalar los nuevos desafíos con los que se encuentran hoy tanto el matrimonio como la familia. Como es característico del obrar cristiano, en todos los análisis críticos que indicamos a continuación en los que se hace referencia tanto a leyes de la administración como a organizaciones sociales nacionales o internacionales, distinguimos bien entre el respeto a las personas y sus intenciones, y lo que entendemos son hechos objetivos que contradicen el designio de Dios sobre la persona humana, el matrimonio y la familia.

1. La soberanía de la voluntad al margen de la verdad y del bien.

El Preámbulo de la Ley 2/2016, de 29 de marzo, de la Comunidad de Madrid, sobre «Identidad y Expresión de Género e Igualdad Social y no Discriminación» afirma: «Se ha de otorgar soberanía a la voluntad humana sobre cualquier otra consideración física».

Por su parte, el Artículo 4.1 de la Ley anterior y el artículo 4.1.b de la Ley 3/2016, de 22 de julio, de «Protección Integral contra la LGTBifobia y la Discriminación por Razón de Orientación e Identidad Sexual» en la Comunidad de Madrid sentencia: «Toda persona tiene derecho a construir para sí una autodefinición con respecto a su cuerpo, sexo, género y su orientación sexual».

Por su parte la Ley (8/2017, de 7 de abril, de la Generalitat) integral del reconocimiento del derecho a la identidad y a la expresión de género en la Comunidad Valenciana también asume los mismos postulados: «La necesidad de crear un marco normativo que reconozca el derecho a la identidad de género y a la libre expresión del género sentido como un derecho humano fundamental, y dotarlo de las herramientas adecuadas para hacerlo efectivo».

En resumen, tanto estas leyes como otras muchas en temas de matrimonio, familia y vida “consagran” la soberanía despótica de la voluntad al margen de la verdad y del bien. Esta mentalidad ha calado masivamente en la población y constituye uno de los retos de la familia actual.

«Como observó Cicerón, “si los derechos se fundaran en la voluntad de los pueblos, en las decisiones de los príncipes y las sentencias de los jueces, sería jurídico el robo, jurídico el adulterio, jurídica la suplantación de testamentos, siempre que tuvieran a su favor los votos, o los plácemes, de una masa popular”. Y es que “para distinguir la ley buena de la mala, no tenemos más norma que la naturaleza”, con la que se discierne lo justo de lo injusto. “Pensar que esto depende de la opinión de cada uno y no de la naturaleza, es cosa de locos”».8

Como recordaba Benedicto XVI en su visita al Parlamento Federal de Alemania en 2011 «el hombre no es solamente una libertad que él se crea por sí solo. El hombre no se crea a sí mismo. Es espíritu y voluntad, pero también naturaleza, y su voluntad es justa cuando él respeta la naturaleza, la escucha, y cuando se acepta como lo que es, y admite que no se ha creado a sí mismo. Así, y sólo de esta manera, se realiza la verdadera libertad humana».


2. El intento de hacer inútil la encarnación y la pasión-muerte-resurrección de Cristo. “La tecno-redención de identidades inconclusas”: los presupuestos marxistas al servicio del capitalismo tecno-nihilista

Ser persona-varón o persona-mujer es un don de Dios que, por obra de la gracia, nos permite participar proféticamente del amor nupcial de Dios por su Pueblo y de Cristo por su Iglesia; apostatar de este don no solo nos aleja de Dios, sino que, como consecuencia, nos hace incapaces del “don de sí” en el lenguaje del cuerpo. Esta apostasía pretende hacer inútil la encarnación, la pasión, la muerte y la resurrección de Cristo. La “carne” es el quicio de la redención. Lo que no es asumido no es redimido.

Frente al proyecto de redención divina ha emergido otra propuesta “revolucionaria” con los siguientes elementos: a) No existen las identidades persona-varón y persona-mujer, y menos como un don otorgado por Dios; b) Nuestras identidades más bien están por concluir y además pueden ser cambiantes o, peor aún, carecemos de identidad, somos la pura arbitrariedad anclada en una libertad nihilista; c) Es la tecnología la que nos va a permitir “ser” lo que queramos o sintamos ser en cada momento, sin sufrimientos, sin límites, sin muerte, sólo placer y por toda la “eternidad”, es lo que se podría llamar la “tecno redención”9.

El deseo, al margen de Dios, de inmortalidad y de la superación de las barreras espacio-temporales propias de la naturaleza del hombre necesita de dinero y de poder. No es este el lugar para desarrollar ampliamente el concepto, pero anticiparé que la ideología global subyacente, que está siendo sutilmente promovida en todo este proceso, es lo que se ha venido a llamar tecno-nihilismo, hija natural de la dictadura del relativismo10. El llamado “capitalismo tecno-nihilista” es «un modelo de acumulación económica que, en esta fase histórica, hace depender cada vez más el crecimiento de la capacidad de innovación técnica y que, por consiguiente, necesita de una cultura nihilista para disponer libremente de cualquier significado para no poner obstáculos de ningún tipo a su total despliegue»11. «La economía psíquica del tecnonihilismo es el imperativo “¡goza!”, que marca el paso del deber al placer como principio de realidad»12. Naturalmente, esto ha exigido someter el noble ejercicio de la buena política13 a las exigencias del Gran Dinero, que es en realidad quien gobierna el mundo; la naturaleza humana se torna así en un simple instrumento bioeconómico al servicio del tecnocapitalismo. La cuestión es clara: para maximizar el enriquecimiento de los poderosos y alcanzar sus fines (post-humanismo) la lógica de producción-consumo no debe tener límite moral alguno. La paradoja es que los presupuestos anti-Dios y anti-familia que sustentan esta tesis son claramente marxistas.


3. Nos encontramos ante un ataque planificado, científica y sistemáticamente, contra el orden de la creación y de la redención

El Papa Benedicto XVI afirmaba que «el libro de la naturaleza es uno e indivisible»; el Papa Francisco desarrolla el mismo concepto en Laudato Si” con la expresión «ecología integral»; lo mismo hizo el Papa San Juan Pablo II al hablar de la “ecología humana” en Centesimus annus (nn. 37-39). Sin embargo, todos tendemos a mirar la realidad atomizadamente —y así se procura que suceda desde el poder—, como si unas cosas no tuvieran relación con otras, como si todo fuera casual, como si el mal no estuviese organizado. Que nadie se engañe, lo que contemplan nuestros ojos no es más que una de las muchas piezas del puzle de la estructura esclavista y de muerte que se está construyendo a nivel mundial.

El proceso de deconstrucción de la persona, del matrimonio, de la familia, de la escuela y de la sociedad viene de lejos. Es esencial no contemplar las distintas piezas del puzle de forma atomizada como hacíamos hasta hace bien poco: que si la lacra del divorcio, que si la anticoncepción, que si el crimen del aborto, etc. En realidad nos encontramos ante un ataque global programado, científica y sistemáticamente, contra el orden de la creación-encarnación-redención: injusticia social (con la síntesis del marxismo y el liberalismo), ecología idolátrica y fragmentada, anticoncepción, esterilización, aborto, “amor romántico”, divorcio, “amor libre”, técnicas de reproducción asistida, “pornificación” de las relaciones personales y de la cultura, sexualidad sin verdad, usurpación deliberada de la filiación natural de los niños, manipulación arbitraria de la anatomía, de la fisiología y de la identidad personal, eutanasia y suicidio asistido, “poliamor”, realidad virtual sustitutiva, manipulación y mejoramiento genético de embriones, bio-neuro-ingeniería posthumanista, etc. son sólo una parte de los escalones, programados, científica y sistemáticamente, en orden a la deconstrucción de la “identidad-misión”, querida por Dios para el ser humano. Toda persona humana posee una verdad integral que sólo es alcanzada cuando la contemplamos en su unidad sustancial cuerpo-espíritu, en la diferencia varón-mujer, en la llamada a la comunión con el prójimo y en la vocación a adorar y amar, sobre todas las cosas, al único Dios verdadero. Esta es la verdadera ecología humana integral que debe ser cultivada en la familia cristiana (Cf. Papa Francisco, Laudato Si” 137-162 y San Juan Pablo II, Centesimus annus 37-39).

Este es, por tanto, otro de los retos; es necesario que pastores, catequistas, formadores, profesores y familias seamos conscientes de que nos encontramos ante un ataque planificado, científica y sistemáticamente, contra el orden de la creación y de la redención. Una pastoral familiar reducida a actos puntuales y temáticos a base de reuniones y el cultivo de emociones es insuficiente.


4. El método de destrucción del matrimonio, de la familia y de la vida: el constructivismo filosófico

Abusando de simplicidad, el constructivismo filosófico postula un modelo epistemológico en el que la “realidad” no sería más que una construcción “inventada”. Lo que creemos que es la realidad solo sería una construcción mental del sujeto “cognoscente”, atrapado por las limitaciones perceptivas de sus sentidos y de las propias estructuras neurológicas. Estas estructuras neurológicas procesarían lo percibido estableciendo categorías (clasificaciones) que permitirían la “interpretación” de los datos percibidos. Ahora bien, categorizar, clasificar, exige el lenguaje, palabras, es decir, conceptos que ofrezcan un modelo de interpretación de lo percibido; a estos “modelos” que se aceptan universalmente sin ser cuestionados les llamamos paradigmas. En fin, la realidad es inaprensible, solo existe el lenguaje, y éste siempre es construcción y construcción ideológica; nos encontramos ante un método hijo del relativismo.

Desde mediados del siglo XX, esta corriente de pensamiento ha sido aplicada de modo científico y sistemático en nuestras sociedades, por cierto con gran “éxito”; ello ha permito cambiar masivamente la percepción que tienen las personas respecto a muchos aspectos de la realidad, todo en orden a deconstruir primero los “viejos paradigmas” para, a continuación, “construir” unos nuevos.

Como digo el método ha sido sucesivamente aplicado a la cultura, después al derecho y desde él a la enseñanza, a la sanidad y a todos los aspectos de la vida social, alcanzando, por imperio despótico de la ley, la intimidad del hogar y de las personas. El asalto en marcha, tras la falta de respuesta de algunas comunidades eclesiales cristianas, es ahora contra la Iglesia Católica, particularmente contra la Sagrada Tradición y el Magisterio sobre el matrimonio, la familia y la vida.

También en el ámbito específico de la Doctrina Católica se está utilizando este método. No son pocos los que están pidiendo, con la excusa de acercarse más al hombre contemporáneo, una “renovación” del lenguaje14 tanto litúrgico como doctrinal.

El cambio en el lenguaje es esencial para cambiar el paradigma de la acción salvífica de Cristo que consiste en: «la Caridad en la Verdad, aplicando la ley de la gradualidad»15. Sin embargo el “Nuevo Paradigma” que se quiere promover reza así: «“ampliemos” la misericordia, aplicando la gradualidad de la ley». A este “Nuevo Paradigma” el Papa Francisco lo llama “buenismo destructivo, que en nombre de una misericordia engañadora venda las heridas sin antes curarlas y medicarlas; que trata los síntomas y no las causas y las raíces. Es la tentación de los «buenistas», de los temerosos y también de los así llamados «progresistas y liberales»” (Papa Francisco, Discurso en la clausura de la III Asamblea general extraordinaria del Sínodo de los Obispos, 18 de octubre de 2014).


Referencias

8 Cicerón, De legibus 1, XVI, 44, citado por Ayuso, Miguel, La “evaporación del matrimonio”. En De matrimonio, Algunas reflexiones (políticas) sobre la naturaleza del matrimonio y la familia. Marcial Pons, 2015.
9 Roca, A., & Dellacasa, M. A. (2015). Tecno redención de cuerpos transexuales: apropiación tecnológica y autogestión de identidades inconclusas. Mediações-Revista de Ciências Sociais, 20(1), 239-259 [en línea]. [Consulta: 24-4-2017]. Disponible en web: .
10 Papa Benedicto XVI: «La “dictadura del relativismo” amenaza con oscurecer la verdad inmutable sobre la naturaleza del hombre, sobre su destino y su bien último» (Homilía en la Santa Misa en el Bellahouston Park de Glasgow - Viaje apostólico al Reino Unido, 16-9-2010). Papa Francisco: «Pero hay otra pobreza. Es la pobreza espiritual de nuestros días, que afecta gravemente también a los Países considerados más ricos. Es lo que mi Predecesor, el querido y venerado Papa Benedicto XVI, llama la “dictadura del relativismo”, que deja a cada uno como medida de sí mismo y pone en peligro la convivencia entre los hombres» (Discurso al Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede, 22-3-2013).
11 M. Magatti, La fe ¿esperanza para Europa?, [en línea]. [Consulta: 22-2-2016]. Disponible en web: .
Cf. M. Magatti, Libertà immaginaria. Le illusioni del capitalismo tecno-nichilista, Feltrinelli, Milano, 2009.
12 Antonio Spadaro, S.J., La gran contracción. Lección y significado de la reciente crisis, Pontificia Universidad Católica de Chile, Revista de Antropología y Cultura Cristiana Humanitas, 2014, n. 75, pág. 69.
13 Papa Francisco: «Involucrarse en la política es una obligación para un cristiano. Nosotros, cristianos, no podemos “jugar a Pilato”, lavarnos las manos: no podemos. Tenemos que involucrarnos en la política porque la política es una de las formas más altas de la caridad, porque busca el bien común. Y los laicos cristianos deben trabajar en política» (Discurso a los estudiantes de las escuelas de los jesuitas de Italia y Albania, 7-6-2013).
14 No se debe confundir el ambiguo, confuso y engañoso “Nuevo Lenguaje” promovido por el Nuevo Paradigma Mundial - también en el interior de la Iglesia - con aquello que ya pedía San Juan Pablo II hablando de la Nueva Evangelización: “un nuevo ardor, nuevos métodos y una nueva expresión para el anuncio y el testimonio del Evangelio” (San Juan Pablo II, Exhortación Apostólica Pastores dabo vobis, n. 18). También el Papa Francisco insiste en la misma idea que San Juan Pablo II: “con ardor renovado, utilizando nuevos métodos y nuevas expresiones” (Papa Francisco, Discurso a los participantes en la Plenaria del Comité Pontificio para los Congresos Eucarísticos Internacionales, 27-9-2014).
15 Dice el Papa Francisco: «el testimonio es sin condiciones, debe ser firme, debe ser decidido, debe tener el lenguaje, tan fuerte, de Jesús: ¡sí, no!». Es exactamente «este el lenguaje del testimonio» (Papa Francisco, Misa matutina, 30-6-2014). También San Juan Pablo II lo expresaba así: “Aprended a pensar, a hablar y a actuar según los principios de la sencillez y de la claridad evangélica: “Sí, sí; no, no”. Aprended a llamar blanco a lo blanco, y negro a lo negro; mal al mal, y bien al bien. Aprended a llamar pecado al pecado, y no lo llaméis liberación y progreso, aun cuando toda la moda y la propaganda fuesen contrarias a ello. Mediante esta sencillez y claridad se construye la unidad del Reino de Dios” (San Juan Pablo II, Homilía, 26-3-1981).



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