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El Espíritu Santo nos hace rebosar de esperanza



PAPA FRANCISCO

AUDIENCIA GENERAL

Plaza de San Pedro
Miércoles 31 de mayo de 2017



Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Ante la proximidad de la solemnidad de Pentecostés no podemos no hablar de la relación que hay entre la esperanza cristiana y el Espíritu Santo. El Espíritu es el viento que nos empuja hacia adelante, que nos mantiene en camino, nos hace sentir peregrinos y forasteros, y no nos permite acomodarnos y convertirnos en un pueblo “sedentario”. La carta a los Hebreos compara la esperanza con un ancla (cf. 6, 18-19); y a esta imagen podemos añadir la de la vela. Si el ancla es lo que da a la barca la seguridad y la tiene “anclada” entre las olas del mar, la vela es, sin embargo, lo que la hace caminar y avanzar en las aguas. La esperanza es realmente como una vela; esa recoge el viento del Espíritu Santo y lo transforma en fuerza motriz que empuja la barca, según los casos, al mar o a la orilla.

El apóstol Pablo concluye su Carta a los Romanos con este deseo: escuchad bien, escuchad bien que deseo tan bonito: «El Dios de la esperanza os colme de todo gozo y paz en vuestra fe, hasta rebosar de esperanza por la fuerza del Espíritu Santo» (15, 13). Reflexionemos un poco sobre el contenido de esta bellísima palabra. La expresión “Dios de la esperanza” no quiere decir solamente que Dios es el objeto de nuestra esperanza, es decir Aquel que esperamos alcanzar un día en la vida eterna; quiere decir también que Dios es Aquel que ya ahora nos hace esperar, es más, nos hace «alegres en la esperanza» (Romanos 12, 12): alegres de esperar, y no solo esperar ser alegres. Es la alegría de esperar y no esperar tener alegría, ya hoy. “Mientras haya vida, hay esperanza”, dice un refrán popular; y es verdad también lo contrario: mientras hay esperanza, hay vida. Los hombres necesitan esperanza para vivir y necesitan del Espíritu Santo para esperar.

San Pablo —hemos escuchado— atribuye al Espíritu Santo la capacidad de hacernos incluso “rebosar de esperanza”. Rebosar de esperanza significa no desanimarse nunca; significa esperar «contra toda esperanza» (Romanos 4, 18), es decir, esperar también cuando desaparece cualquier motivo humano para esperar, como fue para Abraham cuando Dios le pidió sacrificar a su único hijo, Isaac, y como fue, aún más, para la Virgen María bajo la cruz de Jesús.

El Espíritu Santo hace posible esta esperanza invencible dándonos el testimonio interior que somos hijos de Dios y sus herederos (cf. Romanos 8, 16). ¿Cómo podría Aquel que nos ha dado al propio Hijo no darnos cualquier otra cosa junto a Él? (cf. Romanos 8, 32). «La esperanza —hermanos y hermanas— no falla: la esperanza no falla, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado» (Romanos 5, 5). Por eso no falla, porque está el Espíritu Santo dentro de nosotros que nos empuja a ir adelante, ¡siempre! Y por eso la esperanza no falla.

Hay más: el Espíritu Santo no nos hace solo capaces de esperar, sino también de ser sembradores de esperanza, de ser también nosotros —como Él y gracias a Él— “paráclitos”, es decir consoladores y defensores de los hermanos, sembradores de esperanza. Un cristiano puede sembrar amarguras, puede sembrar perplejidad, y esto no es cristiano, y quien hace esto no es un buen cristiano. Siembra esperanza: siembra aceite de esperanza, siembra perfume de esperanza y no vinagre de amargura y de desesperanza. El beato cardenal Newman, en un discurso suyo, decía a los fieles: «Instruidos por nuestro mismo sufrimiento, nuestro mismo dolor, es más, por nuestros mismos pecados, tendremos la mente y el corazón ejercitados para cualquier obra de amor hacia aquellos que lo necesitan. Seremos, en la medida de nuestra capacidad, consoladores a imagen del paráclito —es decir del Espíritu Santo—, y en todos los sentidos que esta palabra conlleva: abogados, asistentes, portadores de consuelo. Nuestras palabras y nuestros consejos, nuestra forma de hacer, nuestra voz, nuestra mirada, serán gentiles y tranquilizadores» (Parochial and plain Sermons, vol. V, Londres 1870, pp. 300s.). Y son sobre todo los pobres, los excluidos, y no amados quienes necesitan a alguien que se haga para ellos “paráclito”, es decir consolador y defensor, como el Espíritu Santo hace con cada uno de nosotros, que estamos aquí en la plaza, consolador y defensor. Nosotros tenemos que hacer lo mismo con los más necesitados, con los más descartados, con los que más lo necesitan, los que sufren más. ¡Defensores y consoladores!

El Espíritu Santo alimenta la esperanza y no solo el corazón de los hombres, sino también toda la creación. Dice el apóstol Pablo —esto parece un poco raro, pero es verdad: que también la creación fue “sometida en la esperanza” hacia la liberación y “gime y sufre” como en un parto (cf. Romanos 8, 20-22). «La energía capaz de mover el mundo no es una fuerza anónima y ciega, sino la acción del “espíritu de Dios que aleteaba por encima de las aguas” (Génesis 1, 2) al inicio de la creación» (Benedicto XVI, Homilía, 31 mayo 2009). También esto nos empuja a respetar la creación: no se puede manchar un cuadro sin ofender al artista que lo ha creado.


Hermanos y hermanas, la próxima fiesta de Pentecostés —que es el cumpleaños de la Iglesia— nos encuentre unánimes en la oración, con María, la Madre de Jesús y nuestra. Y el don del Espíritu Santo nos haga abundar en la esperanza. Os diré más: nos haga derrochar esperanza con todos aquellos que están más necesitados, más descartados y por todos aquellos que tienen necesidad. Gracias.


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Tomado de
www.vatican.va

Ofrecimiento Diario - Orando con el Papa Francisco en el mes de JUNIO 2017

Compartimos la intención del Papa Francisco para este mes de Junio y las oraciones que nos permitan unirnos a él en oración a través de la Red Mundial. Acceda AQUÍ.

La ascensión del Señor

El P. Adolfo Franco S.J., nos comparte su reflexión sobre el evangelio del domingo 28 de mayo: "Celebramos la Ascensión del Señor; es una indicación de cuál es el camino de nuestra vida." También para escuchar el audio o descargarlos en MP3, acceda AQUÍ.

Santísima Trinidad: 9° Parte - Cómo obra Dios, La Vida de Dios y Operaciones Inmanentes - La Voluntad Divina

El P. Ignacio Garro, S.J. nos presenta, como una de sus operaciones inmanentes, la Voluntad Divina: Su existencia y perfección, su objeto, sus propiedades y sus divisiones. Acceda AQUÍ.

Libros Históricos del Antiguo Testamento: 1° Libro de los Reyes

El P. Fernando Martínez S.J. continúa brindándonos su estudio del Antiguo Testamento, en esta oportunidad nos presenta la historia del rey Salomón que se encuentra en el libro de los Reyes. Acceda AQUÍ.

Papa Francisco y los enfermos en Fátima

El Papa Francisco dedica sus palabras a los enfermos peregrinos poniéndoles como ejemplo la disponibilidad de los pastorcitos de Fátima ante la pregunta de la Virgen: ¿Quieren ofrecerse a Dios?. Acceda AQUÍ.

Bendición de las velas en Fátima - Saludo del Papa Francisco

Saludo del Papa Francisco durante la bendición de las velas en Fátima, durante su peregrinaje con ocasión del centenario de las apariciones. Acceda AQUÍ.

Homilía del Papa Francisco en la canonización de Jacinta y Francisco

Ofrecemos la Homilía del Papa Francisco para la canonización de los pastorcitos de Fátima, los beatos Francisco y Jacinta Marto. Acceda AQUÍ.

Oración del Papa Francisco a la Virgen de Fátima

Con ocasión del centenario de las apariciones de la Virgen de Fátima, el Papa Francisco le dedica una oración. Acceda AQUÍ.

Oraciones diarias Click To Pray en PDF, Videos y Audios - MAYO 2017

Oremos en Mayo junto al Papa Francisco a través de la Red Mundial de Oración. Podemos descargar las oraciones del mes en PDF, o acceder día a día por VÍDEO o AUDIO. Acceda AQUÍ.

Oraciones diarias para unirnos a la Red Mundial del Papa en el mes de MAYO 2017 - ClickToPray, 16 al 31

Compartimos las oraciones diarias de ClickToPray - Red Mundial de Oración del Papa, para continuar unidos en oración a lo largo del día durante Mayo. Agradecemos al P. José Enrique Rodríguez S.J. Secretario Nacional del Apostolado de la Oración - Perú, por compartir este material. Acceda AQUÍ.

La ascensión del Señor


P. Adolfo Franco, S.J.

Mateo 28, 16-20

Los once discípulos fueron a Galilea, a la montaña donde Jesús los había citado.
Al verlo, se postraron delante de el; sin embargo, algunos todavía dudaron.
Acercándose, Jesús les dijo: «Yo he recibido todo poder en el cielo y en la tierra.
Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Y yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo».

Palabra de Dios.

Celebramos la Ascensión del Señor; es una indicación de cuál es el camino de nuestra vida.


Jesucristo se despide de sus apóstoles al final de su vida en la tierra y les encomienda su propia labor. Ellos deben continuarla. Y ahora que ya todo está culminado, puede volver al Padre; El mismo ha descrito así su vida: salí del Padre y vuelvo al Padre. Salió del Padre para hacerse hombre en la Encarnación, y vuelve al Padre ahora en su Ascensión. Y cuántas cosas han pasado entre el momento inicial cuando empezaba su existencia humana, y éste otro momento, en que puede decir lo que exclamó desde la cruz: Todo está cumplido. Ha pasado por el mundo haciendo el bien, curando enfermos, sembrando esperanza, eliminando miedos; de cuántas maneras presentó el mensaje de salvación, a cuántas personas les dio esperanzas y les suprimió el sufrimiento. Y sobre todo proclamó muy alto que el Dios a quien adoramos es nuestro Padre y nos ama.

¿Qué pensaría Jesucristo mientras está realizando este retorno a su Padre? ¿pensaría quizá esto...?

“Recibí un encargo cuando el Padre decidió el que yo bajara a la tierra, para vivir como verdadero hombre durante treinta y tres años. Nací de una mujer escogida por mi Padre y preparada para que me acogiera en su seno purísimo. Qué hermosa madre tuve: fuerte de alma, tierna de sentimientos, toda hermosa y llena de Dios, tanto que en ella no cabía otra cosa. Con ella, cuando yo no era más que un Niño, cumplía con alegría las oraciones de todo buen israelita; pero no había en esas oraciones ni costumbre, ni rutina. Esas oraciones eran cada día nuevas, como recién inventadas. Ella me quiso con toda su alma, pasábamos tantos ratos juntos; yo me daba cuenta de que me miraba continuamente, pero no quiso retenerme para sí, siempre me dejó libre. Qué pocas cosas necesitábamos para ser plenamente felices. Viví muy pobremente porque en esa pobreza encontraba una libertad absoluta. No estar pegado a nada, y con sencillez aceptaba ser ayudado por aquellos con los que me fui encontrando; realmente me gustó el sentimiento de necesitar a mis pobres hermanos los hombres.

Recuerdo los años que viví como carpintero, junto a ese buen maestro José. Cómo le agradezco que pusiera su vida al servicio de mi obra, sin pedir nada para sí: lo dio todo, y no reclamó nada. Era un buen carpintero y sabía enseñar el oficio. El fue el protector de mi casa. Con él he paseado por los caminos y he visto lirios y pájaros, he llenado mi vista con las espigas. Algunos pudieron pensar que desperdiciaba treinta años de mi vida, de una vida tan corta de treinta y tres. Pero puedo decir que en esos años aprendí las parábolas, las que después me sirvieron para explicar lo que es el Reino de Dios. Aprendí en el libro abierto de la vida: cada persona con que me encontré fue una hermosa lección de ese libro; me gustó mucho descubrir las huellas de mi Padre que había en todos los paisajes, en cada hoja y en cada árbol y sobre todo en cada alma: sabía que esa huella de mi Padre en el corazón de cada hombre era ya el comienzo del Reino de los Cielos.

El Padre me había encomendado enseñar una doctrina, una forma de vivir, tuve mis treinta años primeros para vivirla primero, para después decir qué bienaventurados son los pobres, y yo lo había experimentado; en esos años y siempre experimenté la Providencia, la protección del Padre alimentando a los pájaros y cuidando a los suyos. En cada momento de esos treinta años iba creciendo en experiencia: vi mercaderes en perlas, y buscadores de tesoros. Cada día percibía en mí la hermosura de dejar todo por el Padre, la tranquilidad que hay en no buscar posesiones.

Después vino la nueva etapa de implantar, con la predicación y la fatiga de cada día, el Reino de mi Padre. Cuánto me ayudaron mis doce amigos. Cada uno distinto, cada uno tan amigo (y siento tanta tristeza cuando pienso en Judas). Cada uno era un noble bloque de mármol, y había que hacer de ese bloque una escultura, cada uno diferente. El Espíritu Santo terminará las doce obras maestras.

Me encontré con los enfermos, los abandonados, los sin esperanza: a cada uno les llevé el mensaje que necesitaban: al que necesitaba curación lo curé, al que necesitaba luz le ofrecí luz. Esos encuentros con las necesidades de los hombres, ¡cómo los recuerdo! Y siempre estaré con ellos. A veces me encontré con la dureza, y luché contra ella sin cansancio; nunca entenderé cómo se puede ser despiadado con los hombres para defender a Dios: los fariseos de entonces y de ahora no me entran en la cabeza, pero también por ellos me ofrecí.

Y al final, cuando se asomaba la “Hora” en que había de ser sacrificado, pude amar sin medida, porque para eso había venido al mundo, para dar la vida. Tenía todo mi Corazón para amar: y cómo me apaciguó el dolor de la Cruz, el ofrecer a mis hermanos todo el amor, hasta la última gota de agua y sangre. Ahora todos esos seres humanos son un pueblo rescatado para mi Padre, mi querido Padre (¡qué pronto nos vamos a encontrar!)...”

Y, aunque estoy subiendo al Cielo, les he certificado que nunca los dejaré solos, que estaré con ellos, con los hombres, todos los días hasta el fin del mundo”.

En realidad ¿Cuáles serían los pensamientos de Jesús cuando ascendía al cielo?



Escuchar AUDIO o descargar en MP3
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Agradecemos al P. Adolfo Franco, S.J. por su colaboración.
Para acceder a otras reflexiones del P. Adolfo acceda AQUÍ.



Libros Históricos del Antiguo Testamento: 1° Libro de los Reyes



P. Fernando Martínez Galdeano, S.J.

Salomón (1° de los Reyes, 1-11)

Ungido en vida por su venerado padre David, Salomón fue eliminando a quienes podían poner en peligro su trono. La gran obra de su reinado fue la construcción del templo. Estaba concebido éste como un lugar de culto para todas las tribus. En él se depositaría el Arca de la Alianza. Y junto al templo, el rey construiría su palacio.

En la solitaria costa del golfo de Aqaba (Ezion Geber) se construyó un abrigado y seguro puerto para traficar con el reino de Sabá (actual Yemen del Sur), las Indias y el África oriental. Metido en demasiados gastos, Salomón aumentó sus impuestos e impuso un impopular trabajo forzado.

Todo este considerable gasto público fue el comienzo del fin. Se fue gestando así el cisma entre los reinos del Norte y del Sur.

Las exigencias económicas de Salomón no sólo fueron excesivas sino además injustas.

Salomón murió (hacia el año 930 a.C.), y le sucedió en el trono su hijo Roboam, pero las tribus del Norte hartas de la realeza dinástica ya no querían concederle el poder sino a Jeroboam, un huido a Egipto por rebelarse contra Salomón.

ESTANDO YA PRÓXIMO A MORIR, DAVID HIZO ESTAS RECOMENDACIONES A SU HIJO SALOMÓN: YO EMPRENDO EL VIAJE DE TODOS. ¡ÁNIMO, SÉ UN HOMBRE! GUARDA LAS CONSIGNAS DEL SEÑOR TU DIOS, CAMINANDO POR SUS SENDAS, GUARDANDO SUS PRECEPTOS, MANDATOS, DECRETOS Y NORMAS, COMO ESTÁN ESCRITOS EN LA LEY DE MOISÉS; PARA QUE TENCAS ÉXITO EN TODAS TUS EMPRESAS, DONDEQUIERA QUE VAYAS; PARA QUE EL SEÑOR CUMPLA LA PROMESA QUE ME HIZO:
SI TUS HIJOS SABEN COMPORTARSE, CAMINANDO SINCERAMENTE EN MI PRESENCIA, CON TODO EL CORAZÓN Y CON TODA EL ALMA, NO TE FALTARÁ UN DESCENDIENTE EN EL TRONO DE ISRAEL. (1Re 2,1-4)


Guía del Libro primero de los Reyes

(1,1-2,46) • Intrigas para suceder a David. • Salomón es elegido rey. • Testamento y muerte de David. • Eliminación de adversarios.
(3,1-5,14) • Matrimonio de Salomón. • Su petición de sabiduría. • Juicio de Salomón. • La organización del reino. • Su fama.
(5 15-9,9) • Alianza de Salomón con Jirán, rey de Tiro. • Construcción del templo.
• Construcción del palacio. • Traslado del arca. • Dedicación del templo. • Oración de Salomón. • Bendición del pueblo y conclusión de la fiesta. • Aparición divina.
(9,10-10,29) • Cumplimiento del tratado con Jirán. • El trabajo forzoso. • La flota de Salomon.
• Visita de la reina de Sabá. • Riquezas de Salomón.
(11,1-43) • Las mujeres de Salomón. • Sus enemigos exteriores. • Revuelta de Jeroboam. • Muerte de Salomón.
(12,1-13,34) • Asamblea de Siquén. • División y cisma. • Condena del altar de Betel. • El hombre de Dios y el profeta.
(14 1-16,34) • Historia de los dos reinos (N y S) hasta el tiempo de Elias: Jeroboam I (N), Roboam (S), Abías (S), Asá (S), Nadab (N), Basá (N), Elá (N), Zimrí (N), Omrí (N) y Ajab (N). (c. 17-22) • Actividades de Elias.


DE TODAS LAS NACIONES VENÍAN A ESCUCHAR AL SABIO SALOMÓN, DE TODOS LOS REINOS DEL MUNDO QUE OÍAN HABLAR DE SU SABIDURÍA. CUANDO JIRÁN, REY DE TIRO, SE ENTERÓ DE QUE SALOMÓN HABÍA SUCEDIDO A SU PADRE EN EL TRONO, LE MANDÓ UNA EMBAJADA, PORQUE JIRÁN HABÍA SIDO SIEMPRE ALIADO DE DAVID. SALOMÓN LE CONTESTÓ: TÚ SABES QUE MI PADRE DAVID NO PUDO CONSTRUIR UN TEMPLO EN HONOR DEL SEÑOR SU DIOS, DEBIDO A LAS QUERRÁS EN QUE SE VIÓ ENVUELTO, MIENTRAS EL SEÑOR IBA PONIENDO A SUS ENEMIGOS BAJO SUS PIES. AHORA EL SEÑOR MI DIOS ME HA DADO PAZ EN TODO EL TERRITORIO; NO TENSO ADVERSARIOS NI PROBLEMAS CLAVES. HE PENSADO CONSTRUIR UN TEMPLO EN HONOR DEL SEÑOR MI DIOS, COMO DIJO EL SEÑOR A MI PADRE DAVID:
TU HIJO, AL QUE HARÉ SUCESOR TUYO EN EL TRONO, SERÁ QUIEN CONSTRUYA UN TEMPLO EN MI HONOR. ASÍ, PUES, MANDA QUE ME CORTEN CEDROS DEL LÍBANO. MIS ESCLAVOS IRÁN CON LOS TUYOS, TE PASARE EL JORNAL QUE DETERMINES PARA TUS ESCLAVOS, PUES YA SABES QUE NOSOTROS NO TENEMOS TALADORES TAN EXPERTOS COMO LOS FENICIOS, (1Re 5.14-20)



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Agradecemos al P. Fernando Martínez, S.J. por su colaboración.
Para acceder a las publicaciones anteriores acceder AQUÍ.


Oraciones diarias para unirnos a la Red Mundial del Papa en el mes de JUNIO 2017 - ClickToPray, 1 al 15

Material de ClickToPray para el mes de JUNIO
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Agradecemos al P. José Enrique Rodríguez S.J.
Secretario Nacional del AO Perú por compartir este material con nosotros.







Oraciones diarias Click To Pray en PDF, Videos y Audios - JUNIO 2017



Ofrecimiento diario
Orando con el Papa Francisco en el mes de JUNIO 2017


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