¡FELIZ AÑO NUEVO 2016!



Que en este Nuevo Año el Señor nos conceda la gracia de experimentar la Misericordia de Dios, reconciliándonos, recibiéndola y especialmente practicándola, compartiéndola con lo demás, siendo misericordiosos como el Padre.

Equipo Editor
Diciembre 2015 - Enero 2016




Invitamos a orar a Dios agradeciendo por el año que se termina y ofreciendo el nuevo año que inicia.

ESPECIAL DE NAVIDAD


Y la Palabra se hizo carne
y habitó entre nosotros.
Y nosotros hemos visto su gloria,
la gloria que recibe del Padre como Hijo único,
lleno de gracia y de verdad.

Jn. 1, 14





Navidad sin marcha atrás


Que esta Navidad te siga…

En los pies que no descansan, ni en el lodo ni en el cielo.
En aquellos que, no andando, pisan sin retroceder.
En los que yendo descalzos abren brechas en el suelo,
para que el alma camine hasta llegar a Belén.

Que esta Navidad te mire…

En las caras de esa gente
que, sobre la confusión y la amargura,
la orfandad y el ajetreo que cargan,
dejan caer, como rocío, el resplandor del niño Dios.

Que esta Navidad te toque…

En las manos que trabajan por los otros,
las que abrazan y acarician sin parar,
las que cambian los establos de indigencia
en recintos de esperanza, de inclusión, de paz y pan.

(Seve Lázaro, S.J.)




Visite nuestras publicaciones dedicadas a la Fiesta de Navidad:


Navidad


Fiesta de la Maternidad de María

El P. Adolfo Franco S.J. nos comparte su reflexión sobre el evangelio de la Festividad de María Madre de Dios, "Comienza un nuevo año ¿qué queremos hacer con este nuevo período que Dios nos concede? Y lo empezamos con una fiesta de la Virgen: que ella nos proteja en todo el nuevo año. FELIZ AÑO NUEVO 2016". Acceda AQUÍ.

Ofrecimiento Diario - Orando con el Papa Francisco en el mes de ENERO 2016




APOSTOLADO
DE LA
ORACIÓN

INTENCIONES PARA EL 
MES DE ENERO


Ofrecimiento Diario

Dios, Padre nuestro, yo te ofrezco toda mi jornada: mis oraciones, pensamientos, afectos y deseos, palabras, obras, alegrías y sufrimientos en unión con el Corazón de tu Hijo Jesucristo que sigue ofreciéndose a Ti en la Eucaristía para la salvación del mundo.
El Espíritu Santo, que condujo a Jesús, me guíe y sea mi fuerza en este día para que pueda ser testigo de tu amor.

Con María, la madre del Señor y de la Iglesia, pido especialmente por las intenciones del Papa para este mes:


Oremos con el Papa Francisco


Que el diálogo sincero entre hombres y mujeres de las diversas religiones, conlleve frutos de paz y justicia.



Para que mediante el diálogo y la caridad fraterna, con la gracia del Espíritu Santo, se superen las divisiones entre los cristianos. 




VIDEO DEL PAPA FRANCISCO EXPLICANDO SUS INTENCIONES DE ORACIÓN PARA ENERO





EL APOSTOLADO DE LA ORACIÓN - AO - COMO DESAFÍO

El AO es la Red Mundial de Oración del Papa, son millones de “brazos levantados en oración”. El AO es una invitación para que cada cristiano, en su vida diaria, se disponga a participar en la misión de Cristo y se movilice en favor de los desafíos que nos plantean la humanidad y la misión de la Iglesia.

Por eso el Papa nos propone cada mes esos desafíos con el fin de que oremos por ellos. Así, de un modo muy sencillo, los fieles nos unimos a las preocupaciones de la Iglesia, “al orar por los anhelos del corazón del mundo, con sus alegrías y sufrimientos, haciendo de la oración un servicio y acompañando a quien día a día trabaja por estos desafíos”.

Son en primer lugar desafíos para nuestra vida personal, pues nos llaman a vivir en coherencia con aquello por lo que estamos orando.

Son también invitaciones a acercarnos durante el mes correspondiente a otras personas o
instituciones que trabajan en la problemática por la que estamos orando, sean o no de Iglesia, para buscar iniciativas de colaboración conjunta a favor de eso que interesa a ambos.

El AO es también un camino accesible a todos para despertar la capacidad misionera de los católicos. Nos lleva por un “camino del corazón” que centra la vida en una relación personal y afectiva con Jesucristo, para hacer nuestra la compasión de Jesús y para ofrecerle nuestra disponibilidad apostólica.

Nuestro deseo es que el AO pueda también apoyar la formación de los laicos y ayudar a la revitalización espiritual de grupos eclesiales y Parroquias, en una perspectiva misionera.


Cada año el Papa propone 12 claves para la misión. 12 orientaciones para nuestra vida y para la misión de la Iglesia. Cada intención tiene que llevarnos a nivel personal, de la propia familia, de la comunidad a la que pertenecemos, a hacernos preguntas. Por ejemplo, en este mes nos preguntamos sobre nuestra capacidad de dialogar, sobre el espíritu de tolerancia. No se trata de hacer discursos abstractos o interesantes, sino de llegar al corazón del desafío.

Para entender qué significa el diálogo entre religiones tenemos que pasar por la práctica del diálogo entre padres e hijos, entre hermanos, entre grupos parroquiales. Es el punto de partida para interesarse en llegar a comprender la importancia del diálogo entre los actores en las sociedades locales, nacionales y mundiales.

Aunque estamos invitados a rezar cada día, vamos a relanzar cada Primer Viernes, para que de manera especial en ese día todos nos sepamos y sintamos unidos en esta Red Mundial de Oración del Papa.

Invitación

A participar de la Misa dominical de 11:00 AM en la Parroquia de San Pedro y a acompañarnos en las reuniones semanales a las 12:00 M en el claustro de la parroquia, todos los domingos. 

Asimismo, invitamos a la Misa de los primeros viernes de cada mes en Honor al Sagrado Corazón de Jesús, a las 7:30 PM en San Pedro.

El Apostolado de la Oración es antes que nada hacernos interiormente disponibles a la misión de Cristo. Esta disponibilidad tiene como su fuente y modelo a Jesucristo entregado a nosotros y por nosotros, que se nos hace presente continuamente en la Eucaristía. Recibir su vida nos lleva, en reconocimiento, a ofrecer diariamente nuestra propia vida al Padre.


Para conocer más acerca del Apostolado de la Oración y sus actividades acceda AQUÍ



Visítenos en:

Web oficial del Apostolado de la Oración

En Facebook:
MEJ International
MEJ (Movimiento Eucaristico Juvenil)-Perú
San Pedro de Lima – Santuario del Corazón de Jesús




Secretariado Nacional


Apartado 387 – Lima 100 – Perú


Jirón Azángaro 451 – Cercado de Lima


sanpedrodelima@gmail.com


Tlf.  427-0266

Sagrada Familia de Nazareth



P. Adolfo Franco, S.J.

Lucas 2, 41-52

Hoy, fiesta de la Sagrada Familia, debemos pensar que la familia es una de los más grandes dones que Dios nos ha regalado y por eso debemos cuidarlo y conservarlo.


La liturgia, como maestra de nuestra fe, en la época de Navidad nos trae varios mensajes importantes. Y por eso hoy nos hace celebrar a la Sagrada Familia. Jesús, como hombre real, necesitó una familia, para desarrollar su ser humano, de la misma forma que nosotros necesitamos de una familia, para crecer, para aprender, para desarrollarnos, alimentarnos, adquirir valores y educación.

La familia es una maravillosa realidad social ideada por Dios para el hombre, para continuar el largo proceso de hacerse plenitud. Un proceso que empieza desde que se establece nuestro código genético en el seno de nuestras madres. Estamos en un seno durante nueve meses, y en el SENO familiar durante muchos años, antes de que salgamos de él ya como adultos de verdad para empezar en plenitud nuestra propia aventura.

Al ser humano la familia le resulta imprescindible, para crecer físicamente: ahí se desarrolla nuestro cuerpo, empezamos a adquirir movimiento y a pronunciar palabras. Ahí crecemos afectivamente: el proceso del desarrollo de nuestro corazón, nuestra emotividad, nuestra sicología. Ahí vamos adquiriendo valores, esas riquezas  interiores, que una persona cabal debe poseer, como un maravilloso tesoro. Ahí aprendemos a desarrollar nuestra inteligencia, nuestras habilidades, ahí aprendemos el comportamiento en sociedad.

Pero además de un ámbito de crecimiento y de aprendizaje, la familia es un ámbito de identidad: uno aprende a ser persona, a ser uno mismo, principalmente en la familia; aunque todas las otras relaciones humanas ayudan a establecer el yo personal. Y es que en familia es donde uno puede ser uno mismo, porque es aceptado como es y valorado por lo que es. Naturalmente que es imprescindible, para configurarse uno mismo, el poder tener "los modelos" adecuados. Y estos son principalmente el padre y la madre, los dos juntos, para cada uno de los hijos. Esa es una maravillosa función de la familia, el lograr que la individualidad de un ser se afiance como tal.

Además la familia cumple otras muchas funciones, como ser el sitio del descanso, y de la recuperación de las fuerzas. Es un ámbito donde uno se siente protegido de la fatiga, y de la agresión (a veces es hostilidad, a veces sólo desgaste) que produce el mundo exterior. El trabajo, las ocupaciones del colegio, las relaciones con "otros" en distintos campos, a veces producen impactos, de los cuales uno se recupera en el hogar, en la familia; claro, con la condición de que la familia sea familia.

La familia debe ser un conjunto de personas, entrelazadas por relaciones creadoras de afecto, aprecio, estímulo, comprensión, aceptación, comunicación, sustento. Claro es importante que todos sus miembros asuman activamente el papel, que en estas relaciones les corresponde. Las ausencias a veces son sustituidas por miembros del exterior, que no tienen la misma capacidad de producir esos buenos efectos. Las personas que no encuentran en su propia familia las relaciones creadoras adecuadas, es normal que tiendan a buscar fuera los lazos, de los que en su familia hay carencia. También es cierto, por otra parte, que la familia sana, no debe construirse en base solo a relaciones internas, sino que debe tender puentes hacia el exterior, para enriquecerse ella misma.


Mucha riqueza tiene la familia, la que Dios nos ha dado, y que hoy celebramos. Jesús quiso nacer en una familia y santificar la familia. El tuvo una infancia en familia, donde aprendió, donde creció en sabiduría y gracia; familia en la que fue desarrollando todas sus facultades humanas. Hoy celebramos a María, José y el Niño, como Sagrada Familia. Y celebramos también cada uno a nuestra propia familia, uno de los dones más preciados que Dios nos ha concedido. 


...

Agradecemos al P. Franco SJ por su colaboración.
Para otras reflexiones del P. Adolfo acceda AQUÍ.

¡FELIZ NAVIDAD!


"La Navidad llegó ya. Entra, Señor. Bendícenos con tu paz, con el perdón que tanto necesitamos. Resucítanos con tu vida. Que en todos los colaboradores y lectores de este blog crezca por tu gracia el amor a Ti y a los demás y la alegría de la fe. Felices Pascuas y año Nuevo de la Misericordia."  


P. José Ramón Martínez Galdeano, S.J.
Director del Blog
Diciembre 2015


ESPECIAL DE NAVIDAD




Y la Palabra se hizo carne
y habitó entre nosotros.
Y nosotros hemos visto su gloria,
la gloria que recibe del Padre como Hijo único,
lleno de gracia y de verdad.

Jn. 1, 14





Navidad sin marcha atrás


Que esta Navidad te siga…

En los pies que no descansan, ni en el lodo ni en el cielo.
En aquellos que, no andando, pisan sin retroceder.
En los que yendo descalzos abren brechas en el suelo,
para que el alma camine hasta llegar a Belén.

Que esta Navidad te mire…

En las caras de esa gente
que, sobre la confusión y la amargura,
la orfandad y el ajetreo que cargan,
dejan caer, como rocío, el resplandor del niño Dios.

Que esta Navidad te toque…

En las manos que trabajan por los otros,
las que abrazan y acarician sin parar,
las que cambian los establos de indigencia
en recintos de esperanza, de inclusión, de paz y pan.

(Seve Lázaro, S.J.)




Visite nuestras publicaciones dedicadas a la Fiesta de Navidad:




Navidad


Apertura de la Puerta Santa del Santuario del Sagrado Corazón de Jesús - Parroquia de San Pedro, Lima



El Señor nos espera y ofrece su misericordia, preparémonos debidamente para peregrinar y recibir el perdón de Dios a través de las indulgencias cruzando la Puerta Santa.
Acceda AQUÍ para mayores detalles.




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ESPECIAL: PUERTA DE LA MISERICORDIA






Los ojos del Señor están puestos en sus fieles, en los que esperan en tu misericordia. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de Ti. 
(Salmo 33, 18.22)





Papa Francisco abre la Puerta Santa de la Catedral de San Juan de Letrán

NAVIDAD: Contemplación del nacimiento del Niño Jesús



Escuchar AUDIO o descargar en MP3

P. Adolfo Franco, jesuita.

Lucas 2, 1-14

Jesús nace en Belén

Por aquellos días salió un decreto del emperador Augusto, por el que se debía proceder a un censo en todo el imperio. Éste fue llamado “el primer censo”, siendo Quirino gobernador de Siria.
Todos, pues, empezaron a moverse para ser registrados cada uno en su ciudad natal. José también, que estaba en Galilea, en la ciudad de Nazaret, subió a Judea, a la ciudad de David, llamada Belén, porque era descendiente de David; allí se inscribió con María, su esposa, que estaba embarazada.
Mientras estaban en Belén, llegó para María el momento del parto y dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, pues no había lugar para ellos en la sala principal de la casa.
En la región había pastores que vivían en el campo y que por la noche se turnaban para cuidar sus rebaños. Se les apareció un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de claridad. Y quedaron muy asustados.
Pero el ángel les dijo: «No tengan miedo, pues yo vengo a comunicarles una buena noticia, que será motivo de mucha alegría para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, ha nacido para ustedes un Salvador, que es el Mesías y el Señor. Miren cómo lo reconocerán: hallarán a un niño recién nacido, envuelto en pañales y acostado en un pesebre.»
De pronto una multitud de seres celestiales aparecieron junto al ángel, y alababan a Dios con estas palabras: «Gloria a Dios en lo más alto del cielo y en la tierra paz a los hombres: ésta es la hora de su gracia.»
Palabra del Señor

La contemplación es la forma de acercarse al misterio del Niño que nace para nuestra salvación y, aunque la salvación Él la realizará con toda su vida y especialmente cuando viva la entrega total de su Misterio Pascual, ya desde ahora me está salvando de tantas actitudes y comportamientos de mi vida.

Cuando lo contemplo a Él miro primero el entorno en que está colocado, el pobre portal de Belén no tiene muchos adornos, no tiene ninguno, está reducido a la máxima desnudez: no hay ninguna guirnalda, ningún mueble para la comodidad, ni siquiera una silla ¿habría acaso una lámpara? Ciertamente no, a lo más alguna antorcha improvisada por San José. Y cuando después miro a mi entorno, cuántas cosas considero necesarias para tener un ambiente confortable, aunque sea con pocas cosas. La desnudez total me parecería antihumana e insoportable. Después de esta comparación me doy cuenta de cuántas cosas inútiles e innecesarias me rodean.

Pero lo que más me importa es contemplar al Niño recién nacido; así que ahora fijo mi atención en Él. No sé si me verá porque sus ojos de recién nacido difícilmente  se abren a la luz. Y al contemplarlo así reducido a la impotencia, pienso en cómo compaginar esta situación del niño indefenso con la infinitud de Dios que habita en Él, porque este Niño es a la vez el Dios Omnipotente y tengo que hace un acto de fe para asumir que esa criaturita es a la vez la Persona del Hijo de Dios. Y con esto me está diciendo lo importante que es para su misión pasar por esta etapa de la infancia en su total realidad; su infancia es entonces enseñanza. Más adelante dirá que hay que hacerse como niños y también que hay que nacer de nuevo.

Yo adulto, que considero mi etapa actual como una conquista importante, porque he adquirido experiencia, conocimiento, personalidad, seguridad en mí mismo, ¿es que debo volver a mecerme en una cuna? Pero medito en esa pequeñez del niño y Él me enseña cuáles son los rasgos del niño que debo intentar recuperar. Y pienso en cómo recuperar la pureza de la inocencia inicial, esa inocencia y pureza que me fue concedida al nacer y que se ha ido oscureciendo a través de los años. Miro una vez más al Niño y se me quita la importancia de mi adultez.

El Niño, del que no puedo quitar los ojos, está moviendo sus brazos hacia la Virgen, algo está necesitando; en realidad Él no tiene vergüenza de necesitarlo todo. Así es el Niño y corrige mis actitudes de autosuficiencia, del que se basta a sí mismo y que no necesita de nadie; corrige mi actitud orgullosa de rechazar las ayudas que otros me ofrecen.

Pero lo que más me enseña este pequeño recién nacido es una nueva imagen de Dios, para que corrija la que me he ido fabricando con mis lecturas, con mis estudios y con mis reflexiones personales. Nunca imaginé un Dios necesitado de abrazos y de cuidado ¿cómo iba a pensar que el rasgo más central de Dios es su ternura y su bondad? Nunca pensé en que Dios pudiera estar tan a mi alcance y que incluso tuviera que necesitar algo de mí, pues el que todo lo tiene porque todo lo ha hecho y todo lo ha creado ha querido hacerse Niño y quiere necesitar de mi afecto, de mi acogida, que lo que más le importa, por encima de todas las superestructuras incluso religiosas, es que le diga que le amo y que se lo diga con mi vida entera. Realmente el Dios que es Jesús corrige tantas imágenes equivocadas que me fragüé y se convierte en un Dios que me atrae con amor y que quiere que lo estreche contra mi pecho.

Tanto me enseña este Niño que no debo nunca dejar de contemplarlo incluso después de Navidad.


Voz de audio: José Alberto Torres Jiménez.
Ministerio de Liturgia de la Parroquia San Pedro, Lima. 
Agradecemos a José Alberto por su colaboración.

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Agradecemos al P. Adolfo por su colaboración.

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