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P. Juan Alarco, S.J. (Taiti) en la Casa del Padre
El día domingo 20, el P. Juan Alarco Tosoni SJ (Taiti), partió en paz hacia la Casa del Padre, luego de una penosa enfermedad. Transcribimos las palabras del P. Javier Uriarte, S.J.
Compañía de Jesús - Provincia del Perú
Costa Rica 256, Lima; Apartado 11-0124, Lima 11 - PERU
Lima, 20 de diciembre del 2009
Si la vida de Taiti ha sido muy intensa por su radicalidad, su compromiso social, sus fecundos trabajos pastorales, mucho más elocuente ha sido el talante con que ha llevado su enfermedad. En este proceso existencial, en las conversaciones que tuvimos, me repitió una frase que expresa todo: "Si muero, muero en paz con Dios y conmigo mismo".
Es cierto, creo que en los últimos años, a partir de su trabajo en el Centro de Espiritualidad y del Diploma de Consejería que concluyó estando ya enfermo, había conseguido una integración personal muy propia, con la cual asumió su enfermedad con lucidez, con honda comunión con Dios, buen ánimo, y, en algunos momentos, sentido del humor. En esta crisis expresó una gran categoría espiritual. A Taiti lo gocé de maestrillo en San Ignacio, esta etapa, aparte de una gran amistad, cerró su discernimiento sobre el sacerdocio, y, quizás también, su impulso misionero que le hizo ofrecerse para ir al Chad años después. En esta estancia africana se entregó de lleno con grande ánimo y liberalidad hasta el desgaste de su salud.
En sus destinos siguientes: Urcos, Huamanga, El Agustino, El Centro de Espiritualidad, desarrollo un trabajo pastoral comprometido, efectuado con exigencia y sentido de la responsabilidad, muy perspicaz para el acompañamiento personal, una de sus mejores fortalezas -a lo largo de su enfermedad he podido recoger testimonios de personas de todos los niveles, sobre todo populares, y laicos y laicas, religiosas y religiosos- y también una fecundidad apostólica muy anclada en el principio de realidad del País.
Precisamente en los últimos años ha llenado dos presencias que llevaba muy dentro: una su compromiso con la ONG Madre Coraje donde aportó criterios de manejo, discernimiento y capacidad de análisis; la otra su dedicación al Penal de Mujeres de Chorrillos dando a su pastoral carcelaria una nota muy humana. En todo ello y más expresaba su preocupación por el Perú que le llevaba a buenos análisis y manejos de información muy pertinentes y que le encantaban.
Todos sabemos que Taiti tenía un carácter fuerte y le gustaba polemizar, siempre tendía a ser defensor de los débiles y de las causas perdidas, de esta manera vivía a su estilo el estilo del evangelio. Creo que Taiti ha sido recibido por el Buen Dios pues se presenta con las manos llenas, lo puedo expresar porque he sido testigo del bien que ha hecho a tanta gente, muchas veces de manera silenciosa, expresando su ternura con la expresión "cholita, cholito"; han sido muchas las manifestaciones de agradecimiento y los testimonio de su buen hacer que hemos recibido con motivo de su enfermedad.
Personalmente le agradezco su amistad conmigo y con mi familia, y sobre todo, como mi asistente en el Centro de Espiritualidad, donde me descargó de trabajo y nos acompañó con su opinión, su servicio y su entrega total. Creo que todo lo manifestado expresa la personalidad de Taiti con palabras de la CG 35: "Siguiendo a Jesús, nos sentimos llamados a llevar ayuda directa a la gente que sufre, sino también a restaurar a las personas en su integridad, reincorporándolas a la comunidad y reconciliándolas con Dios" (CG 35: 2.13)
Taiti, ya estás integrado desde la paz con Dios.
Javier Uriarte SJ
Puede ser la muerte un episodio triste que marca el fin de la existencia del ser humano. Vibra en este momento todo lo que representó su paso por la tierra, y se manifiesta en las personas que tocó con su espiritualidad, tan noble y sólida que si la fe no se puede ver, él como otras tantas que tienen ese don, lo hacen materialmente visible. Se que somos la extensión de lo que el deja, y que el mejor homenaje que podemos rendirle es continuar su obra, su preocupación hacerla nuestra y su compromiso una bandera que no debe dejar de flamear.
ResponderEliminarEl descansa en paz, Taiti tiene razones para descansar, pero se que no lo hará y que estará muy cerca de los que lo necesitan.
Que siempre podamos hablarle y compartir con él como cuando nos acompañaba.
Taiti, aboga ahora por nosotros ante Dios.
Pienso después de leer sus acciones y las huellas que dejo en muchas personas con su bien y el ejemplo y sobre todo su tenacidad en la defensa del necesitado, tuvo una misión muy bella a los ojos de Dios donde hay bien y crece el bien esta siempre presente la voluntad de Dios, si en vida fue ejemplo que quienes lo conocieron y siguieron en su labor tengan presente sus acciones y las sigan llevando acabo, sólo así esa voluntad que el realizó por amor seguirá presente estando o no el pues seguro está en un lugar muy especial ahora del reino de Dios, que nosotros guiados por la gracia de Dios permanezcamos en su voluntad y podamos saber discernir que viene de él y merecer la vida eterna Así sea +*
ResponderEliminarEso me recuerda un sacerdote que no puedo dejar de mencionar el padre Castañeda a quien no tuve la oportunidad de conocer y tratar pero que en sus homilias de navidad y año nuevo en la Iglesia San Pedro de Lima dejó abrir huellas en muchos corazones, que profundidad en sus mensajes, Dios le tenga en el cielo en su reino junto al padre Arcusa y todo sacerdote que en vida tuvieron que pasar como cualquiera caminos densos o no tan densos, Así sea
ResponderEliminarDoy gracias a Dios por haberme permitido conocer y compartir una pizca del trabajo de Taiti en Ayacucho. Un gran hombre, apóstol y Compañero de Jesús. Gracias a Taiti casi pude tocar la realidad profunda de nuestro país de entonces, eso es, sentir el latido del corazón de Cristo encarnado.El mes de estadía fue corto pero muy intenso en cada uno de los lugares y con todas las personas: la comunidad de los jesuitas en ayacucho, CVX, el puericultorio, la universidad, el asilo, las señoras de las comunidades de base, el equipo con el que fuimos a las alturas de Huanta...todo eso mas el escucharlo contar su testimonio. Ahora comprendo que la Gracia recibida entonces es aún mayor de lo que pensé y sigue dando fruto.
ResponderEliminarEstoy segura que en la Casa del Padre Taiti no solo disfruta de Su Gloria sino que sigue trabajando por el Reino...siempre con esa sonrisa y mirada que nos recuerda a Jesús, el de Nazaret, el hijo del carpintero.
Un gran amigo, siempre poniendo el hombre en la vida de las personas, confidente que siempre estuvo en el momento preciso dando el consejo exacto, gran formador que con gran inspiración me brindo la oportunidad de acercarme más a Dios mediante los ejercios espirituales, gracias cholito por ser ese amigo que uno siempre espera.
ResponderEliminarConocí a Taiti estando en el colegio,en el 73,lo he buscado desde que dejamos de vernos más o menos en el 75,él en la escuela naval,pensé que la tecnología me permitiría encontrarlo,hubiera preferido pensar que seguía vivo, estoy muy apenada de haberme encontrado con esta noticia, no lo puedo creer.Fue un gran amigo,de los que no se olvidan.Me gustaría tener contacto con alguno de sus hermanos, saber cómo fueron sus días.Taiti,nunca dejé de buscarte.Ana
ResponderEliminarTaiti fue de los amigos que no se olvidan... aún ahora que ya pasaron meses desde su partida lo tengo presente y lo recuerdo con cariño. No olvido su frase preferida para los tiempos difíciles .. "paciencia y buen humor"... eso trato, amigo.
ResponderEliminarHoy escuché algunas canciones que interpreta Mercedes Sosa, y me acordé de tí amigo Taiti, era una de tus cantantes preferidas..
ResponderEliminarEn un tiempo preparaste unos ejercicios espirituales en la que debíamos escuchar música que escogiste para nuestro rato de oración... de Mercedes Sosa, de Joan Baez, de Joan Manuel serrat..te tengo presente.
Nunca te olvidaremos amigo Taiti, se que desde donde estés, aun nos cuidas y nos amas.
ResponderEliminarphes
taiti mas que un cura es un amigo,nunca lo vimos enfermo,por eso para nosotras sigue vivo, cuando hay alguna dificultad espero su consejo por eso trato de ser como el,alegre y sencillo,llegaba trayendo películas que nada tenían que ver con la religión pero nos llenaba el alma saber que había pensado en nosotras,su delicadeza al tratarnos hizo que sus homilías sean bálsamo para nuestras heridas,la navidad que partió de viaje al cielo fue la mas triste sin embargo ahora su paso por nuestra vida es nuestro relato de navidad.
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