A los dos años de singladura - 1º de Septiembre 2008 - 2010

Con la gracia de Dios, este 1º de septiembre cumplimos 2 años de trabajo en este servicio apostólico. Agradecemos a ustedes por acompañarnos y compartimos las palabras de nuestro Director en ocasión de esta significativa fecha.

P. Juan Luis Lazarte, S.J. partió a la Casa del Padre


Nota del P. Rómulo Franco, S.J.


JUAN LUIS LAZARTE S.J., nos dejó la mañana del jueves 26 de agosto (2010) en nuestra Enfermería de Fátima, partiendo al encuentro con el Señor, a quien sirvió con tanta generosidad, y con la Virgen Inmaculada, cuyo amor siempre le movió en su vida.

Demos gracias a Dios juntos por todo lo que ha significado en nuestras vidas, como jesuita ejemplar, amigo cercano, educador de tantas generaciones.

El Velatorio se realizó en el Colegio de la Inmaculada de Monterrico, donde el viernes por la tarde se tuvo la Misa de sepelio.

Amigas y amigos: les envío el texto de la Homilía que el P. Carlos Cardó Franco SJ pronunció en la Eucaristía de despedida de Juan Luis, donde concelebramos cerca de sesenta sacerdotes, junto a alrededor de 1,200 personas.

¡Que la vida de nuestro querido Juan Luis nos siga inspirando!


Funeral del P. Juan Luis Lazarte Ugarteche, S.J.

Homilía del P. Carlos Cardó Franco, S.J.



El evangelio de Jesús ilumina nuestras vidas, pero también puede decirse que hay vidas que nos dan luz para entender mejor el evangelio, que se hizo realidad en ellas. Una de estas vidas es la de Juan Luis, que ahora agradecemos. Por eso, he escogido para esta celebración el texto del cap. 15 de san Juan que acabamos de escuchar.

En varias ocasiones, Jesús se definió a sí mismo en relación con nosotros. Nos dijo: Yo soy el pan (6,35), yo soy la luz (8,12), la puerta (10,7.9), el buen pastor (10,11) yo soy la resurrección y la vida (11,25), el camino, la verdad y la vida (14,6). Ahora nos dice: “Yo soy la vid, ustedes los sarmientos”. La unión que ha querido establecer entre él y los que creemos en él y lo amamos, Jesús la compara a la unión que hay en entre una planta y sus ramas: una sola vida, una misma savia, unos mismos frutos.

El texto reitera el verbo “permanecer”, que designa una relación estrecha, irrompible, de afecto, amor. La persona permanece y habita donde está su corazón: ahí donde ama y es amado, se siente en casa. El amor que Dios nos tiene, esa es nuestra atmósfera vital, nuestro hábitat, donde vivimos y encontramos nuestra auténtica identidad de hijos.

Así, cuando uno se confía al amor de Dios hasta permanecer en él, comprueba que ese amor no le quita nada, sino que lo engrandece, lo hace desarrollarse y crecer. Porque el amor consiste en dar y recibir de lo que uno tiene o posee. Es un recíproco permanecer uno en el otro, como vivir para él, como en su propia casa, sintiéndose acogido en la vida del otro. Por eso, desde el encuentro primero, uno ya no se define a sí mismo sino en relación al otro, desde el otro, para el otro. Así lo alcanzó a decir san Pablo en la plenitud de su vida: Estoy crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que es Cristo que vive en mí. Ahora en mi vida terrena vivo creyendo en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó a la muerte por mí (Gal 2,19s).

Celebramos hoy la vida de Juan Luis, agradecemos lo que ella ha significado para nosotros. Nos ha hecho comprender de qué manera su permanecer siempre firmemente unido al Señor, le atrajo tantos dones y gracias de lo alto, con los cuales ayudó y enriqueció nuestras vidas. Quiero sólo recordar sus extraordinarias virtudes de amor y afabilidad, celo y entrega apostólica, abnegación de sí mismo para atender las necesidades de los demás, en especial de los pobres y de cuantos sufren. Su prodigalidad, su ansia de resolver el problema del otro o de contribuir a satisfacer el hambre de Dios de la gente, no tenían límites. No podía decir no cuando se trataba del deseo de Dios expresado por alguien como la petición de una eucaristía, de una charla, de consejo o una absolución, de visitar a un enfermo o bautizar a unos niños. Quería darse abasto para orar con todos, consolar a todos, aconsejar a todos, partir el pan con todos. Naturalmente, los límites de su agenda quedaban muchas veces sobrepasados.

Recordamos también su gran capacidad de comprensión: cómo buscaba el aspecto positivo de las personas y de los acontecimientos y qué difícilmente pudimos oírle expresar alguna crítica injusta o malintencionada sobre alguien.

Su amor a la Compañía de Jesús brotaba de un corazón agradecido de manera explícita y palpable. Consideró en todo momento a la Compañía como una vía segura para ir a Dios, amar a Jesucristo y servir a la Iglesia. Era capaz de emocionarse hasta la lágrimas al hablar de la Compañía, de sus logros y de sus limitaciones, y, sobre todo, al recordar con profundo afecto a sus queridos compañeros y agradecer a Dios y a la Compañía por lo que a través de ellos le habían transmitido.

Su amor a la Iglesia era pleno, sin tacha, puesto más en las obras que en las palabras -en esto está dicho todo-; y era un niño en su amor y veneración al Papa, Vicario de Cristo en la tierra.

Algunos datos biográficos.

Juan Luis estudió sólo el 2º año de Secundaria en el Colegio de la Inmaculada con la promoción Inmaculada 56, antes había estado en la Escuela Apostólica (Seminario menor de los Jesuitas) de Arequipa. No obstante, siempre cultivó en su corazón un profundo amor por el Colegio de la Inmaculada, que sería con el tiempo su hogar.

Terminada su secundaria en Trujillo, donde su padre médico realizó una encomiable labor que hasta ahora se recuerda, Juan Luis estudia Ingeniería en la UNI. Obtendría el título de ingeniero civil siendo ya jesuita.

Ingresó a la Compañía de Jesús el 4 de abril de 1961.

Estudiamos juntos casi toda nuestra larga formación: Humanidades en Lima, Filosofía en Alcalá de Henares, Madrid, teología en Cuzco y Lima nuevamente, estudios especiales él en Bruselas y yo en Paris.

Nos ordenamos juntos el 2 de diciembre de 1972, víspera de la fiesta de San Francisco Javier.
El Colegio de la Inmaculada fue el espacio de su más larga y fecunda labor apostólica. Educador, formador, director espiritual, convencido del valor del apostolado educativo, Juan Luis consideró siempre al Colegio de la Inmaculada como una de las más significativas aportaciones de los jesuitas a la Iglesia y al país. – Especial influjo ejerció en en las promociones Claver 69 y Gonzaga 71, de las que salieron cinco vocaciones jesuitas: los PP Ernesto Cavassa, Javier Quirós actual rector de La Inmaculada, Bobby Burns, Taiti Alarco, que goza ya de la presencia del Señor en el cielo, y Pacho Roca.

Su compromiso con los más necesitados llevó a Juan Luis Atención a atender los barrios pobres que rodean el Colegio de la Inmaculada: San Luis, Pamplona y San Gabriel, donde contribuyó a la organización de los pobladores para lograr sus legítimas aspiraciones, en especial la de una vivienda digna, y donde realizó una encomiable labor pastoral.

Entre los años 1980 y 1985 fue Rector del C. San José Arequipa.

De regreso a Lima, en 1986, siguió trabajando en el Colegio de la Inmaculada y se proyectó a la atención espiritual de su Universidad Nacional de Ingeniería, donde ejerció el oficio de capellán, reunió grupos de jóvenes, construyó la capilla universitaria y dirigió muchos retiros espirituales en una obra fecunda y meritoria que esperamos pueda ser continuada.

Recordando todo lo que Juan Luis hizo y fue para tantas personas, no puede ser otra la oración que brote de nuestros labios, que aquella que la Iglesia dirige al Padre del cielo en una de sus más bellas plegarias eucarísticas:

Danos entrañas de misericordia ante toda dolencia humana, inspíranos el gesto y la palabra oportuna frente al hermano solo y desamparado; ayúdanos a mostrarnos disponibles ante quien se siente explotado y deprimido. Que este Colegio, nuestra comunidad, tu Iglesia, Señor, sea un recinto de verdad y de amor, de libertad, de justicia y de paz para que todos encuentren en ella un motivo para seguir esperando (Plegaria V).

Tenemos tanto de qué agradecerte, Juan Luis…
Quiero decirte, en particular, que personas como tú
nos comunican la inconmovible certeza
de que la muerte no acaba con la vida para siempre,
que nada se queda en el pasado, nada se pierde.

Tú has pasado a otra forma de existencia en Dios;
cambiada tu habitación aquí en la tierra,
has adquirido una mansión eterna en el cielo.

Allí, lo que fuiste entre nosotros lo sigues siendo;
sólo que libre ya de todo dolor y de todo mal,
gozando para siempre de la presencia de nuestro buen Padre Dios.
Gracias a lo que nos das y sigues dando, todo está bien.
Por eso, Juan Luis, te seguimos llamando por tu nombre
y te seguiremos hablando de la misma forma en que lo hacíamos.
Sentimos la afabilidad de tu sonrisa sobre nosotros,
tus gestos de atención y cortesía,
tus pensamientos cargados de optimismo.
Te sentimos en tu constante ir y venir
para atender a uno, a otro, a todos,
y que sigues así velando por nosotros,
cuidando de nosotros, pidiendo por nosotros a Jesús.
Tu nombre sigue siendo la palabra cotidiana que siempre fue.
Poco a poco la vamos pensando y pronunciando con una pena que se tornará
-estoy seguro- consuelo, aceptación e íntima confianza.
Sabemos que desde el cielo harás que nuestras vidas sigan siendo buenas,
provechosas para el país y la Iglesia, como tú esperabas que fueran.
Sabemos que nos volveremos a ver, cara a cara,
y juntos contemplaremos a Dios, cara a cara.
Desde él nos ayudas a caminar lo que nos falta, lo que nos separa.
Y entonces -nos dices-, en el reencuentro, todo será como antes;
sólo que mejor, infinitamente más feliz y para siempre.
Porque seremos uno, todos juntos, con Cristo.
Y Dios será todo en todo.

Te dejo con él, Juan Luis, en sus manos.
Te confío a su infinita bondad para que ilumine tu rostro
con la claridad de su adorable presencia
(meta y anhelo profundo de nuestra vida),
la presencia del Señor de nuestra vida,
en quien has alcanzado ya -indudablemente-
tu más hermosa y feliz realización.

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Nuevos Cursos en la Parroquia Nuestra Señora de Fátima comienzan a partir del primer lunes de septiembre

¡Inscríbete y participa!
Av. Armendáriz 350 Miraflores. Lima, Perú.
A dos cuadras de Larcomar.
Teléfono 446-3119.



El Evangelio de San Mateo

Continuación del Curso Bíblico iniciado el semestre anterior.

Una lectura orante de Mateo a través de los milagros y las parábolas para conocer el proyecto de Jesús

  • Fechas: Todos los lunes de septiembre y octubre.
  • Hora: 7:30 a 9:00 p.m.
  • Lugar: Salón Parroquial.
  • Inscripción: Gratuita.
  • Requisito: Traer la Biblia o el Nuevo Testamento.
  • Expositor: P. Antonio Hernández S.J.



Música y Espiritualidad

Una de las formas en que Ignacio define la oración, es “sentir y gustar las cosas internamente”.

En este curso intentamos descubrir la espiritualidad a través del arte y, principalmente, de la música.

El único requisito es venir con una actitud contemplativa para que, por medio de la imagen y de los sonidos, podamos sentir la emoción espiritual.

  • Fecha: Los lunes de septiembre y el primer lunes de octubre
  • Horario: De 7:30 a 9:30 p.m.
  • Lugar: Salón Parroquial.
  • Inscripción: Gratuita.
  • Dirige la experiencia: P. Javier Uriarte S.J.


Forma tu Fe

Curso de catequesis para adultos que quieren fundamentar mejor su fe y experiencia cristiana.

  • Sesiones: Los lunes de septiembre.
  • Horario: De 4.30 a 6.00 p.m.
  • Lugar: Salón Parroquial.
  • Inscripción: Gratuita.





Continúan los cursos ya iniciados:
1 Grupos de Reflexión sobre la Fe Cristiana – Teología I
2 La Vida, Don de Dios

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Fuentes: Web de la Parroquia Nuestra Señora de Fátima.

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Ofrecimiento Diario - Intenciones para el mes de Septiembre



APOSTOLADO
DE LA
ORACIÓN

INTENCIONES PARA EL MES DE
SEPTIEMBRE


Ofrecimiento Diario

Ven Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de veras nuestras personas y obras, en unión con él, por la redención del mundo.

Señor mío y Dios mío Jesucristo:

Por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu Corazón y me ofrezco contigo al Padre en tu santo sacrificio del altar; con mi oración y mi trabajo, sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros pecados y para que venga a nosotros tu reino.

Te pido en especial por las intenciones encomendadas al Apostolado de la Oración.



Por las Intenciones del Papa

Intención General:
Para que en las regiones menos desarrolladas del mundo el anuncio de la Palabra de Dios renueve el corazón de las personas, alentándolas a ser protagonistas de un auténtico progreso social.






Intención Misional:
Para que, abriendo el corazón al amor, se ponga fin a tantas guerras y conflictos que aún ensangrientan el mundo.







Por las intenciones de la Conferencia Episcopal Peruana

Para que el Señor suscite entre los jóvenes santas vocaciones a la vida sacerdotal o religiosa y otorgue una santa perseverancia a los que ha llamado.







La Palabra de Dios y el servicio de la caridad

“... El servicio de la caridad es una vocación de la Iglesia de Jesucristo, en correspondencia con la caridad que el Verbo de Dios ha manifestado con las palabras y con las obras. Es necesario que la Palabra de Dios lleve al amor del prójimo. En muchas comunidades se afirma que el encuentro con la Palabra no se agota en la escucha y en la celebración en sí misma, sino que está orientado al empeño concreto, personal y comunitario, hacia el mundo de los pobres, en cuanto signo de la presencia del Señor... habrá fidelidad a la Palabra cuando la primera forma de caridad se realice en el respeto de los derechos de la persona humana, en la defensa de los oprimidos y de los que sufren...” (Sínodo de los Obispos. XII Asamblea General Ordinaria, 11.5.2008, n. 39. Extracto)

Guerras y conflictos

“... No olvidemos África y sus numerosas situaciones de guerra y tensión. Es de recordar que sólo las negociaciones entre los diversos protagonistas pueden abrir la vía para la justa solución de los conflictos y dejar entrever en progreso en la consolidación de la paz... Señales positivas para África vienen igualmente de la voluntad, expresada por la comunidad internacional, de mantener este continente en el centro de su atención, y también de reforzar las instituciones continentales y regionales, que da prueba de la intención de los países interesados de hacerse más responsables de su propio destino. Asimismo, es necesario alabar la digna actitud de las personas que cada día, sobre el terreno, se comprometen con determinación a promover proyectos que contribuyen al desarrollo y a la organización de la vida económica y social...” (Benedicto XVI al Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede, 8.1.2007. Extractos)”

Aparecida - Misión Continental

“La vida consagrada es un don del Padre por medio del Espíritu a su Iglesia y constituye un elemento decisivo para su misión...” (216)


Eucaristía
Misa por las vocaciones religiosas (Misal romano)

Palabra de Dios
Isaías 41, 13-20. No temas Yo mismo te auxilio.
Hebreos 1, 1. En múltiples ocasiones y de muchas maneras habló de Dios.
Juan 1, 14. La Palabra se hizo carne.

Reflexionemos
Sobre la fuerza transformadora de la Palabra de Dios en nuestra vida personal.
Sobre las dificultades en la lectura personal de la Biblia.
¿Cómo entender mejor la Biblia y apreciarla más?

Invitación

A participar de la Misa dominical de 11:00 AM en la Parroquia de San Pedro y a acompañarnos en las reuniones semanales a las 12:00 M en el claustro de la parroquia, todos los domingos. Asimismo, invitamos a la Misa de los primeros viernes de cada mes en Honor al Sagrado Corazón de Jesús, a las 7:30 PM en San Pedro.


P. Antonio Gonzalez Callizo S.J.
Director Nacional del Apostolado de la Oración (AO)
Parroquia San Pedro



Visítenos en:

http://formacionpastoralparalaicos.blogspot.com Etiqueta del Apostolado de la Oración
¡ADVENIAT REGNUM TUUM!

¡Venga a nosotros tu reino!


Apostolado de la Oración
Azángaro 451, Lima
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Jubileo de las 40 Horas

Sobre el Jubileo de las 40 Horas

Gran Misión de Lima, Año Sacerdotal y Congreso Eucarístico y Mariano



S.S. Benedicto XVI nos enseña que "cuanto más vivo sea el amor por la Eucaristía en el corazón del pueblo cristiano, tanto más clara tendrá la tarea de la misión: llevar a Cristo". (Sacramentum caritatis, Nº 86). En este sentido, la Gran Misión de Lima tiene en el Jubileo de las 40 Horas el gran soporte de la oración y sacrificio de los fieles, los cuales, unidos a Cristo en la adoración eucarística, colaboran eficazmente suplicando por las vocaciones sacerdotales y la santidad de los sacerdotes, y por Congreso Eucarístico y Mariano Arquidiocesano, para que sea la ocasión de reconocer plenamente el Misterio de la Eucaristía y de venerarlo públicamente con el vínculo de la caridad y de la unión. (Cf. Introd. del Ritual de la Sgda. Comunión y del culto a la Eucaristía fuera de la Misa. 1973, Nº 109)


Turnos de Adoración Eucarística - Año 2010

SEPTIEMBRE



1 - 2 - 3

Parroquia de San Pío X. U.V. Mirones, cdra. 20 Av. Colonial, Lima

Parroquia Señor de la Divina Misericordia. Caminos del Inca c/21, Las Gardenias.



4 - 5 - 6

Santuario de Nuestra Señora de Copacabana. Jr. Chiclayo 383, Rímac.


7 - 8 - 9

Parroquia Nuestra Señora de Fátima. Unidad Vecinal Nº3, Lima.

Parroquia de Cristo Salvador. Enrique León García 362, Urb. Chama.


10 - 11 - 12

Santuario Ntra. Sra. del Perpetuo Socorro. Fco. Pizarro 300, Rímac.


13 - 14 - 15

Parroquia de Jesús Nazareno. Av. Venezuela c/28, Urb. Palomino.

Parroquia Santísimo Nombre de Jesús. C/Los Picaflores 188, Chacarilla.


16 - 17 - 18

Parroquia Ntra. Sra. de los Desamparados. Av. Venezuela cdra. 12, Breña.

Parroquia de San Leopoldo. C/3 y 10, Urb. Mcal. Castilla, San Borja.


19 - 20 - 21

Basílica de San Francisco. Jr. Ancash 471, Lima.


22 - 23 - 24

Parroquia San Pablo y Ntra. Sra. del Carmen. Orbegoso 1160, Breña.

Parroquia de San Francisco de Borja. Las Artes 860, San Borja.


25 - 26 - 27

Monasterio de Santa Clara. Jr. Jauja 449, Lima.


28 - 29 - 30

Parroquia de María Auxiliadora. Av. Brasil 210, Breña.

Parroquia de Nuestra Señora del Consuelo. Av. Primavera 1620, Surco.



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Fuente: "Jubileo de las 40 Horas, Año 2010". Arzobispado de Lima.


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Para enterarnos más sobre el Jubileo, visitemos las anteriores publicaciones:





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¿Cómo surgieron los Ejercicios Espirituales?

Condicionamientos históricos de los mismos



Para comprender lo que son los Ejercicios tenemos que acudir al origen y desarrollo de los mismos. Antes de ser un "texto", fueron una experiencia vivida por san Ignacio en medio de su tiempo, es decir, marcada por condicionamientos históricos: sociales, económicos, políticos, espirituales y eclesiales.


1 Condicionamientos sociales, económicos y políticos


a) La historia

Iñigo López de Loyola nace y pasa su infancia en el ambiente feudal propio de la nobleza provinciana de Guipúzcoa. Pero su adolescencia es impactada por la corte española, abierta en esos momentos a la expansión universal de la conquista del Nuevo Mundo. Su niñez está envuelta en la mística de cruzada conquistadora iniciada en la toma de Granada por los Reyes Católicos, en cuya corte de Arévalo pasó sus años de adolescente. También respiró los aires universales de la llegada de Cristóbal Colón al Nuevo Mundo, a donde se expandió el espíritu de cruzada.

Su juventud, con todas las grandes ambiciones de una fuerte personalidad, se desarrolla en el momento estimulante de los inicios del reinado de Carlos I de Castilla, que une en su persona el poder político europeo de Emperador de Alemania y sueña en repetir la hazaña de Carlomagno, reinstaurando el Sacro Imperio en toda Europa y el Nuevo Mundo. En su edad madura, ya después de la conversión, Iñigo verá derrumbarse tan bello sueño medieval. Y el Emperador separará el poder imperial del español, poniendo a su hermano Francisco al frente de los estados alemanes y a su hijo Felipe frente al imperio español.

También verá que comienza a resquebrajarse la misma estructura feudal, fundada en las familias nobles, porque el mercantilismo, estimulado por la inyección de metales preciosos procedentes de las Indias, hace surgir una nueva fuerza social fundada en el dinero. El mismo Iñigo conocerá personalmente el movimiento económico de los grandes centros comerciales como Barcelona, Amsterdam, Londres, Venecia... Tanto el poder feudal arraigado en el honor de la familia noble, como el poder del dinero del capitalismo mercantil, fuerza éste último, de los moradores plebeyos de los burgos, dejarán su impronta en la experiencia espiritual de Iñigo. Esta impronta es la que intentaremos rastrear a fin de hacer después una transcripción a los condicionamientos actuales que influirán en los Ejercicios Espirituales desde América Latina.


b) Influjo de estos condicionamientos en la experiencia espiritual de Iñigo

Iñigo López de Loyola inicia su peregrinación a Jerusalén, desprendiéndose de los ducados cobrados en Nájera. Pero esto no es lo más significativo, porque en el mundo feudal el status social se fundaba en el apellido de familia noble. Por eso se desvía del camino real para no ser reconocido como noble. En ese momento el Cardenal de Utrecht, recién elegido Papa, estaba en España con el rey Carlos I, y se encaminaba a Roma precisamente por la misma vía que conducía a Iñigo hacia Montserrat. Pero el paso decisivo lo da cuando se despoja de sus vestidos de seda, símbolo del status de noble, para vestirse el distintivo social de lo más bajo de los plebeyos, que era el sayal de mendigo.

En ese momento la mendicidad era una institución social, por ser uno de los problemas más extendidos y agudos en Europa. El "abajarse" socialmente es el primer signo externo de su conversión interior, que marca inicial y definitivamente su experiencia espiritual. Son las armas del caballero de Cristo que velará ante la dama de sus sueños, la Virgen de Montserrat. Desde ese momento, el comer, vestir y dormir, "será como cosa propia de pobres", los más bajos de la sociedad. Y esta experiencia la exigirá a todos los que ingresan a la Compañía de Jesús, incluidos los nobles por supuesto, desde Francisco de Borja, privado del Emperador Carlos V, hasta Don Teutonio, pasando por Francisco Xavier.

Junto a la renuncia del poder clave en la sociedad feudal, que es la nobleza y su símbolo del vestido, une la renuncia al dinero. Por eso deja el dinero en un banco que halló junto a la playa en Barcelona al partir hacia Italia, y sigue distribuyendo las limosnas recogidas por él mismo entre los mendigos durante su peregrinación a Tierra Santa. Después, como estudiante en París, ayudará a sus compañeros de estudio con las limosnas recogidas en Flandes e Inglaterra. Y en Roma, los primeros compañeros vivirán en graves penurias económicas, por su gran desprendimiento en tiempos de hambre. El gesto final, llevado a la práctica con calma pero sin retroceder un paso, será el cambio premeditado de su nombre y de su "firma completa, pregonera de la antigüedad y alcurnia de la propia sangre", pues "fue podándolo todo hasta quedarse aun sin el nombre de Iñigo". (LETURIA Pedro, "El gentil hombre Iñigo López de Loyola", Editorial Labor, Barcelona 1949, p.8).

Por eso, el "abajarse" en el texto de los Ejercicios, además del sentido ascético, tiene un sentido social, porque antes de ser una formulación espiritual fue una realidad vivida dentro de la estratificación social de su tiempo, lo que constituyó una evidente manifestación de su conversión. Y es muy significativo que el lugar en que se usa la palabra "abajarse" en los Ejercicios, sea el momento culminante de los "tres maneras de humildad". El otro lugar significativo de los Ejercicios es el de la meditación de los "tres binarios". Y es ahí donde aparece como ejemplo clave de riqueza el dinero, los 10.000 ducados; ese dinero que Ignacio observó como el motor del mercantilismo, padre del capitalismo moderno (EE 165.150).

Y en las "dos banderas" están puestos los dos pasos estratégicos para llegar a la soberbia: primero, el desear riqueza, y segundo, el buscar honores. Frente a ellos, haciendo lo diametralmente opuesto, hay que desear la pobreza actual, la que sufren los pobres sociales, "no menos que la espiritual", y las humillaciones. Porque el sumo y verdadero Capitán Jesús está en lugar humilde y sencillo, es decir, pobre, y él con su ejemplo nos muestra la vida verdadera. Otros reflejos de su vida de mendicante y del problema de la mendicidad, se ven claramente en las reglas para "distribuir limosnas" (EE 337-344) y en la reforma de "la propia vida y estado" (EE 189).


2 Condicionamientos espirituales y eclesiales

a) La historia

Los condicionamientos espirituales los vivió Iñigo desde su niñez en el seno de una familia creyente formada principalmente en la piedad franciscana. En los momentos de su adolescencia, se había intensificado esa piedad en toda España, con el gran impulso dado por el regente de Carlos I, el franciscano Cardenal Cisneros. Ya en la plenitud de su juventud, en el momento álgido de la curación de su pierna, recibió otro impacto piadoso decisivo, al no encontrar en casa libros de caballería sino el "Flos Sanctorum" y la Vida de Cristo. Esta línea de espiritualidad chocará más tarde en París con la espiritualidad de Erasmo, elitista, erudita, crítica y despreciativa de la piedad popular que alimentó a Iñigo toda su vida y que en los Ejercicios se convierte en base inspiradora. A nivel de jerarquía eclesiástica vivió las preocupaciones reformistas frente a la corrupción de la cúpula romana, y se vio inmerso en todo el remolino de la reforma luterana y calvinista.


b) Influjo de estos condicionamientos en la experiencia espiritual de Iñigo

La piedad popular de Ignacio1 tiene toda la fuerza de la sensibilidad tomada del valor sacramental de la teología católica, cuya fuente primera es la encarnación del Hijo. Esta piedad empapa todas las consideraciones de los Ejercicios, desde las meditaciones sobre el pecado -en particular el ejercicio sobre el infierno- hasta las contemplaciones de la vida de Cristo. En el nacimiento, merecen destacarse los detalles populares, con sabor franciscano, de hacerse presente como "pobrecito y esclavito indigno, mirándolos, contemplándolos y sirviéndolos en sus necesidades, como si presente me hallase, con todo acatamiento y reverencia" (EE 114).

En las reglas para sentir "en la Iglesia militante" (EE 352), Ignacio no se queda en el evangelismo libre, tan en boga en esos momentos de la Reforma, sino que inserta toda su experiencia en la comunidad eclesial, con todo su sistema jerárquico, sacramental y devocional. Su fidelidad sigue los caminos de los grandes santos de la historia de la Iglesia. Ignacio supo mantener el equilibrio en dos grandes temas, fuertemente debatidos en aquellos momentos y de perenne interés en la historia: entre la fidelidad a la jerarquía de la Iglesia y la fidelidad al Espíritu que le empujó a notables innovaciones en la concepción de la vida religiosa, y aun a decisiones circunstanciales opuestas a la autoridad del Papa, como fue el asunto de la elección como cardenal de Francisco de Borja. También mantuvo equilibrio entre el respeto al pueblo sencillo en sus devociones populares: reliquias, procesiones, candelas, ornamentos, edificios... (EE 358-361) y el respeto a la jerarquía de esa misma y única Iglesia, pueblo de Dios (EE 362), equilibrio que sigue siendo muy importante en nuestro tiempo.


3 Conclusión

De esta breve confrontación entre la vida de Iñigo contextualizada social y eclesialmente y el contenido de los Ejercicios, podemos sacar dos observaciones importantes: Primera: Aunque el libro de los Ejercicios esté escrito con un lenguaje espiritual, no puede desligarse de la vivencia de Ignacio con todos sus condicionamientos sociales y eclesiales. Por tanto, al ofrecer un Directorio actualizado de Ejercicios desde América Latina y para América Latina, debemos contextualizarlo en nuestras circunstancias, si queremos ser fieles al espíritu del mismo. Segunda: La situación de América Latina nos da unos condicionamientos especialmente apropiados para poder comprender el contenido y la dinámica de los Ejercicios. Y recíprocamente, los Ejercicios nos introducen de lleno en nuestra situación latinoamericana.


4 Proceso de la elaboración del libro de los Ejercicios

a) Introducción

Vista ya brevemente la contextualización histórica, social y eclesial de la vivencia de Ignacio, se nos impone recordar ahora el proceso de su formulación escrita.

Al narrar en su Autobiografía los hechos acaecidos en Manresa (nn. 18-43), san Ignacio no mencionó la composición de los Ejercicios; pero al final de su relato, a una pregunta del P. Luis Gonçalves de Câmara, respondió en pocas palabras que "los Ejercicios no los había hecho todos de una sola vez, sino que algunas cosas que observaba en su alma y las encontraba útiles, le parecía que podrían ser útiles también a los otros, y así las ponía por escrito, verbi gratia, del examinar la conciencia con aquel modo de las líneas, etc. Las elecciones, especialmente, me dijo que las había sacado de aquella variedad de espíritus y pensamientos que tenía cuando estaba en Loyola, cuando se encontraba enfermo de una pierna" (Ibid. n.99).

De esta breve declaración deducimos:

1º. Que la composición de los Ejercicios siguió un proceso evolutivo que se extendió desde los tiempos de Manresa (1522) hasta los primeros años de la vida de Ignacio en Roma (alrededor de 1541).

2º. Que los Ejercicios son fruto de la experiencia personal de Ignacio, quien los experimentó en sí mismo antes de escribirlos para la utilidad de otros. Como dice gráficamente el P. Polanco: "Como mucho labraron en su misma alma, así él deseaba con ellas (las meditaciones de los Ejercicios) ayudar a otras personas" (Sumario, n. 24: FN I,163).

3º. Que el origen remoto de los Ejercicios hay que buscarlo en la variedad de espíritus que experimentó en Loyola, durante el curso de su convalecencia. Con todo, según el testimonio unánime de los contemporáneos, los Ejercicios pertenecen al tiempo de la estancia de Ignacio en Manresa. Laínez dice que "cerca de este tiempo hizo confesión general de toda su vida y vino, quanto a la sustancia, en estas meditaciones que decimos exercicios" (Carta de Polanco, 1547: FN I,82). La expresión "vino en" significa que Ignacio hizo y escribió los Ejercicios en Manresa. Nos consta el uso de Ignacio de poner por escrito cuanto pasaba por él en aquel período. Por lo que se refiere a los Ejercicios, en el pasaje que hemos copiado (Autobiografía, n. 99) dice expresamente que ponía por escrito las cosas que creía que podrían ser útiles a otros. Que los Ejercicios fueron
escritos en Manresa lo dicen, entre otros, Polanco, Nadal y Ribadeneira.

Dice Polanco: "...las cosas que se contienen en el libro de los Ejercicios espirituales, primero las observó y después las escribió para utilidad de otros" (FN II, 527). Nadal: "De entre las cosas que comprobó por experiencia que le habían aprovechado, aquellas que le parecía que podrían ser útiles a los demás las puso por escrito en un librito" (MI, Nadal V, 842). Y Ribadeneira: "En este mismo tiempo (...) escribió el libro que llamamos de los Exercicios espirituales" (Vida, lib. I, cap. VIII: FN IV, 135). La primera vez que Ignacio habló de los Ejercicios escritos fue en Salamanca (1527), cuando dio al bachiller Sancho de Frías "todos sus papeles, que eran los Ejercicios, para que los examinasen" (Autobiografía, n. 67). De hecho, nos consta que este Bachiller y los otros tres jueces que examinaron a Ignacio vieron los Ejercicios (Ibid. n. 68). La segunda vez fue en París, cuando el inquisidor Valentín Liévin le pidió los Ejercicios, "y viéndolos, los alabó mucho y pidió al peregrino que le dejase una copia de ellos, cosa que él hizo" (Ibid. n. 86). Un tercer texto es el que copió para sí en Venecia, el año 1536, el cardenal Gaspar Contarini
(FN II, 585, n. 96; MI, Scripta de S. Ignatio II, 872).

Recorriendo más en detalle el camino seguido por Ignacio, podemos distinguir dos etapas principales, que describe el P. Nadal: una, antes de cursar los estudios; y otra, después de terminarlos. Dice en su apología contra el dominico Tomás de Pedroche: "Cuando escribió una buena parte de los Ejercicios, todavía no había estudiado... Después de terminar sus estudios, recogió sus primeras notas (deliberationes) de los Ejercicios, les añadió muchas cosas, ordenó (digessit) todos los materiales y los sometió a la probación de la Sede Apostólica" (FN, I, 318-319). Más en concreto, podemos distinguir los siguientes estadios:


b) Manresa

Ignacio hizo y escribió los Ejercicios en la tercera y última etapa de su permanencia en Manresa, caracterizada por las especiales gracias recibidas. Como dice Polanco, lo hizo después de la llamada eximia ilustración del Cardoner (FN II, 527). Respecto al contenido, ya hemos visto que, según Laínez, en Manresa hizo los Ejercicios "quanto a la substancia", expresión que equivale a decir que los Ejercicios son del tiempo de Manresa. Polanco añadió que "después, el uso y la experiencia de muchas cosas le hizo más perfeccionar su primera invención" (Sumario, n.24: FN I, 163). Nadal dice que en Manresa, "con lo que él devía de leer y el Señor le comunicava en la oración de su alma, comenzó a notar los puntos y exerçiçios de la primera semana", y después "el Señor le llevó más adelante, y començó a meditar en la vida de Cristo nuestro Señor, y a tener en ella devoción y desseo de ymitarla" (FN II, 190; MHSI, Nadal V, 274). En concreto, Nadal sitúa en Manresa las meditaciones del Reino de Cristo y de "dos banderas": "Aquí le comunicó nuestro Señor los Exercicios, guiándole desta manera para que todo se emplease en el servicio suyo y salud de las almas, lo cual le mostró con devoción specialmente en dos exercicios, scilicet, del Rey y de las banderas" (FN I, 307; MHSI, Nadal V, 4O).

Además de las meditaciones, podemos atribuir a la época de Manresa los documentos sobre el "examen particular" (EE 24-31), que él enseñó desde el principio a sus ejercitantes, y los del "examen general" (EE 32-43), con las normas para distinguir entre pecado mortal y venial. Son también de Manresa las "Reglas para discernir espíritus más propias para la primera semana" (EE 313-327) y los "tres modos de orar" (EE 238-260). Todo ello fue revisado y completado en períodos sucesivos. No nos consta que compusiese ya en Manresa el "Principio y Fundamento", al menos en la forma en que hoy lo conocemos.


c) París (1528-1535)

Si no se conserva el texto que Ignacio entregó al inquisidor Liévin -probablemente un texto latino-, tenemos, en cambio, los Ejercicios que el propio Ignacio (o, más probablemente, Pedro Fabro) dio al inglés John Helyar alrededor de 1535, y que son los más antiguos que se conservan. Se trata de un texto no "arquetipo" sino "adaptado". Encontramos en él una redacción del "Principio y Fundamento" algo diferente de la definitiva (MHSI, Ex², p. 429). Podemos conjeturar que son del tiempo de París las meditaciones de los "tres binarios" (EE 149-157) y la consideración sobre las "tres maneras de humildad" (EE 164-168), la "Contemplación para alcanzar amor" (EE 230-237), algunas "Anotaciones" que describen las disposiciones que debe tener el Ejercitante (EE 3, 5, 11, 12, 13, 16, 20), las "Adiciones" (EE 73-90) y, al menos, una
primera serie de "Reglas para sentir en la Iglesia" (EE 352-365).


d) Italia (1536-1539) y Roma (1539-1541)

De 1536 a 1539, Ignacio llevó a término la revisión del libro de los Ejercicios de que nos habla Nadal (EE 1, 2, 4, 6-10, 14, 15, 17, 18, 19), la redacción definitiva del "Principio y Fundamento", los "Misterios de la vida de Cristo" puestos al final del libro (EE 261-312), y las "Reglas para ordenarse en el comer" (EE 210-217). Se completa la redacción del libro con las "Reglas de discreción de espíritus más propias de la segunda semana" (EE 328-336), las de los "escrúpulos" (EE 345-351) y la definitiva ordenación y formulación de las "Reglas para sentir en la Iglesia" (EE 353-370).

Que hay elementos añadidos en Roma lo deducimos de tres cartas: una del P. Francisco Estrada, que en 1539 escribió a Roma desde Montepulciano pidiendo que, sin falta, se le enviasen "las reglas de discretione spirituum y de tentaciones, con esotras de Exercitios, y esto sin faltar" (MHSI, Epp. Mixtae I, 22). En una segunda carta, el mismo Estrada pedía "las reglas de la 1ª, 2ª y 3ª semana de Exercicios, y otras nuevas, si se han adjunto" (Ibid. 29). Por su parte, Francisco Javier escribía desde Lisboa el año 1540 pidiendo que le mandasen "un traslado de los (Ejercicios) coreptos", para poder mostrarlos al rey de Portugal, Juan III (MHSI, S. Francisci Xaverii epistolae I, 47).


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(1) Piedad alimentada, sin duda, por la “Imitación de Cristo”, libro muy querido para Ignacio.


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Tomado de:



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A los dos años de singladura - 1º de Septiembre 2008 - 2010

P. José Ramón Martínez Galdeano, S.J.


Director del Blog



Son ya dos los años que cumplimos este 1º de septiembre ofreciendo este servicio de fe. La respuesta –ya van más de 70.000 mil visitas– ha confirmado su oportunidad. Cumplir con aquello que pide San Pedro a cristianos normales, sin mayores estudios, que viven su fe en un medio hostil o al menos incómodo, no es nada fácil. Con la “Formación pastoral para laicos” pretendemos darles una ayuda para su misión apostólica nada fácil.

Los laicos se ven a veces agredidos por cuestiones sobre diversos puntos sobre la fe y la moral cuya respuesta exige ciertos conocimientos de escritura, de dogma o de moral. Serán que Jesús tuvo “hermanos”, que los católicos “adoramos” a trozos de yeso o de cartón, que el celibato de los sacerdotes es contrario a la fe, que basta confesarse con Dios, que nada prueba que Dios exista pues nadie lo ha visto, que los milagros son cosas de psicología, que toda religión sirve lo mismo para salvarse, etc. Cosas como éstas queremos aclarar a nuestros hermanos laicos. Así no sólo seguirán creyendo, sino que sabrán por qué creen y (aspiramos también a esto) llegarán a poder explicar a los no católicos cómo nuestra fe es razonable.

Vivir cristianamente no es mero conocer, sino penetrar en el corazón de Dios, purificando el propio corazón. Es la experiencia de la vivencia de la fe, que ya en este mundo ha de comenzar. La espiritualidad, la intimidad persona a persona con nuestro Dios, no está reservada a pocos. Todos estamos llamados y por eso intentamos ofrecer modos de oración, estímulos y ejemplos de ejercicio de las virtudes cristianas, que no son monopolio de nadie sino pruebas de que todos somos llamados.

El resultado de estos dos años nos estimula pero ha costado, y ampliarlo y mejorarlo será más difícil. Confiamos en la oración de todos, en su colaboración y en la detección de sus deficiencias de modo que lo hagamos mejor.

Queremos agradecer en primer lugar a Dios por esta oportunidad apostólica y por toda su gracia para con esta labor, agradecer en especial a los padres jesuitas Vicente Gallo, Adolfo Franco, Ignacio Garro y Antonio Gonzales Callizo por su colaboración permanente con el blog, de la misma manera a los padres jesuitas Miguel Girón, Guillermo Villalobos y Enrique Rodríguez, así como de nuestro amigo el P. Roberto Carrasco OMI, quienes generosamente han venido enriqueciendo el blog con sus publicaciones, agradecer al P. Rómulo Franco, S.J. por la difusión del blog y a todos los que han contribuido con nosotros. A todos ellos les damos las gracias y con ellos queremos compartir estos dos años porque el blog es de todos aquellos que lo hacen parte de su labor pastoral. Que Dios los bendiga.

Equipo Editor:
José Ramón Martínez Galdeano, S.J. - Director.
William Gallardo Guevara
José Antonio Giraldo Del Rosario

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Nuestra primera publicación AQUÍ

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La vaciedad de la vanidad

P. Adolfo Franco, S.J.

Reflexión del Evangelio del Domingo XXI del Tiempo Ordinario.

Lucas 14, 1.7-14

Qué enseñanza del Señor sobre lo ridículo que es el "darse importancia" y para ayudarnos a poner al descubierto la vaciedad de la vanidad.



El Señor es invitado a un banquete, y lo convierte en enseñanzas. Todos los acontecimientos que vivía Jesús le sirven para trasformarlos en mensajes. Y en este caso Jesús nos va a hablar de la humildad en uno de las manifestaciones más frecuentes del orgullo y la soberbia: las preferencias, los sitios de honor, y el círculo de los poderosos.

Jesús está viendo cómo los invitados buscan abierta o disimuladamente los sitios de honor: la cabecera, o quedar junto a alguien importante, para poder obtener algún beneficio. Los sitios donde se puede satisfacer la vanidad y el orgullo, o donde se pueden sacar ventajas personales. Y Jesús invita al despojo, al desprendimiento completo. Vivir la vida sin pretender convertirla en una carrera por prevalecer sobre los demás.

Ante esta enseñanza de los que buscan los primeros puestos, hay varias preguntas que hacerse: ¿cuál es el lugar que me corresponde? ¿qué lugar debo elegir? ¿se opone el Evangelio al deseo humano de progresar?

Empezando por la última: no hace falta discurrir mucho para responderla. El Evangelio no se opone al legítimo deseo de progresar. Con tal de que mi avance en el progreso sea legítimo, sin pisar a nadie, y usando siempre medios lícitos. Y evitando el subproducto del orgullo que a veces acompaña a algunos logros que obtenemos. Pero la enseñanza del evangelio va a algo más profundo que a examinar la casuística que podría derivarse de la consideración del legítimo progreso. La enseñanza de Jesús apunta a una actitud de nuestro espíritu, que tiene que ver con la autenticidad de nuestro ser, y con el respeto al prójimo.

En cuanto a las otras dos preguntas, el Señor nos responde animándonos a escoger el último lugar. Y nos lo enseña El que supo ponerse a los pies de los apóstoles, para lavárselos en la Ultima Cena. ¿De qué se trata en todo esto? Alegría de que el otro triunfe, aunque uno sienta que ha hecho más méritos que el otro. Saber ceder la delantera. Tener el deseo de pasar desapercibido, y no hacer tanto caso a condecoraciones y homenajes. Contentarse con el puesto menos espectacular, aunque sea el de más trabajo. Espíritu sencillo que sabe abrir la puerta al que viene detrás y dejarlo pasar delante. Es la cortesía de los humildes y sencillos del Evangelio, representados en San Juan Bautista que, refiriéndose a Cristo dijo: conviene que El crezca y que yo disminuya; y también: yo no soy digno ni de desatarle la correa de sus sandalias.

Si en un banquete imaginario nos invitaran con Jesús, y quisiéramos sentarnos cerca de El, tendríamos que escoger el último sitio, pues El nunca estaría en la cabecera.

El que vive así está seguro y en paz, no se estremece con la envidia, ni con el resentimiento. No tiene la fatiga del que siempre corre agitado, para estar por encima de quien sea.

Hay quienes han sabido ceder hasta el heroísmo como Maximilian Kolbe: ceder el puesto de la vida a un condenado a muerte, y sufrir en su lugar una cruel agonía. O una madre heroica, Cristina Cella de 26 años, que prefirió postergar su tratamiento contra el cáncer, para que su hijo naciese bien; aunque esto le acarreó la muerte.

Mirar con serenidad en el banquete de la vida cómo a otros se les da la preferencia, alegrarse de ello, y no precipitarse a ocupar puestos de privilegio, sino alegrarse de las preferencias de los demás, sinceramente. Pensando además que ellos se lo merecen bien, y estarse tranquilos en los espacios desconocidos. Sacar del corazón la avaricia y la codicia de la importancia. Ser mar tranquilo y no tormenta agitada por el orgullo.

Y por eso también en las invitaciones hacerlas a fondo perdido sin esperar que me lo paguen con la misma moneda. Es dar e invitar por el deseo limpio de entregarse, por el deseo de compartir, sin contabilizar las beneficios que los invitados me puedan devolver. Ser don y no mercancía. Y vivir alegres con la donación de sí, sin buscar retorno.

No hay duda de que el Evangelio, y este evangelio de hoy nos enseña la forma más bella de ser persona; y nos lo enseña el que es el “primogénito de toda la Creación” Jesús.


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Agradecemos al P. Adolfo Franco, SJ por su colaboración.


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Matrimonios: Ir todos a la Viña del Señor, 3º Parte

Queda mucho por hacer

P. Vicente Gallo, S.J.




Dice así Dios en Isaías: “Mi amigo tenía una viña en una fértil colina. La cavó y la despedregó, y la plantó con cepas selectas; edificó una torre en medio de ella, y puso en ella un lagar. Esperó que le diera uvas; pero sólo halló agrazones” (Is 5, 1-2). Dios dice que esa viña es su Pueblo escogido, la gente que El se escogió para que fuese “su Pueblo”. La historia de esa viña es la historia de Israel, y es también la historia de nuestra Iglesia.

Cada uno podemos hacer memoria del tiempo que nosotros mismos hemos vivido y que hemos visto con nuestros ojos. Ya, sólo mirarlo, nos servirá para hacer recuento de las pocas uvas y los muchos agrazones que Dios ha encontrado, cuando El esperaba con razón buenos y abundantes frutos de su viña. No pensando en ello solamente con pesimismo y pena, sino para que el verlo sea un reto de ilusión nueva y de esperanza ante un nuevo mileno que comienza contando con nosotros.

Pero no pensemos sólo en nuestra propia vida personal o la vida real de nuestra propia familia, donde ya encontraremos no pocos agrazones que Dios no se merece. Miramos a la Iglesia, la viña de las ilusiones definitivas de Dios. “¡Yo que te había plantado con cepas selectas!”(Is 5), se queja hoy el Señor. Los primeros Mensajeros fueron “cepas selectas”, que dieron fruto tan pingüe en la situación de su mundo peor que el nuestro; pero quienes trabajaron después lo que aquellos regaron hasta con su sangre ¡cuántos agrazones le dieron al dueño de la viña!

Recientemente tuvo la Iglesia un Concilio, el Vaticano II. ¿Cuántos leen ya los Documentos tan ricos que produjeron los Padres allí congregados? Nuevos Sínodos de Obispos se han venido teniendo después para recordar y poner más de relieve lo que aquellos Documentos decían. Pero apenas se han leído tampoco ni se han tenido en cuenta seriamente. Todos los esfuerzos que Dios sigue haciendo para que su viña le diese las mejores uvas, los hemos dejado perderse, y la viña sigue produciendo agrazones amargos. Si se nos hacen críticas, aun acertadas, las despreciamos como calumnias.

Recordemos las denuncias de pederastras aun entre Obispos. Miremos la realidad de tantos malos sacerdotes, los que dejaron su ministerio secularizándose, y los que, sin dejar el sacerdocio, viven una lamentable secularización o escandalosa vida de pecado. Miremos también la penosa realidad de tantos Institutos Religiosos, tan decadentes y tan poco atractivos, languideciendo sin nuevas vocaciones. Hallamos al mundo tan perdido, las familias en tan grave proceso de inestabilidad en el amor, los bautizados en tal abandono de la fe y de su adhesión a Cristo,... y vemos que la causa está en que no se evangeliza. Los encargados de evangelizar hemos abdicado de hacerlo, no somos “anuncio” de nada,

¿Qué saben los laicos acerca de la tarea que Cristo les tiene encomendada en su Iglesia? ¿Lo saben, siquiera, los Institutos y Movimientos Apostólicos? ¿Qué “Buena Noticia” se anuncia al presentar a Cristo a nuestro mundo? ¿Se anuncia esa “Buena Noticia” siquiera en las Homilías dominicales de nuestros templos? Cada vez acuden menos cristianos a ellos; pero más bien debe extrañarnos que todavía acudan algunos; pues no encuentran la “Buena Noticia que es Cristo” ni en nuestras Misas con guitarras, ni en las Misas sin esas músicas. La Misa no debe ser “bonita”, sino “santa”.

Siento no sé qué temor de que, acaso, no pocos sacerdotes se indignen de que me atreva a preguntarme aquí en público tales cosas. Olvidamos aquello de Jesús a los fariseos: “si estos se callan, hablarán las piedras” (Lc 19, 40). Como lo encontramos no pocas veces al ver en los medios de difusión críticas inmisericordes sobre los hechos penosos de personas de nuestra Jerarquía Eclesiástica a cualquier nivel. Y sabemos que nos criticarían más acerbamente si nos conociesen mejor.

Al comenzar el tercer milenio, no lo haremos con buen pie echando tierra encima de nuestras deficiencias. A ejemplo de Juan Pablo II, que lo hizo delante de todo el mundo al celebrar aquel Año Santo que empalmaba el milenio anterior con el nuestro, todos debemos tener la honestidad de reconocer nuestros errores del pasado y más aún del presente, para convertirnos a ser de Cristo con la fidelidad que espera de sus sarmientos, él que es la vid en la Viña de su Padre (Jn 15, 5).

Todos debemos cuestionarnos seriamente, aunque nos ruborice. Las parejas en Matrimonio cristiano, también.


¿Qué tales uvas sabrosas o qué tales agrazones encuentra en nosotros Cristo, Dios que todo lo sabe? ¿No es nuestro Sacramento verdadero Signo de Cristo desposado con la Humanidad salvada, su Iglesia salvadora del mundo?


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Para leer :
Matrimonios: Ir todos a la Viña del Señor, 1º Parte
Matrimonios: Ir todos a la Viña del Señor, 2º Parte

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Agradecemos al P. Vicente Gallo, S.J. por su colaboración.



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Sectas de Origen Oriental: Hare Krisna, medios de captación y conclusiones

Las Sectas

en
Latinoamérica



39º Parte


P. Ignacio Garro, S.J.

Profesor del Seminario Arquidiocesano de Arequipa, ex profesor del Seminario de Trujillo.


Continuación



11.- MÉTODOS DE PROPAGANDA Y DE CAPTACIÓN


El movimiento Krisna no conoce más que un solo modo de reclutamiento: el canto de los santos nombres por las calles invitando a los transeúntes a asistir a conferencias sobre el método "yoga", etc. Suelen invitar a asistir a los logares donde ellos tienen su granjas o lugares donde habitan, y suele ser a las afueras de la ciudad en lugares muy bien escogidos y en pleno contacto con la naturaleza. Una vez allí comienzan a actuar con la tácticas de "lavado de cerebro", o adoctrinamiento en el Movimiento Krisna, en la que se concluye con la total sumisión del neófito al líder del grupo. Este "lavado de cerebro" se realiza gracias a la música rítmica y monótona, que rodea la vida del adepto, que es el medio ideal para llegar a estadios psicológicos de trance, profundamente sugestivos, en los que se puede adoctrinar fácilmente sin que el adepto se dé cuenta. Unas jornadas agotadoras, una mala alimentación en proteínas, mucho trabajo, poco dormir, dan el cuadro ideal para comenzar el sistema de "programación" que realizan en sus adeptos. Las conversiones no son de masas. El mayor número de adeptos se recluta entre gente de clase media, estudiantes y personas con insatisfacción de la vida material.

El devoto que entra en el movimiento en estado soltero, pasa por ser estudiante célibe, aprende a controlar los sentimientos y luego, si lo desea, toma esposa; hasta entonces cualquier satisfacción sexual le está totalmente prohibida. Pronto se verá envuelto en un "dhoti", vestido hindú de color azafrán (naranja claro), y si es casado vestirá el "dhoti" de color blanco. En una primera iniciación recibe un nombre espiritual y un collar de tres vueltas.

Si reúne unas condiciones muy especiales, esta primera iniciación al cabo del tiempo puede estar seguida de la de ser "brahmana". Al término de la cual el devoto es reconocido como "sacerdote" de Krisna. Para llegar a este estado se exige un conocimiento particularmente profundo del libro sagrado "Bhagavad-Gita".

Más allá de "brahmana", se encuentra el "sannaya". Este cargo es una muerte a la sociedad, se renuncia a todo vínculo familiar. Si está casado deberá abandonar a mujer e hijos y no volverá a tener contacto sexual con mujeres, nunca. En un primer nivel se dedica al retiro espiritual, le llevan comida para que no se ocupe en otra cosa que no sea la meditación. En un segundo nivel, abandona ese estado de retiro y se dedica a peregrinar mendigando y proclamando la doctrina de Krisna. En un tercer nivel continuará mendigando su alimento pero peregrinado por todo el mundo. Por último se llega a la cuarta etapa: el "sannaya" se convierte en "paramahanisa", hombre plenamente realizado. Es el estado supremo del "bhakti-yoga". No le queda sino franquear las puertas de la muerte con la seguridad plena de que no se reencarnarán jamás.

A modo de ejemplo veamos cómo transcurre una jornada de un devoto de Krisna.

El día del devoto comienza a las 4 de la mañana, (después de haber dormido unas seis horas). Esta hora temprana es ideal para la vida espiritual. Su primera oración invoca la protección de Dios. Acto seguido purifica su cuerpo con una ducha de agua fría y a continuación tiene lugar la primera ceremonia. Reunidos en la "sala del Templo", agrupados por sexos para la glorificación matinal de los "murtis" (representaciones o imágenes de la divinidad). Hacen esta oración acompañados de unos pequeños platillos llamados "kartolos" y de los bongos hindúes, llamados "mardanga", los hombres se colocan delante las mujeres detrás. Esta oración de glorificación consiste en la lectura de un texto sagrado, acompañado de cantos, danzas y ofrendas.

Terminada esta ceremonia comienza el "Japa", (o, meditación espiritual y personal), mediante el canto del "mantra", "Hare Krisna". Dos horas es el tiempo previsto para cumplir las dieciséis vueltas de las ciento ochenta cuentas (108 por 16 = 1728).

A las seis y treinta es el tiempo de honrar al maestro espiritual con una ofrenda de flores. Acto seguido y hacia las siete treinta, asisten a un curso de sobre el "Srimad Bhagavatam", uno de los libros sagrados Vedas.

Hacia las ocho treinta, sentados en el suelo desayunan con alimentos vegetarianos previamente ofrecidos a Krisna en oración ritual.

Después cada devoto va a realizar los servicios encomendados, muchos se dedican a la venta ambulante por las calles de sus productos, como son libros, revistas, folletos, casetes, incienso etc. Esta actividad la llaman "sankirtan". Aquí está la fuerte financiación del Movimiento Krisna en sus ingresos pues cada devoto suele vender al día unos 100 dólares diarios; en campañas de Navidad etc., se triplica y cuadruplican los ingresos. En algunos países, como Alemania, han sido denunciados por "mendigar con engaño", ya que muchas veces, en países donde no son muy aceptados, no visten sus peculiares vestidos "dhoti" sino que se ponen pelucas y visten a la manera occidental y piden dinero para una campaña benéfica. En esta denuncia que tuvieron en Alemania recaudaron 1´250.000 dólares entre los meses de mayo y diciembre, esto una pequeña comunidad de devotos. Todo el dinero va a parar a las arcas del Movimiento y a su sede central. 51

Otras fuentes de ingresos cuantiosas suelen ser, en países ricos, los donativos de los adeptos y de sus familiares e incluso de algunos simpatizantes del Movimiento Krisna.

A las 2 de la tarde tienen almuerzo. Después de la comida las habituales ocupaciones y lectura de las escrituras Vedas, con posterior coloquio sobre el "Bhagavad-Gita". A las 8 y treinta de la noche cena frugal, con vaso de leche y frutas. A las 10 de la noche descanso.

Este horario está regido por la estricta observancia de cuatro reglas llamadas principios reguladores:

1.- Alimentación exclusivamente vegetariana
2.- La práctica de la ofrenda; rehusando juegos de azar
3.- Rehusar tóxicos: café, tabaco, alcohol
4.- Abstención de relaciones sexuales ilícitas.

Volviendo al tema del "lavado de cerebro", el Movimiento Krisna ha tenido muy graves y serias denuncias en países del primer mundo. Cuando una estadística reveló que 3 millones y medio de jóvenes norteamericanos estaban enrolados en distintos tipos de sectas orientales, el pueblo norteamericano tomó conciencia de esta situación. Primero en Estados Unidos y después en Europa, las familias de los adeptos fueron contactando entre ellas para asociarse y hacer un frente común para luchar en defensa de sus hijos y familiares que pertenecían al Movimiento Krisna, y que habían desaparecido de sus hogares.

De aquí nace el método de "desprogramación", pues estas sectas orientales realizan a su manera un verdadero "lavado de cerebro" que impide tomar al adepto cualquier actitud sanamente crítica. Primero los aíslan en lugares rurales de tipo paradisíaco, donde toda subsistencia humana está solucionada: comer, vestir, dormir, etc. Después viene, romper totalmente con toda vida anterior. Rompen con la familia, parientes, amigos, conocidos, compañeros de estudio, de profesión o de trabajo. Ninguna lectura de prensa escrita, ni noticias de radio, y televisión, es decir: ruptura total con el mundo habitual circundante y comienzo de una nueva vida. Con lo descrito anteriormente sobre cómo discurre una jornada habitual de un adepto, se puede concluir que realmente les lavan el cerebro. Les cambian la forma habitual de pensar, sentir, vivir; hay carencia total de reflexión crítica y racional de la vida. Se vive intensa y afectivamente en grupo, se dan muestras claras de afecto, acogida y convivencia grupal en todo momento, así el individuo pierde su capacidad personal de pensar, reflexionar y sentirse verdaderamente libre.


Según Ken Conner (psiquiatra norteamericano), "desprogramador" de adeptos de sectas orientales, el proceso de "desprogramación" del lavado de cerebro es el siguiente:


1.- Separación total del adepto de la secta a la que pertenece
2.- Evitar que en el proceso de desprogramación se intente herir o suicidar
3.- No dejar de hablar con él, haciéndole preguntas sobre razones últimas, razones que no está programado para responder. Se intenta provocar en él la duda y de ahí el deseo de razonar.

Conseguir a base de sesiones continuas que comience a sentirse él mismo y que se encuentre con su propio yo, con sus propias razones, ir educándole en un reinicio de su verdadera libertad. Este acompañamiento continuo es muy importante. También se recomienda una sólida alimentación proteínica, y tranquilizantes y relajantes para dormir muchas horas. Después de intensas jornadas se le reeduca para vivir en libertad personal. 52

Los psiquiatras desprogramadores dicen: "Nosotros nos limitamos a devolver la individuo a su estado de salud psíquica anterior a la entrada de la secta. Si es posible "desprogramarlos" es sólo porque previamente hubo una programación (lavado de cerebro) en la secta".





12.- CONCLUSIÓN



Después de haber descrito lo mejor posible qué es el Movimiento Krisna (M.K.), pasemos a hacer una crítica de toda su doctrina.

En primer lugar está el aspecto de los libros sagrados. Para el M.K. el libro sagrado es el libro de los Veda, con la división que vimos en el Apartado 1 - Orígenes (1º Parte) . Para los cristianos el único libro inspirado y que contiene toda la revelación es la Biblia.

Para el M.K. Krisna es el dios que se encarna en varias criaturas, de manera aparente; él es el maestro de la humanidad. Para los cristianos el único mediador entre Dios y los hombres es Jesucristo, que es el Logos de Dios, (Hijo de Dios), que se encarna por obra del Espíritu Santo en la Virgen María. Vivió entre nosotros, trabajó, predicó el reino de Dios, hizo milagros y murió por nosotros en la cruz, librándonos del poder del pecado y de la muerte y con su Resurrección nos dio nueva vida (la vida de la gracia, la filiación divina).

Los adeptos al M.K. pretenden obtener su salvación por sus propios esfuerzos y a base de una ascesis purificatoria (a base de la práctica del yoga) y llegar a poseer la conciencia de Krisna. Para ello se valen del rezo del Hare Krisna y otras prácticas cultuales y religiosas. Proclaman el amor de Dios pero no es el amor de Dios cristiano (ágape). Los cristianos decimos que la salvación nos la consiguió Jesucristo por medio de su sacrificio expiatorio de la cruz, y su Resurrección. Y participamos de esta salvación por la fe en Cristo Jesús, por medio del Bautismo. El cristiano siguiendo a Cristo e imitándole en su vida, entrega su vida, como Cristo a Dios Padre, en favor de los hombres, todo esto lo realiza ayudado por la gracia de Cristo y con la colaboración de sus buenas obras, (obras de misericordia).

Para los adeptos del M.K, existe la reencarnación del alma, que es una serie larga e interminable de reencarnaciones, hasta que halla su último lugar en la conciencia Krisna. Los cristianos negamos la reencarnación. Dios crea una sola alma para un solo cuerpo, cada alma tiene su cuerpo correspondiente. El compuesto de alma y cuerpo la llamamos: persona Cada persona responde de sus actos propios, libres, para el bien o para el mal. En el momento de la muerte el alma va a la presencia de Dios, si la criatura humana ha muerto en gracia de Dios, disfruta de la presencia de Dios y se se salva, si muere en pecado mortal va a la presencia de Dios y se siente rechazada y se condena. En el día de la Resurrección final, resucitarán los cuerpos de todas las criaturas y cada cuerpo se unirá a su única y respectiva alma. Después del Juicio Final universal los justos disfrutarán de la gloria eterna y los condenados irán al fuego eterno. Por eso los cristianos negamos que las almas se reencarnen, pues después de la muerte (separación del alma del cuerpo) las almas o disfrutan de la salvación de Dios o sufren la condena de Dios. Las almas después de la muerte ni se reencarnan ni "penan" libremente por el mundo.

El M.K. no admite la Resurrección como hecho real en Cristo y en nosotros (al final de los tiempos). Nosotros decimos que Jesucristo resucitó por el poder del Espíritu del Padre (Rom 1, 1, s.s.) y que está sentado a la diestra de Dios Padre, proclamado Señor de toda la Creación. Y los bautizados incorporados al misterio de Cristo, al final de los tiempos habrá resurrección final de los muertos, después viene el juicio final, con salvación eterna o condenación eterna, según las obras de misericordia que haya realizado cada uno en su vida.

El M.K. es panteísta "Dios es el Todo. El Todo es Dios", y es un panteísta emanatista, es decir, todo cuanto existe fuera de Krisna es emanación suya. El cristianismo cree en Dios Uno en esencia y Trino en Personas (Trinidad). Cree en un Dios creacionista y que creó todas las cosas y son buenas. Dios es distinto de las cosas creadas.

El M.K. no habla de pecado, ni original, ni personal. Los cristianos hablamos del pecado original (Adán y Eva) según la revelación de las Escrituras. Y decimos que toda criatura humana que viene a este mundo viene con el pecado original, y que es necesario el bautismo para quitar el pecado original y adquirir la filiación divina. El que peca personalmente, si se arrepiente, tiene oportunidad de incorporarse a Cristo por medio del sacramento de la Penitencia.

Como se puede apreciar, el M.K. es una secta religiosa hindú, que tiene como base los libros Veda, y conciben a Dios, al mundo y al hombre de una manera muy distinta a la revelada en la Biblia. Tenemos muy pocos puntos en común, casi ninguno, por ello todo católico debe de estar muy atento a esta secta religiosa hindú, y no aceptar sus creencias.





Referencias


51 Como dato empírico tomamos el acta de un proceso judicial llevado contra los devotos de Krisna en Frankfort, Alemania. Se señala que los costes de las necesidades personales de los miembros del Movimiento Krisna es el 4,7% del total recaudado en las ventas o campañas. De esta manera es muy fácil tener las finanzas saneadas.
52 Los expertos en desprogramación aconsejan un mes de rehabilitación por cada año que ha permanecido en la secta. La desprogramación, dicen, es sumamente difícil, ya que se da una dependencia afectiva y existencial del devoto con respecto a la secta y siente una gran inclinación a volver. Se trata, en definitiva, de que adquieran de nuevo su capacidad de razonamiento y recto uso de su inteligencia y voluntad, y así poder vivir en libertad.



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Para leer la 1º Parte

Para leer la 2º Parte



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Agradecemos al P. Ignacio Garro, S.J. por su colaboración.


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Experiencia Oblata en Santa Clotilde - Perú



P. Roberto Carrasco, OMI

Santa Clotilde - Río Napo - Perú




Haciendo un poco de memoria



La espesura y las distancias con las que cuenta la amazonía peruana son bastas. Las grandes extensiones de terrenos fértil y rico en recursos naturales y con una amplia gama de culturas y etnias indígenas que tienen sus inicios hace siglos, fueron confiadas a las grandes órdenes religiosas de su tiempo, como son los franciscanos, dominicos, agustinos, jesuitas, pasionistas, con la compañía de congregaciones femeninas que se dispusieron a evangelizar estas tierras llenas de misterio y de encanto.


Una de estas jurisdicciones es el Vicariato San José del Amazonas, cuya extensión abarca aprox. unos 120 mil kilómetros cuadrados o quizás más. Allí, desde 1945, los franciscanos canadienses decidieron dedicarse al anuncio del Evangelio de Jesucristo a los habitantes de esta parte del Perú. Los puestos de misión se instalaron en las tres fronteras, ellas son: por el río Putumayo con Colombia, el río Napo y Curaray con el Ecuador, el río Yavarí con Brasil. Estas cuencas son afluentes del gran río Amazonas que recorre gran parte de la región de Loreto y desemboca en el Atlántico brasileño.


Como un dato histórico en el río Napo, la Orden de San Agustín que había asumido el año 1900 la evangelización de estos pueblos con la Prefectura Apostólica de San León del Amazonas, crearon en esta cuenca la primera cuasi parroquia llamada Santa Rosa de Pantoja, ubicada en la frontera con el Ecuador. Posteriormente Mons. Dámaso Laberge, OFM - primer Obispo de la Prefectura Apostólica de San José del Amazonas, el año 1946, creó el Puesto de Misión de Santa Clotilde, en el ya creado distrito del Napo, encomendado a un grupo de frailes franciscanos y laicos que fieles al carisma de San Francisco de Asís dedicaron parte de su vida a dar inicio a lo que será hoy nuestra parroquia.


Allá por el año 1951 era necesario contar con misioneros que presten su servicio a la atención de la gente de la cuenca. Grandes fueron, como hoy todavía, las necesidades en el campo de la educación y la salud. Las Misioneras de Nuestra Señora de los Ángeles del Canadá supieron responder a ello. Se instalaron y consolidaron un puesto de salud y una escuela de nivel primario. En este contexto, el año 1986, Mons. Lorenzo Guibord, OFM invita a vivir una experiencia misionera a P. Jack Mac Carty, Opraem, un sacerdote médico de la Orden de San Norberto y a P. Mauricio Schroeder, OMI otro sacerdote médico, oblato canadiense, a hacerse cargo de un dispensario, quienes vinieron para cooperar en la labor de la Hna. Nery Rivadeneyra, MNDA. El año 1987 se une a la misión el P. Lamberto Beaten, Opraem. Tres sacerdotes comienzan a responder a las necesidades de la iglesia en el río Napo en el campo de la salud y la pastoral. Entonces la parroquia es confiada a los Padres Norbertinos americanos, trabajando de la mano con el primer misionero oblato canadiense.


P. Mauricio Schroeder, OMI y P. Jack Mac Carty, Opraem ingresaron a formar parte de este Vicariato después de haber tenido juntos una experiencia como misioneros médicos en la selva alta peruana, la misión oblata en Aucayacu – Huánuco. Ambos sacerdotes unieron sus esfuerzos por hacer de la posta de salud, lo que es hoy, el Centro de Salud de Santa Clotilde un lugar donde la población naporuna ha encontrado respeto, valoración, sobretodo, un trato digno para garantizar la salud de los enfermos. Cabe señalar que las misioneras canadienses el año 1994 dejaron la misión de la escuela de niños y jóvenes estudiantes. Misión que después fue encomendada a las Religiosas Siervas de Jesús Sacramentado provenientes de México.


Han pasado más de veinte años desde que los padres Norbertinos habían asumido la parroquia. P. Lamberto Beaten, Opraem fiel a su carisma dedicó los últimos veinte años de su vida al trabajo pastoral como párroco de esta iglesia local. Su cercanía a la gente, en especial a las comunidades indígenas y su especial atención a los más pobres, despertaron en la población el deseo de consolidar las bases de un trabajo pastoral en conjunto con los puestos de misión posteriormente creados de Tacsha Curaray en el Bajo Napo y Angoteros en el Alto Napo. Murió el 20 de marzo del 2008, año en que P. Mauricio empezó a administrar la Delegación del Perú como superior de los Oblatos de María Inmaculada.



¿Los oblatos peruanos asumimos la Misión de Santa Clotilde?


Con esta pregunta se empezó los diálogos para que asumiéramos esta misión. Quiero empezar diciendo que al hacer un rápido recorrido por estas tierras en estos dos años, observando su gente, pero sobretodo su cultura y los valores que uno encuentra en medio de ella, esto no deja de sorprenderme.


Cuando P. Mauricio propuso a la Delegación sobre quienes quieren ir a Santa Clotilde, esto fue para mí un momento de gracia por todo lo que iba viviendo en los últimos años de formación. Estaba trabajando en Radio Amistad – misión que los oblatos peruanos tenemos en Aucayacu – y dejar este trabajo de comunicación fue una decisión importante. No sabía en realidad lo que me esperaba en Santa Clotilde. De seminarista sólo había escuchado hablar de ella. No tuve la ocasión de conocerla. Por eso cuando tomé la decisión de decirle a P. Mauricio que cuente conmigo para la nueva misión, fue como empezar todo de cero. Nueva experiencia, nueva comunidad, nueva responsabilidad, nuevo casi todo. De allí vinieron mis votos perpetuos donde me dieron la obediencia para Santa Clotilde. El 6 de agosto del 2008 empezó la aventura, empezó algo nuevo en mi vida misionera. Mi ordenación diaconal fue el 20 de setiembre y ya estaba saliendo al día siguiente de Aucayacu para el 23 de setiembre enrumbarme a la Misión de Santa Clotilde. Todo fue muy rápido. Como rápido fue el yate que me trasladó por el río Amazonas, y luego, otro por el río Napo. La experiencia de ver sólo ríos, árboles y mucha vegetación con un cielo abierto y hermoso me auguraban algo nuevo. Allí encontraría al llegar a la Parroquia Nuestra Señora de la Asunción a otro oblato joven, quien comparte conmigo la vida misionera. Es el compañero en la vida oblata. Se llama P. Edgar Nolasco, OMI. Él como oblato también respondió a la invitación de quienes quieren asumir esta nueva misión. No fue fácil para mis demás hermanos oblatos que los más jóvenes del Perú asumiéramos una gran tarea. Pienso que algunos no pensaban lo mismo. Seguro porque conocen y saben por experiencia lo que una misión de este tipo conlleva o quizás porque piensan que la Delegación del Perú no está en condiciones para asumir una misión de este tipo. Con todo ello, decidí asumir el reto y lo tomé como un gran desafío. Cuando ingresé a ser Misionero Oblato de María Inmaculada sabía que ingresaba a una familia religiosa con experiencia en misiones difíciles y lejanas. No quería perder la oportunidad que Dios me daba. Es un momento de gracia que los sigo disfrutando.



Mis primeros asombros

Llego a una comunidad pequeña, se llama Santa Clotilde. Un templo parroquial se impone en medio de visibilidad cuando uno llega en el yate al puerto. Llegué de improviso. Aquí hay una costumbre de recibir a alguien que por primera vez llega con mucho júbilo mostrándole mucha hospitalidad. Menos mal que llegué de improviso. Los agentes pastorales sabían que iba a llegar un nuevo misionero, las hermanas religiosas lo sabían también, pero no sabían cuando era el día.


Mi primer asombro fue la paz y la tranquilidad que uno siente cuando llega a este lugar. La naturaleza misma te da la bienvenida. Una gran sonrisa me recibió, fue P. Jack quien me esperó en el puerto y me llevó a casa. Luego me dirigí al templo parroquial para agradecer al Señor por este mi nuevo hogar. P. Edgar estaba recorriendo la parte baja de la misión. Visitando pueblos. Al día siguiente llegó y con las mismas partimos rumbo al Alto Napo.


Gran sorpresa la mía fue llegar a otro puesto de misión, se llama Angoteros. Encontrar allí a las Mercedarias Misioneras quienes están a cargo de trabajar con comunidades indígenas de la etnia Kichwa. Esta etnia es la que va a calar en mi vida misionera mucho. Aquí empecé mi ministerio diaconal, aquí empecé mi vida misionera oblata. Lo más hermoso es el silencio. O quizás lo más terrible para quien no está acostumbrado a tanto silencio. El idioma nativo kichwa otro gran reto para aprenderlo. Confieso que me sigue costando aprenderlo. La sorpresa más grande fue ver la casita sencilla donde viven las Hermanas Mercedarias Misioneras. Ellas con este estilo de vida han asumido la vivencia de la cultura y la vida de estos pueblos naporunas.


Muchas cosas nuevas en tan poco tiempo. Pensar y pensar cuanto han trabajado los misioneros antes y cuanto nos han dejado. No puedo ser ingrato, no puedo ser ciego. Aquí en la frontera peruana con Ecuador y Colombia hay toda una gran extensión para misionar. Dos oblatos somos muy pocos, fue lo primero que se me vino a la mente. Lo que más me asombró fue el abandono en que viven los pobladores, muchos de ellos indígenas. Se ve con claridad un abandono social. La pobreza tiene un nombre propio y un rostro propio. Son gente que vive excluida. Casi nada de información. Los pueblos no tienen los servicios mínimos que deberían tener para vivir, como agua potable, luz eléctrica, desagüe, etc. Mis primeras impresiones fueron en el contacto con la gente.


Cuando un peruano no conoce la selva cree que la medida de cómo se vive está en función de la vivencia de las ciudades. Y lo primero fue justamente eso. Constatar que estaba en comunidades rurales… ¡Cuánto me falta por aprender a vivir en medio de las comunidades…! En los pueblos del Alto Napo como en la mayoría de los pueblos de la Amazonía las aguas de los ríos son la vida misma. Agua para todo: alimentos, limpieza, bañarse, para tomar. El agua es el recurso por excelencia que tienen las comunidades. Me cuesta mucho saber qué pasará cuando las empresas petroleras presentes empiecen a extraer grandes cantidades de petróleo crudo. Me cuesta aceptar como el gobierno ha concesionado toda la selva peruana en detrimento de las comunidades, sin consultarles, no reconociendo que hay población que vive hace muchos años aquí.


En plena lucha indígena, el año pasado, incluso antes de los hechos de Bagua donde murieron más de 20 personas en plena protesta social, aquí en el río Napo hubo enfrentamientos entre la compañía petrolera que era resguardada por la Armada Peruana. Asombroso era ver como los yates grandes con 8 efectivos militares en ellos todos ellos armados se enfrentaban con los indígenas en medio del río. Los indígenas sólo con sus peque peques y sus banderas gritando por la defensa de sus terrenos. Ellos habían bloqueado el paso a las grandes embarcaciones que trasladan material e insumos a los campamentos petroleros.


Como misionero joven, mis primeros meses en esta misión me llevaron del asombro a la toma de decisiones. Los tres sacerdotes de esta misión decidimos acompañar a los pueblos con mayor presencia.



La pastoral indígena en el Vicariato San José del Amazonas


Mi vida oblata estaba ya en poco tiempo llena de impresiones grandes. Con P. Edgar y P. Jack no quedaba nada más que tomar decisiones. Acompañar al pueblo en estos momentos. Con efectividad, con presencia, en medio de ellos. Como parroquia nos ayuda mucho tener la estructura para convocar encuentros parroquiales a los niños, jóvenes, comuneros, indígenas. Los misioneros sentimos el apoyo de la delegación oblata del Perú. No fue fácil al inicio, pero si importante. Cada oblato que venía a apoyarnos en la misión recorriendo pueblos es testigo que esta misión es un desafío y un reto. Ojalá el sueño de que nos quedemos más tiempo y nos instalemos se produzca. Ya somos dos los que soñamos.


En medio de todo esto, Mons. Alberto Campos Hernández, OFM Obispo Vicario Apostólico de San José del Amazonas, me propuso asumir la responsabilidad de coordinar la Pastoral Indígena en el Vicariato. La razón fue que en la zona donde estamos misionando hay presencia grande de indígenas y una “bomba de tiempo” llamada presencia petrolera que viene trabajando hace algunos años. A ello se suma las actividades de los madereros ilegales, los buscadores de oro que usan dragas haciendo minería artesanal, la siembra de hoja de coca empieza. La vivencia de la gente en el Napo ha cambiado mucho en estos últimos años. Las demandas de la población no están claras, al parecer, saben lo que no quieren pero no saben lo que quieren. Aquí el dilema. Acompañar más de cien comunidades que tenemos como parroquia.


La pastoral indígena tiene un desafío grande en la Amazonía Peruana, a ello se suma el trabajo en la Pastoral Social, Pastoral Ecológica. Una riqueza muy grande en el campo pastoral que demanda de misioneros y laicos comprometidos. Por ejemplo, somos sólo nueve sacerdotes en todo este vicariato. Hay puestos de misión a cargo de laicos y religiosas. El objetivo es muy grande, las tareas muchas: JESÚS TIENE HOY ROSTRO INDÍGENA es nuestra Cristología. Estamos caminando de la mano con la Teología India. Con identidad propia, con protagonismo indígena en la promoción humana, con protagonismo indígena en la inculturación del Evangelio de Jesucristo, en medio del diálogo intercultural e interreligioso. Los niños y los jóvenes son una tarea hoy.


Termino señalando que Pachayaya (denominación que recibe Dios por parte de los indígenas Kichwas) es muy generoso con nosotros. Aquí el desafío misionero, vivir la comunidad oblata en medio de la Amazonía fieles al carisma de San Eugenio de Mazenod.


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Agradecemos al P. Roberto Carrasco OMI por su colaboración.

El P. Roberto fue miembro de la CVX Núcleo San Pedro.


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