Próximos Santos: Kateri Tekakwita y Giacomo Berthieu, S.J.


AMÉRICA DEL NORTE: Kateri Tekakwita la primera santa amerindia



El 19 de diciembre último el Santo Padre firmó el decreto por el que autoriza a la Congregación para las causas de los Santos a declarar "santa" a la Beata Kateri (Catalina) Tekakwita, la primera amerindia que se incorpora a la lista de santos canonizados. Nacida en 1656 en Osserhenon, el actual Auresville en los EE.UU., Catalina era hija de un jefe de tribu de los indios Mohawk y una india algonquina que era católica. A la edad de cuatro años murieron sus padres a causa de una epidemia de viruela que dejó secuelas también en el rostro de Catalina. Unos parientes de una tribu vecina la adoptaron. La misión estaba entonces confiada a los jesuitas franceses. Uno de ellos, el P. Cholenec, bautizó a Catalina cuando ya tenía 21 años, y después la siguió dirigiendo espiritualmente. Los miembros de la tribu no estaban de acuerdo con el cambio de vida de Catalina y la emarginaron. Catalina adoptó una vida de mucha penitencia y mortificación, con la petición de la conversión de la tribu. Para evitar la persecución que atentaba contra su vida, huyó y se unió a una comunidad cristiana de indios en Kahnawake, Quebec, donde se dedicó a la oración, penitencia y al servicio de enfermos y ancianos. Murió en 1680, a la edad de 24 años. La tradición señala que las cicatrices de su rostro causadas por la epidemia desaparecieron milagrosamente después de su muerte y su faz adquirió una gran belleza.





MADAGASCAR: Un nuevo santo jesuita

El 19 de diciembre, el Santo Padre ha firmado el decreto que autoriza a la Congregación para los Santos a incluir en el catálogo de los santos al Beato Giacomo Berthieu, de la Compañía de Jesús, nacido en Francia y misionero en Madagascar donde fue martirizado. El milagro que se le atribuye lo describe así el Postulador de la causa: "Jean François Régis Randriamiadana, de 54 años, sufría de xerostomía (parálisis de la secreción salivar) que afectaba seriamente su condición general de salud. Esta enfermedad, contraída en un banquete de boda en 1990, se desarrolla rápidamente. Sin asistencia médica adecuada el pronóstico señalaba una muerte en breve tiempo. Estando así las cosas, los familiares empezaron a pedir la intercesión del Beato Berthieu (beatificado por Pablo VI en 1965) al mismo tiempo que le daban a beber al enfermo la "reliquia" del Beato: el agua del río Mananara con hojas de angavodiana, ambas recogidas del sitio donde, por última vez se había visto el cuerpo del misionero martirizado. La curación ocurrió de improviso: en el término de unos pocos días el enfermo pudo alimentarse de un modo ordinario, recobró las fuerzas y reanudó su vida ordinaria." La ceremonia de canonización tendrá lugar, probablemente, en el próximo mes de octubre.



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