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La Congregación General 35 de la Compañía de Jesús


Charla al núcleo CVX San Pedro de Lima.

Enero 2010




P. Guillermo Villalobos Salazar, S.J.
Asesor Eclesiástico del Núcleo CVX San Pedro.



¿Cómo transmitir la Congregación General (CG) 35? Lo que sea de mayor interés para nosotros. Especie de segundo momento. Cómo la vamos recibiendo y disponemos a vivirla.
El Padre General ha dicho en la reunión de la Comunidad de Vida Cristiana (CVX) Mundial en Fátima: “Hoy además de comunicarnos por la palabra y por el oído hay que hacer visible lo que comunicamos”.

La misión y la colaboración desde la CG 35. Es necesario delimitar aunque sea un poco la visión general de la CG 35 para contextualizar.

Visión de conjunto

La CG se reunió a primeros de enero de 2008. Primera intención elegir un nuevo P. General. El P. Kolvenbach iba a presentar su renuncia. Ha sido elegido el P. Adolfo Nicolás, español, palentino, gran parte de su vida en Japón. Eso significa en comparación con la 34 (1995) “renovar su manera de actuar y de vivir”, el tema esta vez era la elección del Padre General. Esto se ha notado en el fruto. El fruto de la 34 fue amplio, el de la 35 más concentrado. En el 1995, se produjeron 26 decretos, en el 2008, 6 documentos. Fruto más concentrado.

Una característica la Eclesialidad. Nota predominante representada por el papel del Papa Benedicto XVI. Al inicio le había escrito al P. General. Luego, el 22 de febrero recibió a los padres congregados. Sus palabras, de ánimo, marcaron mucho todo el tono de la CG. De hecho el primer documento es una respuesta de aquello que el Papa había pedido a la Compañía de Jesús (SJ). Por último, el Talante inspirador de la CG. Era buscar la inspiración. No agobiar con decretos, sino inspirar. En una reunión posterior el P. Nicolás remarcaba que los documentos de la CG no son perfectos. A más tiempo, más expertos, documentos más perfectos, pero no se trataba de esto. La perfección de un documento no viene por las páginas o porque esté muy bien remarcado; se demuestra en la capacidad de convertirse en vida. De formar parte de nuestra vida. Todos en nuestras obras debemos de tener capacidad de dar vida. Reuniones como esta son necesarias para hacer vida unos documentos que son sólo papel. Reuniones como la de hoy son necesarias. Hacer vida.

Antes entrar a leer el documento sobre la misión tenemos que caer en la cuenta que para los jesuitas Identidad y Misión son inseparables. La CG sacó dos documentos. Que sean dos documentos no significa que son dos realidades separables.

Ya la CG 32 (1975) dijo que el jesuita es esencialmente un hombre con una misión. Pero la misma congregación dijo que esto fue desde el principio. Ej. de Javier y los primeros compañeros que se presentaron al Papa y este los envío inmediatamente. En poco tiempo los jesuitas se vieron por el mundo. La misión que es parte de nuestra misión no es algo retórico. La identidad unida a la misión está unida a Jesucristo (CG 35). Si queremos pensar qué es nuestra misión hoy y cuál es nuestra identidad hoy, tenemos que recordar que el jesuita sabe quién es cuando mira a Jesucristo. Eso es lo primero. En segundo lugar la identidad y la misión la realizamos como cuerpo universal. La Compañía de Jesús ha ido creciendo en los países del 3er. Mundo. Por ej. el país donde hay más jesuitas es la India. En Asia, en África, en A.L. crecen mientras que en Europa y América del norte decrece.

Somos jesuitas en un cuerpo universal abiertos a una misión universal. Por supuesto que esto en continuidad con la experiencia de San Ignacio. Los EE. y su propio recorrido como peregrino que ha estado en el corazón de la CG y quiere estar en el corazón de nuestra identidad como jesuitas. Por supuesto somos jesuitas y esto es nuestra identidad en la Iglesia. San Ignacio y los primeros compañeros se presentaron al Papa para ofrecerse y en esa aceptación que el Papa hizo de los primeros jesuitas en 1540 es donde nace la SJ. Y por último lo que ha marcado la reflexión sobre la identidad y misión, los jesuitas hoy nos sentimos enviados a las fronteras. Una misión, un envío y que el Papa señaló de una forma clara: “las fronteras no sólo son los límites geográficos de nuestro mundo, la geográficas, las fronteras son todos esos lugares donde están en juego la fe y la increencia, la justicia y la injusticia, la vida y la muerte, las fronteras no son sólo geográficas sino lugares espirituales que están a nuestro lado. Aquí en San Pedro, donde muchos no pueden estar. Ahí la iglesia nos envía. Desde allí entendemos que el documento sobre la misión sea titulado: Desafíos para nuestra misión hoy. Enviados a las fronteras. La SJ a la CG. no hacía otra cosa que releer nuestra historia y nuestra vida a la luz de lo que la SJ era hoy y lo que la Iglesia hoy le solicita. El Papa.

Es interesante el título del documento sobre la identidad. El título era precisamente “Un fuego que enciende otros fuegos”. Esto abre la puerta a la misión, Lo que quiero subrayar es que la frase “un fuego enciente otros fuegos” es una frase que utilizó un obispo chileno para describir la persona de San Alberto Hurtado, santo chileno jesuita, que murió en 1952. Canonizado por Benedicto XVI en el 2005. San Alberto HURTADO NO DIJO DE SÍ MISMO, Yo soy un fuego que enciende otros fuegos, sino que hubo alguien (un amigo, una persona cercana) que cuando le preguntaron sobre San Alberto Hurtado dijo que era un fuego que encendía otros fuegos, es decir, la identidad no es solamente lo que nosotros queremos ser sino que hay un aspecto de nuestra identidad que nos dan los otros, lo recibimos. Lo que se reciben de los otros. En el Libro de los Hechos de los Apóstoles el nombre de cristianos no es un nombre que la Comunidad eligió para sí misma. ¿Quienes son ustedes? “La gente les empezó a llamar cristianos”, porque les veían seguidores de Cristo, lo querían, etc. No es un nombre que se eligió sino un nombre que otros le dieron. Creo que es importante que los jesuitas tengamos en cuenta este aspecto para la reflexión de nuestra identidad.

Entrando en el texto sobre el documento sobre la misión “Enviados a las fronteras”, digamos que a nivel de contenido no ha habido gran novedad. Pero es verdad que literalmente la CG 35 asume lo que las anteriores congregaciones de jesuitas han dicho los últimos 30 años. Literalmente: “el fin de nuestra misión, el servicio de la fe y dirigida hacia la justicia del reino está dinámicamente relacionado con otras religiosas, recoger nuestra tradición, y la promoción de la justicia….amar a Dios y amar al prójimo. La CG 34. Abrió el diálogo de la fe y lo relacionó con el diálogo interreligioso. También la CG 34 vinculó el trabajo del diálogo con las culturas.

Lo que es importante es en cuanto al contexto. Últimamente nos hemos acostumbrado a una palabra: “globalización”. Vivimos en un mundo globalizado. En estos últimos meses sumidos en crisis económicas, se han globalizado las comunicaciones, relaciones políticas, económicas. Hoy cualquier problema en un lugar del mundo puede afectar a otros lugares del mundo. Lo bueno y lo malo. Si en USA hay problemas financieros con las hipotecas en Europa también lo hay. Mundo globalizado y en este mundo, mundo globalizado encontramos ventajas e inconvenientes, luces y sombras. Esto no impide que haya personas solas y haya exclusión. No quiere decir que esto llegue a todo el mundo. Hay gente que no puede tener acceso al mundo de la cultura, etc. Que hay más pobreza y pobres cada día. Crecen los marginados. El mundo necesita no perder los nacionalismos y la internacionalidad.

Paradoja que subraya la CG: En un mundo donde la ciencia ha avanzado enormemente encontramos maravilla médicas, sin embargo estamos hablando (por ej. en el medio ambiente) de un respeto total e integral a la vida. La CG 35 ha formulado la misión.

Enviados a las fronteras para establecer relaciones justas. Esta es la clave. Establecer relaciones justas en un triple nivel: Con Dios, entre los seres humanos y relaciones justas con la creación.

1) Siempre presididos por la idea de las fronteras, límites a los que la Iglesia nos envía en conexión con nuestra tradición (Ej. Fco. Xavier).

Recuerdo la frase del discurso del Papa: “La iglesia os necesita, cuenta con vosotros para alcanzar aquellos lugares físicos o espirituales a los que otros no llegan o encuentran difícil hacerlo”. Sigue el Papa: “la iglesia necesita sacerdotes y religiosos…que dediquen su vida a permanecer en esas fronteras para testimoniar y ayudar a comprender que existe relación entre fe y razón, trabajo por la paz”. Y evoca el Papa a Javier, el P. Ricci en China, De Nobili en la India etc. Cuya vida no estuvo exenta de conflictos. El Papa nos exhorta también a la fidelidad a la Iglesia y al magisterio… buscando el servicio del Señor, fieles a la Iglesia, y al magisterio.

Enviados y confirmado a esas fronteras los jesuitas queremos ayudar a establecer relaciones justas del hombre con Dios ayudar a quienes lo necesiten. Reconciliación. Y aquí es donde entran los EE. la predicación de la palabra, los sacramentos, el ministerio de la caridad. Insiste la CG en la necesidad en ese marco de reconciliar a los seres humanos con Dios, trabajar con los jóvenes.: … n.23 del Decreto.

Saber vincular el ministerio con el mundo de los jóvenes. La fe debe conducir a la Justicia del reino y cuidado de la creación.

2) Los jesuitas nos vemos como un grupo de hombres que queremos establecer relaciones justas con los demás seres humanos que caminan por este mundo. La CG subraya que la perspectiva desde donde queremos servir al mundo, es la perspectiva de los marginados y de los destruidos. Esos grupos humanos a los que la globalización (que es positiva) sin embargo los excluyen y margina. Gente marginada por su raza, casta, religión, o por su género. Queremos mirar al mundo desde la perspectiva de los pobres y marginados, aprendiendo de ellos, actuando con ellos y a favor de ellos.

Recuerda en este sentido las palabras del Papa que en su discurso mencionaba el alcance cristológico de la acción de los pobres que tiene la Iglesia y que la SJ hace suya. Menciona el Papa un pasaje de la carta de Pablo a Los Corintios: “Jesús se hizo pobre siendo rico”. Empobrecernos para enriquecer a otros con nuestra pobreza. Por supuesto se evoca aquí el trabajo con refugiados e inmigrantes, También a propósito de los ministerios de reconciliar a los hombres con Dios se habla de no separar, se habla de la vinculación con el trabajo. Hay que trabajar para que nuestras estructuras cambien. Se haga más justo. Hay que dar de comer, hay que enseñar a pescar, para que los demás puedan pescar. Que las leyes permitan que la gente pesque.

3) Establecer relaciones justas con la creación. Fue la tercera dimensión. Ya la CG 34 había reflexionado sobre la ecología, pero se vuelve a tratar. Había mucha preocupación por la conservación del medio ambiente, por lo que ocurre o lo que estamos haciendo con el planeta tierra. También por el deterioro del planeta tierra, la reforestación, la sequía y cómo está afectando a la gente. Esto tiene que ver por supuesto con mantener la integridad de la creación pero también tiene que ver con un problema de justicia. Los problemas del medio ambiente lo sufren más los más pobres. Cuando nos preocupamos de los que llegan a Canarias…ellos huyen porque tienen hambre porque sus campos no dan cosechas. En el fenómeno de las migraciones hay muchas causas. Una de ellas es el deterioro del medio ambiente. Estropeados por muchas causas. Lo estropean las fábricas, las centrales térmicas y nucleares etc. En el fondo queremos reconciliarnos con la creación es creer que el mandato que hemos recibido del Señor, la invitación a amar al prójimo, no solo afecta a los que tenemos cerca, sino que también nos lleva al prójimo que tenemos lejos y amar al prójimo que vendrá después de nosotros. Las generaciones que hoy no vemos, las generaciones de los hijos, y de los nietos. Etc.

Por último el documento termina explicitando unas prioridades apostólicas que la SJ universal, cada región puede hacer sus opciones, pero hay cinco opciones que afectas a la SJ universal.

Una opción por África, continente que los jesuitas hemos definido como lugar de infortunio afectado por la pobreza.

Opción por China lleno de posibilidades, pero que no conoce a Jesús.

Opción por el apostolado intelectual. Formarse tantos años no lo hace cualquiera. Formarse siempre. Los jesuitas nos formamos bastante.

Opción por las instituciones que la Iglesia presta en Roma, las Universidades, los institutos bíblicos y orientales, la U. Gregoriana.

También una opción en el trabajo con inmigrantes y refugiados. USA. Europa.

Concluyendo con este documento sobre la misión no hay novedades en los contenidos, sus prioridades universales ya los había establecido el P. General anterior, el P. Kolvenbach en el año 2003. Lo que hemos hecho ahora es asumir esas prioridades en un nivel superior. De gobierno.

No hay novedades en cuanto a los contenidos pero si hay inspiración en cuanto a la perspectiva, esta imagen de reconciliar al mundo con Dios, con el hombre, con la creación También hay otra perspectiva renovada de las fronteras. Los jesuitas, creo, después de la CG 35 nos vemos más en las fronteras. Quizás haya que decir que la figura de nuestro P. General que ha vivido gran parte de su vida en el oriente, personifica una imagen que nos ayuda a ver ese destino en las fronteras.

Ahora hablaremos de la colaboración. La colaboración es el tema de otro documento de la CG 35. Es el documento n.6. Colaboración en el corazón de la misión. ¿Porqué un decreto sobre la colaboración? Tenemos que echar la mirada atrás. La CG 34 tuvo entre sus documentos uno con más resonancia fue el documento sobre la colaboración. El Decreto se titulaba “Cooperación con los laicos en la misión”. En el documento se mencionaba en varios momentos “que los jesuitas además de ser hombres para los demás somos hombres con los demás”. Ya la 32 había dicho que los jesuitas “somos hombres de los demás”, o al menos queremos serlo. La CG 34 se hacía consciente de que nuestra misión se realiza en colaboración con otros, los laicos. Los jesuitas al servicio de la misión de los laicos (en su misión, en la llamada universal a la santidad”. Signo de los tiempos: la iglesia del siglo XXI es la iglesia del laicado. Plantearse la misión como colaboración. Se hablaba de la formación de jesuitas y laicos para trabajar juntos. Se hablaba de las posibilidades de encontrarse jesuitas y laicos trabajando juntos en varias obras por ej. en un colegio, en obras que no sean de la SJ. Y por supuesto jesuitas y laicos trabajando juntos en asociaciones laicales. Los jesuitas ayudan, colaboran, por ej. las CVX, ASIA, entre otros.

Hablaba de oportunidades para el futuro, potenciar la iglesia de los laicos, que sonaba como más nuevas. Curioso lo que puede cambiar el mundo en 13 años. Se hablaba de la necesidad del liderazgo laico en obras de la SJ, de Integrar, crear, redes apostólica ignacianas para poder colaborar mejor, potenciar el trabajo, también (como experimento) vincular con vínculos jurídicos a personas laicas que a título individual quisieran incorporarse a la misión de la SJ. (CG 34. Dec.13)

La 35 dice que este decreto sigue en vigor. La 35 construye sobre la 34.

Por supuesto cuando se evalúa, la SJ reconoce que este ha sido un momento de gracia para los jesuitas, para la misión de la SJ y para la Iglesia. Los hombres y mujeres que trabajan con nosotros. La SJ reconoce que ha habido sombras. Ha habido resistencias por parte de los jesuitas a este tipo de trabajo.

Entonces el primer punto de avance de la CG 35 es que mientras la CG 34 se concentraba casi absolutamente en los laicos: hombres y mujeres la CG 35 toma conciencia de que nuestro trabajo no es sólo con laicos solamente, sino con sacerdotes, religiosos-as, y con los no cristianos en otras partes del mundo. Normalmente era con la persona bautizada. Pero en Asia, África la SJ no podría trabajar si no lo hiciera al lado de gente hindú, budista etc.

También en el 1er. mundo nos encontramos con gente que no es creyente. Es un grupo más amplio.

La SJ se compromete una vez más al servicio de esas personas, se habla de poner al servicio de todos la herencia espiritual y apostólica de la SJ. También la amistad. Recogiendo lo que decía la CG 34.

Luego se concentra en tres puntos fundamentales que se enuncian en el nro. 8 de ese decreto.

La primera pregunta es, "¿qué hace que una obra sea jesuita y qué hacer para poder mantenerla cuando el liderazgo ya no es jesuita”. La GC dice que el corazón de una obra ignaciana son los EE. De allí un modo de mirar al mundo.

Una obra ignaciana es jesuítica cuando tiene una relación definida y clara con la Compañía. Su misión concuerda con la de la SJ. Que una obra jesuítica significa que está bajo el mando del P. General (y los mandos intermedios).

El liderazgo puede no ser ejercido por los jesuitas. El rol de la Comunidad local y el del superior. Ser hospitalarios.

La CG termina con una serie de recomendaciones tratando de aterrizar. Relaciones entre jesuitas y laicos. Es necesaria la evaluación de las obras.

La 2da. pregunta: ¿Cuales son los elementos necesarios en nuestra formación para aprender a trabajar juntos?. Que los jesuitas aprendamos a trabajar con los demás. No se aprende del todo a colaborar. Se habla de programas de formación. No sólo de competencia profesional sino de transmitir el sentido de misión que la espiritualidad ignaciana tiene. Y que se aprende sobre todo en los EE. Se recomienda a los superiores mayores.

Luego se habla de los vínculos que nos pueden unir en el trabajo con los laicos: Redes internacionales de jesuitas entre las provincias (Por ejm. en África con ocasión del sida)

Por último la CG afronta el tema de la 34, valora la experiencia de las personas vinculadas jurídicamente. Habiendo 85 provincias en la SJ, sólo en 11 se dieron estas experiencias.

Se termina renovando el compromiso de apoyar asociaciones de la misma espiritualidad.

Respecto a este tema de la colaboración sí hay novedad en el contenido. El sujeto dialoga con la SJ en su colaboración. No es sólo cooperación sino colaboración. No es sólo cooperar con los laicos sino colaborar.

El énfasis que la CG hace de los EE. como una fuente de la colaboración. Todo será posible si compartimos la misma experiencia de Dios, la misma visión de Dios del mundo y del hombre que propone en Ignacio.

En el año jubilar de los tres primeros jesuitas se señaló a Francisco Javier como modelo de globalización. P. Kolvenbach aclaró que para entender lo que le inspiraba debíamos remitirnos al Cristo sonriente de Javier. Por eso muere dando gracias.

Compromiso con la misión, la colaboración teniendo como fuente el Cristo sonriente de Javier.



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Agradecemos al P. Guillermo Villalobos, S.J. por su colaboración.


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