Sexta recomendación
Continuamos nuestro itinerario, recordando que debemos mantener nuestra actitud y disponibilidad de conversión permanente, pidiendo la gracia a Dios durante nuestra oración, de ser sus instrumentos para realizar las obras de misericordia con nuestros hermanos, de esta manera nos permita reconocer las ocasiones de necesidad de nuestros hermanos.
Asimismo, como fruto de nuestra comunión con Dios, que sea la caridad el motor que nos mueva a realizar estas obras, para que progresivamente estas prácticas se vayan constituyendo como parte de nuestro proceder y no realizarlas sólo porque nos pueda permitir acceder a la gracia jubilar.
Para poder ir practicando las obras de misericordia, seguimos reflexionando en esta ocasión sobre las espirituales.
Enseñar
al que no sabe
En este
caso el que no sabe se entiende que es el que comete pecados por no saberlo.
Es más
fácil decirlo que hacerlo. Hacer esto puede ser extremadamente difícil, pero es
sumamente necesario ahora más que nunca.
¿Por qué es
tan difícil? Por la sencilla razón de que hemos nacido orgullosos y no deseamos
renunciar a los hábitos viejos y arraigados, y si son malos hábitos los
llamamos “vicios”.
A menudo
nos aferramos a lo malo, lo sucio, lo feo, lo impuro, lo poco saludable, y al
pecado. Pero explicarle la razón por la que la gente está en pecado no
necesariamente es juzgarles, sino sólo darles información. Difícilmente el Papa
Francisco haya querido decir que no se debe ni siquiera informar a los
pecadores el por qué pecan, cuando advierte que no hay que juzgar.
Un ejemplo
común merece nuestra atención. ¿A los que cohabitan y están viviendo en pecado,
alguien debería decirles y explicarles claramente las razones por que esto está
mal? ¿Cuáles podrían ser algunas de las razones para explicar por qué está mal?
Aquí están
algunas:
- El sexo prematrimonial o fornicación es un pecado mortal.
- La persona se priva de los Sacramentos, tanto de la Confesión y la Santa Eucaristía.
- Si nacen niños, entonces es un escándalo, lo que significa que se les está dando mal ejemplo.
- Se está haciendo un escándalo público, aunque muchos lo están haciendo ahora.
- La mayoría no tienen derecho a hacerlo a los ojos de Dios.
- Cada persona en esa actitud erosiona su conciencia.
- Por último, la persona está crucificando al Señor Jesús, viviendo en pecado mortal y si mueren en este estado podría perder su alma inmortal por toda la eternidad.
Dios premia
al que se avise al pecador y por traerlo de vuelta al camino correcto, y nos
promete la salvación y la expiación de muchos de nuestros pecados personales
con sólo traer de vuelta a un pecador extraviado.
Leamos las
palabras del Apóstol Santiago:
“Hermanos
míos, si uno de ustedes se desvía de la verdad y otro lo hace volver, sepan que
el que hace volver a un pecador de su mal camino salvará su vida de la muerte y
obtendrá el perdón de numerosos pecados“. (Santiago 5: 19-20)
FUENTE: http://forosdelavirgen.org/
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