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La Hora de aceptar la Cruz




El lugar era familiar.

Tú conocías bien ese Huerto de los Olivos.
Pero esta noche es diferente.
Esta noche es la hora,
el momento cumbre... y tú lo sabes bien
y por eso estás ahí, donde están los que obedecen...
hasta la muerte.

Tú esta noche eres un hombre...
un pobre hombre con la noche de todos los hombres encima...
Tú esta noche tienes que ser gusano:
para eso has venido...
para marchar como gusano de entre nosotros...
con los huesos bien al descubierto,
con el corazón totalmente traspasado...
¿Te será esto soportable?

Padre, aleja este cáliz.
Pero tú sabes bien que el Padre no quiere alejar el cáliz,
tú sabes que lo tuyo es beberlo...
entero...

Tú sabes que la única palabra esta noche es la de Hijo:
No quiero mi voluntad sino la tuya.
Tú esta noche estás llamado a demostrar
que el amor es más fuerte que el pecado,
que el amor es más fuerte que la muerte...
y tienes que ir a tu destino...
el destino que tú sabes bien y que los profetas marcaron:
Tú estás llamado esta noche a aceptar la Cruz.

Tú serás condenado a muerte por haber vivido
la justicia y la misericordia:
tu gran pecado es ser el justo de Dios.

Suda sangre, Señor, Rey de los judíos...
Mil y mil muertes están sobre ti.
Tu sufrimiento es único: tiene talla de Dios.
Tu amor es único: tiene talla de Dios.

Lo imposible así tú ya lo estás haciendo posible
y los cielos y la tierra volverán a ver la Alianza.


Alvaro Ginel

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