Historia de la Devoción al Corazón de Jesús en el Perú - 23° Parte: Labor de la Compañía de Jesús - Tercer Período

+P. Rubén Vargas Ugarte S.J.

7. LABOR DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS

7.4. TERCER PERÍODO

Con faustos auspicios se inaugura la tercera época de esta Asociación. Acababa de celebrase el centenario y el Apostolado que en sus comienzos no fue otra cosa sino la pequeña semilla de mostaza, se había convertido en frondoso árbol que cobijaba bajo sus ramas a cerca de 40 millones de socios. Se juzgó que era llegado el momento de crear en el Perú un órgano de publicidad, a imitación de otros países de uno y otro hemisferio y en el año 1945 aparecía el primer número de la Revista, El Mensajero del Corazón de Jesús.

El cuadro de la obra en el Perú era entonces el siguiente. En Lima y en la Residencia de los Jesuitas que tienen a su cargo la Iglesia de San Pedro había nacido la obra en 1879. Este centro fue el primero y continúa siendo la sede de la Dirección General. Otros centros fueron creándose poco a poco, así en la ciudad, como en el Callao y los Balnearios. En 1921 el P. José Kueny lo fundó en la Parroquia de Santo Toribio y, en 1944, se erigió el de la Parroquia de Nuestra Señora de los Desamparados, también bajo la dirección de los PP. De la Compañía. El centro de Arequipa es más antiguo y la labor catequística de las socias es una de las más ejemplares y provechosas. Fuera de estos centros que estaban a cargo de los PP. Jesuitas existían otros 70 diseminados por todo el Perú, algunos de los cuales llevan ya muchos años fundados.

La arquidiócesis de Lima es la que contaba con mayor número; siendo 62 los que existían por aquel tiempo en lo que se ha llamado la Gran Lima, incluyendo el Callao. Fuera de éstos se numeraban los de Ancón, Barranca, Canta, Cañete, Huaura, Huacho, Huañec, Ica, Mala, Pisco, Chaclacayo, Pativilca, Huarochirí y Santiago de Surco. En la arquidiócesis de Arequipa existían cuatro centros, uno de ellos era Mollendo. En la diócesis de Ayacucho, seis, dos en la capital y los cuatro en Huancavelica, Huanta, Andahuaylas y Lircay. En la arquidiócesis de Trujillo, los centros eran trece: uno en la capital y los restantes en Ascope, Ayabaca, Catacaos, Chiclayo, Huancabamba, Otuzco, Pacasmayo, Paiján, Santiago de Chuco, Cajabamba, Moche y Ferreñafe.

La diócesis de Cajamarca, Chachapoyas, Huánuco, Huaraz y la arquidiócesis del Cusco, contaban con uno solo en la sede episcopal y la diócesis de Piura con dos. Tal era la estadística del Apostolado en el Perú al iniciarse esta tercera época en el año 1945.

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