¡Convertíos!

Decía Jesús:

No os pido que hagáis más penitencias, más ayunos y rezos,

ni que vengáis más al templo con vuestras ofrendas,

ni que os lavéis más veces

o descanséis mejor en sábado.

Yo os pido

un corazón nuevo,

porque os traigo un vino nuevo,

que es alegría y gracia.

Os pido:

Que creáis.

Creed que Dios viene, que ya está aquí.

Confiad en Él. Es Padre, no juez.

Él os protege, os regala, os quiere, os salva.

No tengáis miedo. Confiad.

Sois niños de Dios.

Escuchad y guardad su Palabra.

Os pido:

Que esperéis, porque el Reino de Dios llega.

Parece pequeño, pero tiene la fuerza de la semilla.

Desead y pedid:

¡Venga tu Reino!

Os pido:

Que améis. Si estáis abiertos al amor de Dios,

Él os enseñará a amar.

Sed compasivos y misericordiosos, como lo es Dios.

No seáis egoístas, sabed compartir, sabed ayudar.

No seáis orgullosos y dominadores,

aprended a respetar y servir.

No seáis soberbios, haceos como niños.

¡Creed, esperad y amad!

Quienes escuchan a Jesús quedan admirados,

porque su enseñanza es liberadora.

¡Enteramente nueva!

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